• Capitulo 42 •

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[ ··· ]

Todos caminamos hacía los autos, cada grupo por su camino. Nos ubicamos de igual modo como cuando vinimos con la diferencia que ahora Zayn se encontraba frente al volante.

Salimos del fuerte y emprendimos viaje. Me recoste en el pecho de Louis y mire hacía afuera. El único paisaje que se podía apreciar era el de los campos, el campo a las altas horas de la madrugada. Cerré los ojos y los abrí rápidamente.
Dirigí la vista hacía el cielo y por primera vez pensé, ¿cómo iba a morir? ¿qué es morir? Morir, dormir ¿dormir? Tal vez soñar. Yo misma me sorprendí de tal cosa. Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, cómo sería o si en algún momento iba a morir, era algo obvio, pero sin embrago, nunca me había detenido a pensar en ello. Nunca me tome el tiempo de pensar en cómo eso sería, si moriría de anciana acostada en una cama soñando, si me asesinarian, si recibiría un disparo, si me ahogaria o moriría por alguna enfermedad.

~Flash Back~

- ¿Qué sucede cariño? - mi padre me miro con una gran sonrisa en su rostro.

- En ese cuento la princesa muere por salvar a la persona que ama - pensativa.

- Sí, ¿qué sucede?.

- ¿Yo ... - lo mire a los ojos - voy a morir?.

Abrió los ojos con sorpresa, tan solo era una pequeña de cinco años - no - a la vez que negaba con la cabeza.

- ¿Por qué?.

- Porque los ángeles no mueren cariño.

~Fin del Flash Back~

Sentí como la piel se me erizaba debajo de la ropa. Una sensación extraña me recorrió el cuerpo por completo. No estaba asustada, solo estaba sorprendida de como la vida cambiaba en un abrir y cerrar de ojos. Sabia que mi vida estaba cambiando pero no sabia si para bien o para mal.
Suspire sacando todo mis sentimientos afuera.
Este plan no se parecía a ningún otro. Conocía a Lon como a la palma de mi mano. Sabia la clase de persona que era y de las cosas que él sería capas de hacer, que últimamente él era capas de hacer.

Campos y campos, era lo único que nos rodeaba. Nuestras vidas estaban divididas en dos. Ahora mi vida estaba dividida, una mitad decía cincuenta por ciento de probabilidades de regresar con vida pero la otra mitad decía cincuenta por ciento de no regresar. Y yo me encontraba parada en medio de ambas. Cada uno es dueño de su propia vida, de tomar las decisiones para una mejor vida. Uno no puede elegir el camino fácil porque sino no sería una vida, ni aprenderiamos de las derrotas. Hay que tomar el camino que nosotros creamos correcto, al final del recorrido sabremos si valió ó no la pena, si fue o no el correcto. Ahora, miro a uno de mis amigos. Su mandíbula está tensa, como la mayoría de la veces, sus ojos color miel tapados por aquellas larguísimas pestañas, su cabello negro como la noche estaba en perfecto estado. Mire por el espejo de la puerta a mi otro amigo. Su cabeza estaba apoyada sobre el asiento, su cabello castaño estaba desordenado como siempre, sus ojos azules tenían aquel pequeño brillo que era cotidiano en ellos. Sus manos estaban alrededor de mí. Mire el cielo una vez más y suspire. No me arrepentia de mi vida, ni del camino que escogí, quizá mi vida estaba rodeada de cosas espantosas y toda la mierda que viene con ella, pero estaba bien, bien para mí y no me arrepentia de nada de lo que había hecho hasta ahora, ni de las buenas y malas decisiones.

Amor Prohibido |Liam Payne| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora