• Capitulo 4 •

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    Había llegado del colegio, hoy me encontraba bastante cansada, por lo tanto me decidí por dormir algunas horas. Subí a la habitación y me acoste.

    Cuando desperté ya era de noche, si que había dormido bastante pero realmente estaba agotada.
Me levante, Nair, como de costumbre, ni siquiera estaba en la casa, lo cual me agradaba demasiado porque me encantaba estar sola y además porque podía cenar tranquila sin tener que escucharla decir porquerías como acostumbraba.

    Cuando termine de cenar, subi, mire mi cama unos segundos y nuevamente invadió aquella extraña sensación por estar con él. No entienda de qué se trataba todo esto, pero sabía que esa sensación últimamente no dejaba de hacerse presente. Así que tome una chaqueta y salí.
    Llegue a la casa de Liam, mire el árbol y no dude ni un segundo en subir.
Sabía que existían las puertas, y que Liam en su casa tenía una, como todos, pero sus padres estaban en la casa y no quedaba muy correcto  llegar a estas horas y tocar el timbre.
Ingresé a su habitación y él, para mí sorpresa, estaba despierto.

- Jace, ¿Qué haces aquí? - sonrió.
- Nada - dije en mi estado normal: seria.
- De acuerdo.
- Linda habitación - contemple el lugar.
- Gracias - sonrió.
- Pensé que estarías durmiendo - lo mire directamente a los ojos.
- No, aún no. Terminaba algo de tarea - rió - ¿Te quedarás?.
- Sí.
- Está bien. Terminaré con esto.
- De acuerdo - me senté en su cama.
- Por qué vienes a quedarte, Jace?.
   Mire su espalda y medite algunos segundos la respuesta.
- Sin preguntas Liam.
- Pero Jace - se volteó - De repente me salvas de Marc, a la noche entras a mi habitación y a la noche siguiente igual, necesito una explicación.
- Pues no la hay.
- No la hay?.
- Exacto.
- Hay una explicación para todo, bueno hay cosas que son muy difíciles de explicar, sin embargo debe haber una para esta situación también.
- Que irritante eres - rode los ojos - No la hay, sigue con la tarea.
- Jace.
- Qué?.
- Estás aquí por qué yo te gusto? - sonrió.
   Lo mire sorprendida, qué diablos le sucedía? Cómo se le ocurría semejante locura?.
- Estás loco, Liam? Cómo se te ocurre algo así?.
- Entonces, porqué estás aquí sino es por eso.
- Liam, mejor vuelve con la tarea, Quieres?.
- De acuerdo.
   Liam siguió con su tarea en silencio y yo solo me dedique a esperar. Cuando acabo, se acosto y yo me sente en el sillón.

    A lo lejos escuche una melodía y al reaccionar, o mejor dicho despertar, me di cuenta de que se trataba de la alarma. La apague, mire a mi alrededor y luego me percate de la manta que me cubría. Mire a Liam y espontáneamente sonreí.
Con mucho cuidado, ya que no quería ocasionar ningun ruido y que el despierte, me levante, abrí la ventana y me fui a casa.
Al llegar me duche, me vestí, desayune porque realmente moría de hambre, bueno eso sonaba exagerado porque seguía viva, no había muerto aún pero quién no usaba esa expresión? En fin, el punto era que tenía hambre. Cuando termine, fui por la moto y partí rumbo al colegio.

    Estacione y me encontre con mis amigos, conversamos en el patio hasta que el timbre sonó y como ninguno quería entar a clases, decidimos no asistir a las primeras.

- ¿Él está buscándonos, cierto?.
- Así es - dijo Louis encendiendo un cigarrillo.
- ¿Los chicos saben? - metiendo las manos en la chaqueta.
- Claro. Debemos estar preparados, nunca sabremos cuándo atacará - dijo Zayn expulsando el humo.
- No podrá con nosotros - sonrió Louis para luego darle una calada al cigarrilo.
- Ni en un millón de años - reímos.

    La mañana había transcurrido con normalidad; cuando se hizo la hora habíamos ingresado a las clases, luego los descansos y el almuerzo, en donde habíamos tenido una discusión con Marc como de costumbre, luego más clases hasta que al fin llego la hora de irnos.
  
  La noche había tomado su lugar, y sin pensar mucho en el tema, me puse la chaqueta y otra vez me fui de casa.
Subí por el árbol, hoy la ventana estaba cerrada, me queje y golpeé.

- Hola - sonrió.
- Hola Liam, vístete rápido.
- ¿Por qué? - curioso.
- Solo hazlo - le ordene.
   Se puso la ropa, ya que se encontraba desvestido pero realmente se estaba tardando mucho y yo no era una persona con mucha paciencia.
- ¿Listo?.
- Sí - poniéndose una gorra.
- Vamos - baje - Con cuidado Liam.
- Sí Jace, tranquila.
   Cuando él bajo, nos subimos al auto y conduje en silencio por algunos minutos.
- ¿Qué hacemos aquí?.
- Vinimos a estar tranquilos - apagando el motor.
   Bajamos y caminamos por el parque.
La compañía de Liam era buena, me agradaba y gracias a esa sensación que sentía últimamente quería su compañía y no entendía porqué.
- ¿Te gusta este lugar? - sonrió.
- Sí, es muy tranquilo y eso me gusta bastante - cerré los ojos dejando que la brisa que corría chocara contra mí.
- Tienes razón, es muy tranquilo.

    Había perdido la noción del tiempo, estaba tan tranquila, tan relajada y debía decir que Liam estaba de la misma manera, ya que no había dicho nada durante estas horas y cuando lo miraba se notaba que estaba relajado. Estábamos tan en paz que ninguno se dio cuenta de lo tarde que era.
Y con la misma tranquilidad que teníamos regresamos.

- Debo irme.
- Quédate - un poco triste.
- No puedo - lo mire.
- Por favor.
   Medite algunos segundos y suspiré.
- Está bien.
   Me senté en el sillón mientras Liam ingresaba al baño, cuando salió, se sentó en la cama de donde me observaba.
- Ven aquí.
- Estoy cómoda aquí, gracias.
- Por favor, si vas a quedarte, entonces dormiras aquí.
- Está bien -  me acerque.
   Él se corrió hacia el costado para darme espacio, me acosté. Lo mire unos segundos, tenia una gran sonrisa tatuada en su rostro.
- Que descanses Jacelyn, buenas noches - sin dejar de mirarme.
- Buenas noches liam - me di vuelta dándole la espalda y me dormí.

Amor Prohibido |Liam Payne| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora