Amor Prohibido |Liam Payne| EDITANDO

• Capitulo 50 •

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Aún me seguía preguntando qué hacía aquí. Hice mis preguntas aún lado y camine a la mesa en donde se encontraba.

- Hija - sonrió.

La mire y tome asiento - ¿qué haces aquí? - me cruce de brazos mientras me hundía en la silla.

- ¿Qué? - confundida.

- Si - hice unos movimientos con las manos - ¿qué mierda haces aquí Nair?.

- No seas dura conmigo - fruncio el ceño a la vez que negaba - estoy aquí porque quiero y porque eres mi hija.

Me reí con ironía - ¿en serio?.

- No seas cínica.

- ¿Yo cínica? Por favor - dije volviendo a mi estado normal - es en serio, ¿qué haces aquí?.

- Ya te lo dije - seria - soy tu madre Jacelyn, tú eres mi hija, tengo derecho de verte.

- También tenías el derecho de cuidarme, más que eso, tenías la obligación de cuidar de mí y no lo hiciste, ¿y ahora pretendes tener derechos sobre mí?.

- Esas cosas no quieren decir que he dejado de ser tu madre.

- Creo que estos últimos años no te ha llegado muy bien el mensaje, pero seré clara - me incline un poco hacía adelante - dejaste de ser mi madre hace mucho tiempo.

- ¿Por qué eres tan fría conmigo?.

- Ya hemos tenido esta conversación antes, pero no tengo problema con volver a repetirte las cosas - corrí la silla como si fuera a ponerme de pie - soy fría contigo porque me has hecho mucho daño. Tú no me importas, así como yo no te importe. No siento nada bueno por ti. Veo como otros aman a sus madres pero yo no puedo amar a la madre que alguna vez tuve.

- Nunca me perdonaras, ¿verdad?.

- ¿Por qué debería? ¿qué te hace creer qué debería?.

- Porque siento que merezco una oportunidad.

¿Me estaban traicionando mis oídos? ¿estaba escuchando con claridad?.

- ¿En serio?.

- Sé que te abandoné, que te deje sola cuando no debía per ... - la interrumpí.

- Era una nena pequeña y tú me abandonaste sin que eso te importe - enojada - no creas que con venir sentarte frente a mí, te perdonare y asunto olvidado. No - negué - las cosas no son así y tú lo sabes. Además ya te he dicho que no te perdonare por lo que le hiciste a papá. Que me hayas abandonado me dolio y eso no me importa ahora, pero cuando lo hiciste si me importo, aunque lo agradezco, pero no te perdonare que me hayas sacado a la persona que más amaba en este mundo. Así como no perdone a Bob tampoco te perdonare a ti.

- Hija lo siento - dijo con los ojos llenos de lágrimas - sé que mis errores no pueden componerse de la noche a la mañana pero al menos déjame mostrarte de que me importas.

- Claro - asentí - ahora te importo, ahora que soy grande y que no tienes que cuidar de mí.

- No digas esas cosas - comenzó a llorar.