¿Qué pasará después? - KIMCHAY.

30. Break zone Part 1.

30. Break zone. 

Kinn, Kim y Porsche subieron a los últimos pisos del edificio administrativo de la fábrica. No había nadie todavía, entonces, Kim repasó con la mirada la mesa larga y despejaba que estaba en medio del salón, miró a Kinn.

– ¿Por qué no están aquí? –

Kinn buscó algo en su teléfono, luego se dirigió a Pol – ¿Les enviaste la ubicación correcta?

– Si, khun Kinn – Pol asintió – Ya deberían estar aquí.

Porsche se acercó a la máquina de café – ¿Quieres uno? – le ofreció a Kinn – Seguro no tardarán.

Kinn asintió hacia él y Kim se apoyó en la columna de al lado, Malee estaba a su lado como siempre. Así que mientras esperaba, decidió textearle a su novio.

KIM

¿Cómo estás?

¿Llegaste bien a la Universidad?

Kinn y Porsche ocuparon uno de los muebles de la esquina, Kim no se movió de su lugar.

CHAY

Si, Anong me dejó en la entrada.

Es tan exagerado, phi...

Casi entra conmigo a clase.

Kim retuvo una sonrisa, quizá él le había dicho a Anong que fuera exageradamente cuidadoso con la seguridad de Porchay, confiaba mucho en sus hombres, pero si tenía que... confiarle la vida de Chay a alguien sería a Malee y Anong, aunque a Kim no es que le encantara la idea, usualmente, él solía estar siempre con él. Sabía que nadie protegería a Chay como él lo hacía.

KIM

Solo hace su trabajo, para eso le pago.

CHAY

¿Sí? Quizá alguien le dijo que me cuidara.

MUY de cerca... ¿Quién será? 🙄

KIM

Jum... ni idea, bebé.

Bueno, te veo después.

Tengo que ocuparme de algo.

CHAY

Claaaaro...

Te amo, phi 😍😍

Salúdame a hia y cuídense.

KIM

Ok

Y yo a ti, mucho.

Kim guardó el celular en su bolsillo y suspiró, miró a su hermano mayor.

– Kinn, nadie vendrá, solo fue...

Las palabras se perdieron en el aire al ver el sujeto que entró por las puertas corredizas de vidrio templado.

– Mis hijos – saludó Korn con una sonrisa amistosa –

Korn alzó unos documentos que tenía en la mano, lo movió.

– Ya no tienen que esperar a nadie, me he encargado de firmar personalmente ese negocio – anunció

Kinn y Porsche ya se habían puesto de pie