Amor Prohibido |Liam Payne| EDITANDO

• Capitulo 31 •

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Al otro día me desperté, mire a mi alredor, me voltee y me encontré con un dormido Liam. Sonreí al verlo, se veía tan hermoso cuando dormía, para mí él se veía hermoso todo el tiempo. Negué con la cabeza, si seguía así en cualquier momento me convertiría en esas personas super cursis y eso no me gustaba. Contemple su rostro, ¿qué estaría soñando? Ojalá lo supiera. Sonreí y no sabía porqué tenía la necesidad de abrazarlo, así que lo hice. Lo abrace fuertemente hundiendome en todo su pecho, respirando aquel delicioso aroma de su perfume y sin darme cuenta deposite un pequeño beso en su torso.

Río - linda forma de despertar - me abrazo.

- Liam - susurre. Levanté el rostro y estaba con los ojos cerrados.

- No creí que despertaria de este modo - me abrazo más fuerte - fue muy dulce amor.

- No quise despertarte.

- Descuida - sonrió. Nos levantamos, nos vestimos, lavamos nuestros dientes y bajamos a desayunar. Cuando terminamos ordenamos todo, dejando todo limpio, en su lugar y salimos en el auto. Llegamos a casa e ingresamos. Subí a mi habitación a dejar algunas cosas y luego baje.

- Iré a bañarme.

- Claro - me miro.

- Si quieres algo, ver televisión, comer lo sea ya sabes donde está todo - me di vuelta e iba a subir pero me detuvo - ¿qué sucede?.

- Quiero algo.

- Bueno, sabes donde están las cosas.

- Claro - me tomo de ambas mejillas y me dio un beso - listo, ahora ve a ducharte - sonrió. Subí e ingrese al baño y me duche. Al fin, me merecía una ducha reparadora. Estaba procesando todo lo que ocurrió en este último tiempo y no podía creerlo. Había hecho tantas cosas y había descubierto muchas cosas nuevas para mí, para mí vida. Estaba teniendo una gran mezcla de pensamientos y luego se fueron dejando solo uno, Liam. Pensé, ¿en qué momento debo desparecer de su vida? ¿cuál será él momento perfecto? Todavía no sabía cuándo lo haría, ni mucho menos qué es lo que pasaría cuando lo hiciera, pero había algo que si sabía y era que me alejaría para siempre de su vida. Tome una toalla, la puse en mi cabello y con otra tape mi cuerpo y salí. Camine al armario, tome ropa limpia y me vestí. Saque la toalla de mi cabeza y cepille mi largo cabello y baje.

- ¿Qué miras? - me senté junto a él.

- Esta película - me miro - no hay nada bueno en la televisión.

- ¿Quieres café? - me levanté del sillón.

- Claro, gracias - sonrió. Fui a la cocina, encendí la cafetera y espere, cuando éste ya estuvo los puse en las tazas y volví al living

- Toma - dándole la taza.

- Gracias amor - sonrió. Siempre odie aquellas formas de llamar, mi padre me llamaba así siempre y por eso no me gustaba que nadie me hable así, pero Liam y Louis eran la excepción.
- Que paz - tome un sorbo.

- Sí - apagando la televisión.

- Café y tranquilidad. Es perfecto.