¿Qué pasará después? - KIMCHAY.

11. Communication is trust.

Communication is trust.

Chay cruzó ambas piernas sobre el sofá de la habitación a la vez que comía palomitas de maiz y veía una de sus películas favoritas de navidad. Kasem jugaba con un hueso pequeño encima de la alfombra. Chay siempre quiso una cosa toda la vida: conocer la nieve. Amaría tumbarse en ella y hacer los típicos ángeles de nieve, tirar bolas de nieve, o solo sentarse en algun portico a ver caer la nieve en medio de los fuertes brazos de su P'Kim con Kasem en su regazo. Era una imagen bonita para recrear. Siguió comiendo palomitas, Kasem se cansó del hueso y se hechó con la cabeza encima de sus papitas delanteras, Chay sonrió, amaba a ese cachorrito, Kim estaba comenzando a aceptar la idea de compartir habitación con él, Chay se preguntó ¿Quién no podría amar a Kasem? Si era tan hermoso, parecía un muñeco de peluche, incluso el padre de Kim lo quería a pesar de su alergia, Kinn se lo mostró por medio de fotos y lamentó no poder abrazarlo.

Escuchó la puerta abrirse así que supuso que Kim ya había llegado de su sesión de fotos con una revista tailandesa, su representante le dijo que era importante esa publicidad, así que solo por eso fue que Kim aceptó posar ante las cámaras, cosa que no hacía muy de seguido, solo cuando Chay le da el arrebato de tomar fotos e imprimirlas, de hecho, él estaba haciendo un album.

– Hey – saludó Kim, se puso detrás del sofa e inclinó su cuerpo para adelante, besó la mejilla de Chay – ¿Vamos a cenar? Muero de hambre.

Chay asintió – Si, solo espera que ya casi acaba.

Kim rodeó el asiento y se sentó a su lado arrantrandolo para poder abrazarlo contra su pecho.

– Has visto esta pelicula unas veinte veces en lo que va de noviembre – dijo Kim acariciando distraidamente el brazo de Chay.

– Es que es muy buena, Phi – dice Chay con una sonrisa soñadora – Imagina estar allí en un trineo.

Kim ladeó la cabeza para mirarlo – ¿Eso es lo que quieres?

– Quiero conocer la nieve, Phi – contestó Chay concentrado en la pelicula –

– Nunca me lo...

– Shhhhh – Chay puso sus dedos en los labios de Chay – Amo esta parte.

Kim guardó silencio y observó a Chay, sus ojos se concentraron en todas las reacciones de Chay: alegre, afectivas, emocionadas, sorprendido, nostálgico. Chay suspiró paulatinamente, el pecho subió y bajo.

– ¿Pasa algo? – preguntó Kim suavemente.

– ¿Algún día iré a ese lugar? – preguntó Chay jugando con la mano de Kim

El mayor le besó la cabeza – Te llevaré a donde quieras.

Chay sonrió y le besó la palma de la mano.

– Llévame a conocer la nieve, Phi – pidió como algo platónico.

Y Kim sonrió contra el suave cabello de su novio.

– Por supuesto – dijo

Y era una promesa pero Chay no sabría para cuando. 

Chay no insistió más con el tema, se acomodó para mirar a Kim a los ojos.

– ¿Por qué eres tan lindo conmigo, Phi? – preguntó Chay

Kim sonrió bajando los hombros – ¿Lo soy?

– Dejaste que me quedará con Kasem, para mi eres el mejor –

Los ojos se Kim se desplazaron a un muy dormido Kasem.