48. I want to tell you.

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48. I want to tell you.

Kim tragó saliva, espesa y áspera, su garganta dolía y quizá, iba a enfermar, o solo eran los nevios... no sabía. Chay tarareaba de aquí para allá, había pasado una semana completa desde que Kim se propuso a hablarle, pero no había podido.

– Phi

Kim parpadeo hacia su novio, hermosamente vestido con un traje elegante pero moderno, tenía el pecho un poco descubierto y le colgaban cadenas del cuello, a Kim se le seco la boca, últimamente lo hacia tanto, pero es que Chay quería que Kim borrara todo lo malo que había vivido y sentía que cada vez que su novio lo tocaba, era borrón y cuenta nueva, y por supuesto, Kim no era quien para oponerse.

– ¿Hum...?

Chay se colocó las manos en la cintura – ¿Como me veo? – preguntó

Kim exhaló, se apoyó en sus rodillas, él ni siquiera estaba listo, seguía envuelto en una toalla y estaba sentado en la cama.

– Hermoso, como siempre – respondió de forma quedada

Algo que Chay no pasó por algo – A ti te pasa algo ¿no es cierto? – se acercó a él quedando en frente – Oye phi, puedes contarme lo que sea.

Kim alzo la mirada – ¿De verdad?

– ¡Claramente! La sola pregunta ofende – recitó con una sonrisa

Chay pasó las manos suavemente por el cabello húmedo de Kim y peinó, con paciencia y ternura, Kim se derritió. No. No podía hablar de eso ahora, no cuando Chay estaba tan feliz por el compromiso de su hermano mayor, no podía hacerle eso.

– No es nada, cariño – susurró Kim – Solo estoy cansado, ha sido una semana pesada.

Chay entrecerró los ojos – ¿Seguro?

– Si – Kim exhaló, moviendo su cabeza hacia el abdomen de Chay, lo abrazo – Solo quiero quedarme aquí, entre tus brazos para siempre.

Chay lo rodeo también y besó su cabeza – Sabes que siempre será así, amor. Pero, ¿todo va en orden? ¿Estas comiendo bien? ¿Duermes en las noches?

– Ultimamente, no hemos dormido mucho ¿verdad?

Chay lo pinchó, riendo – No seas pervertido, sabes de lo que hablo

– Solo es el trabajo – musitó – Los italianos están en la ciudad, hemos estado... alerta de cualquier movimiento, Luca todavía no quiere reunirse con nosotros, no sabemos que mierda espera.

Sintió a Porchay endurecerse debajo suyo – Oh –

– Hey... – Kim alzó su mirada – Estas a salvo.

– Lo sé – murmuró, le acarició la cara con los dedos – No puedo esperar a que nos larguemos de aquí, así estarás más tranquilo, phi.

Kim dejó de mirarlo para volver a abrazarlo con fuerza.

– ¿Puedes abrazarme más, amor? – preguntó Kim –

Chay lo hizo – Siempre, Kim.

No, esa noche no podía.

El salón de evento estaba repleto por amigos de Kinn que eran varios... del negocio y que honestamente, por cuestiones laborales, y de relaciones sociales, tenía que invitar, amigos de Porsche que saludaron a Chay sin tocarlo, él todavía no aceptaba a externos, ya estaba haciendo con Kinn y Khun, poco a poco.

– Cuñado – saludó Chay a Kinn – Te ves guapo

Kim bufó – No le mientras, bebé

– Ya quisieras verte como yo – replicó Kinn acomodándose el blazer oscuro – Chay, ¿le escribiste a tu hermano?

¿Qué pasará después? - KIMCHAY.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora