¿Qué pasará después? - KIMCHAY.

16. Christmas part 1

16. Christmas part 1. 

La fecha favorita de Chay era navidad, usualmente porqué tenía lindos recuerdos de su niñez. Se sentaba con su hermano a repartir los regalitos que se compraban, Chay con sus ahorros y Porsche trabajando medio tiempo, su tío algunas veces participó, pero hoy en día Chay ya no suele recordar nada que tenga que ver con él.

La familia de Chay se había fragmentado desde hace mucho tiempo cuando sus padres murieron... o bueno, cuando su padre murió, y su madre desapareció. Honestamente, estas fechas a Chay lo ponían nostálgico, porqué su familia tenía secretos, ¿crees que él es idiota? Él sabía que los Theerapanyakul tenían mucho que ver con lo que le sucedió a su familia, específicamente, Korn... y Chay siempre tuvo su incomodidad respecto a él, desde el principio le pareció que vivir en su casa no era lo indicado, pero se quedó por Porsche por qué no pensaba dejarlo solo... hasta que volvió con Kim y tuvo la idea de mudarse... quizá porqué sabía que Porsche tenía a Kinn, y que él lo amaba.

No hablaba mucho con Porsche sobre el tema, él ya le había dicho que su madre estaba confundida, que necesitaba tiempo a solas y que de vez en cuando podían verla, todo eso fue lo que dijo el doctor de la familia, y por ende, Chay no iba mucho a visitarla, la última vez que la vio fue en el cumpleaños de Kinn, ella estaba con Korn en una mesa aparte, parecía... dopada, tenía la mirada baja y los hombros caídos, Chay quiso acercarse con Kim pero Korn negó súbitamente y Kim lo llevó lejos, había sido un golpe bajo porqué Chay necesitaba saber que se sentía tener una mamá... soñaba con el día en que él y su hia pudieran disfrutar de su propia madre.

– ¿No te gusta la idea? – preguntó Porsche a Chay.

El aludido parpadeó – ¿ah?

Porsche se metió un pedazo de chocolate a la boca – Deja de pensar tanto en Kim, me harás vomitar mi chocolate –

Chay lo miró con cara de pocos amigos.

– Deja de odiar a mi novio –

Porsche sonrió – Au –

– No estoy pensando en él, hia – dijo mirándose las manos – Pienso en mamá.

Ambos estaban en la camioneta, Porsche había invitado a Chay a cenar solos, sin Kinn ni Kim, solamente ellos compartiendo una noche de hermanos como hace rato no lo hacían.

– ¿Qué piensas de ella? – preguntó el mayor

Chay lo miró – Es que quiero saber por qué está así, hia.

– Ya sabes que está enferma...

Chay negó – No me creerás imbécil ¿no?

– No.

La ceja de Chay se enmarcó – Mira, mañana es veinticinco de diciembre y quiero estar con mamá y contigo, ¿será posible?

Porsche respiró, limpió su boca con el dorso de la mano.

– Chay – lo llamó – Mamá está delicada, por eso Kinn propuso la idea de ir a la casa de campo, allá pasaremos navidad juntos, como una familia.

El menor parpadeó – ¿Dejaremos a mamá sola?

– Korn...

– Ah, claro – puso los ojos en blanco – Oye, ¿ese señor ama a mamá?

– ¡¿Qué?!

Chay frunció el ceño – ¿Por qué te escandalizas? Pasa demasiado tiempo con ella y la cuida, ¿por qué sería así?