• Capitulo 23 •

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Me encontraba en la maldita escuela. Me llevaba miradas fulminantes de parte de Niall y Harry se comportaba normal conmigo. Sinceramente no podía hacer nada y me dolía ver a sus amigos triste, hasta llorar en los recesos o yendo a casa. No podía verlos así pero, ¿qué podía hacer yo?. No sabia porqué de repente comenzaba a sentir pena, dolor y tristeza, ¿qué sucedía conmigo?.

Al salir del colegio, le dije a los chicos que tenía cosas que hacer. Subí al auto y me fui. Estacione frente al lugar, dejé mis cosas y baje. Camine hasta llegar a mi objetivo, me senté en el césped, acomode un poco las flores y suspire.

- Hola pá. Espero que estés muy bien - mire la lápida y después al cielo - yo no me encuentro del todo bien, estoy segura de que lo sabes - hice una mueca - no sé qué es lo que sucede conmigo, estoy tratando de averiguar qué es lo que pasa, pero aún no logró descifrarlo. De repente comencé a sentir tristeza al saber que Liam fue secuestrado y al ver a sus amigos sufrir por su desaparición repentina. Me duele en lo profundo de mi ser, no sé qué es lo que ocurre. No había sentido este tipo de sentimientos. Quizá, es porque la culpa me persigue, porque así es. Soy la culpable de que Liam haya sido secuestrado. Debí alejarme de él pero no, algo dentro mío no me dejaba, esa es otra cosa qué aún no logro descifrar - mire la lápida nuevamente - ¿qué me sucede papá? ¿lor qué me está pasando esto? Ni siquiera puedo hacer nada para rescatar a Liam, porque no sé quién es BH, ni dónde se oculta, no sé como llegar a él, no sé por dónde comenzar a buscar, no sé como hacerlo - suspire - ¿qué es lo que debo hacer? Ojalá pudiese conseguir la respuesta e iría y rescataria a Liam de aquel infierno en donde se encunetra y desaparecería de su vida para siempre, porque él no se merece nada de esto. Me di cuenta de la maravillosa persona que es él papá. Él merece ser feliz. Ojalá pueda rescatarlo, solo para que esté bien, poder marcharme y dejar de ser su amiga. Él tiene unos y muy buenos. Ojalá pueda encontrarlo - me puse de pie - gracias por escucharme, te amo con toda mi alma, no lo olvides, adiós.

Comencé a caminar fuera del cementerio. Subí al auto y conduje hasta la cafetería más cercana. Cuando encontré una, estacione e ingrese. Tome asiento en una de las mesas junto a la ventana y enseguida vinieron a tomar mi orden.

- ¿Qué va a ordenar? - sonriendo.

- Un café y - hice una pausa y recorde aquellos ricos hotcakes que Liam hacía.

- ¿Algo más señorita? - anotando.

- Un plato de hotcakes.

- Muy bien - sonrió - enseguida se lo traigo - ¿por qué algo cómo esto iba a hacerme sentir de esta forma? Esto era realmente raro. No había estado triste en años, solo cuando mi padre se marchó pero solo en ese momento, ¿por qué esto me afectaba de esa forma?. Mire por la ventana y había comenzado a llover. Lindo paisaje para un día como este. Pareciera como si el tiempo supiese como te sientes. Negué con la cabeza, si que estaba mal. Por momentos creía que estaba perdiendo la cabeza. Estaba pensado en cómo estaría Liam, en cómo se sentiría. Estaba segura de que muy asustado. Seguro la estaba pasando muy mal en dónde sea qué lo tuvieran, ¿y si tenía frío? ¿y si no comía, ni bebía nada? Tenía que dejar de pensar en esas cosas pero, ¿y si eran verdad? Por suerte llegó el mesero y me hizo salir de aquellos feos pensamientos.

- Aquí tiene señorita - poniendo las cosas frente a mí.

- Gracias.

Amor Prohibido |Liam Payne| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora