¿Qué pasará después? - KIMCHAY.

28. Family secrets part 2.

28. Family secrets part 2. 

En la sala de espera estaban Kinn, Khun, Porsche y Porchay, el chico más pequeño movía el pie rápidamente, tenía los ojos cansados, unas ojeras moradas surcándolos y muchas ganas de llorar, no había dormido en toda la noche de pensar en las posibilidades, de pensar en su mamá y en todo lo que sufrió, de pensar en que Porsche estaba sufriendo tanto, podía verlo en sus ojos opacos y tristes. Era el peor día de toda su vida.

Kinn estaba a su lado, abrazándolo y diciéndole cosas al oído para tranquilizarlo, lo cierto es que Chay sabía que su familia estaba tan rota y adolorida, y todo era culpa de una sola persona. Una persona que despreciaba con todo su ser. Al menos, Porsche tenía a Kinn, verlos juntos y abrazados, dándose apoyo, lo tranquilizaba un poquito.

– Chay – llamó Porsche – ¿Tienes hambre? No has comido nada desde ayer, puede hacerte daño.

Chay movió su cabeza – Solo quiero ver los resultados de los exámenes, hia...

Y era cierto, la ansiedad lo estaba matando.

– Ya verás que todo saldrá bien, pastelito mío – dijo Khun a su lado, abrazándolo – Por cierto, nos informaron que Kim llegó de su viaje hace una hora.

Kinn asintió – No se ha pronunciado al respecto, ¿Chay tu...?

– No, no he hablado con él – contestó Porchay

Y no creía tener la fuerza ahora, si los resultados salían positivos... ¿Cómo iba a decírselo? ¿Cómo iba a volver a verlo? ¿Cómo iba a seguir después de todo lo que sucedió entre ellos? Chay barrió unas lágrimas con sus pulgares, Khun lo abrazó más fuerte. Estaba destrozado, todos lo estaban, Kinn y Khun estaban siendo fuertes por ellos.

– Estarán bien, ustedes dos, lo sé – le susurró

Pero Chay ya no creía nada, tenía tanto miedo... la sola idea de pensar en que Kim y él pudieran ser familia era nauseabundo, la sola idea de pensar que ese monstruo era su padre... no, no podía ni siquiera pensarlo. Dios, no podía. Al mirar su celular, no encontró ningún mensaje de Kim, y se le hizo extraño, normalmente Kim le haría así sea para preguntar cómo estaba, ¿por qué estaba desaparecido? ¿Qué sucedía? ¿Lo de ellos ya había terminado de manera definitiva? Chay ni siquiera pudo pensar en su relación sin sentir... arcadas.

– No es justo – musitó Chay – No es justo lo que estamos viviendo, no es justo lo que vivió mamá, hia... No es justo lo que yo estoy viviendo.

Porsche, en frente de él, lo miraba – Lo sé, no lo es.

– Y yo más que nadie debo disculparme – dijo Kinn

Porsche apretó su mano – Tú no eres responsable de las barbaridades que ha hecho tu padre, Kinn.

Chay miró a Kinn – Ninguno de ustedes tiene la culpa de ser hijos de ese desgraciado, por qué no importa lo que digan los resultados, yo nunca veré a ese hombre como mi padre... ¡nunca!

Khun suspiró – ¿Cuándo nos vimos involucrados en todo esto? ¿Cuándo papá se convirtinió en una mierda? Me recuerda al abuelo, es idéntico.

– Siempre hemos estado involucrados en las mentiras de papá – protestó Kinn – Solo que ahora se están desmantelando, es cuestión de tiempo para que él mismo se entere de todo.

– ¿Señor Porchay? – preguntó el doctor

Chay y todos los demás se pusieron de pie, tenía las rodillas temblando.

– ¿Sí?

– Los exámenes...

Chay los tomó con las manos temblorosas y todos esperaron a la expectativa, Chay abrió el sobre blanco y extrajo el papel...