44. Honey.
El cielo estaba nublado cuando Kim se acomodó la corbata en frente del espejo de cuerpo entero, Chay lo miraba desde la cama con Kasem en sus piernas, Kim ya había perdido la batalla y permitió que de vez en cuando el perro se subiera y estuviera con ellos, así que ya no era un problema. Realmente, lo había hecho por Chay.
Cuando Kim terminó, se giró hacia Porchay – ¿Estás bien con esto?
– No me agrada nada que vayas a... – Chay bajó los hombros – Yo... ni siquiera siento la más mínima tristeza por tu padre muerto, lo lamento...
Kim se rascó una ceja, acercándose – Ni yo, de hecho, ya no considero a ese ser como mi padre. Si voy a su entierro es por cuestiones netamente laborales.
Chay asintió – Lo sé, y me duele que...
– No, nada de esto debe de dolerte, él fue un maldito y tu fuiste su víctima – Kim aclaró su garganta – Agradezco que ya no esté aquí.
Chay se removió, asintiendo – Em... Porsche quiere que visitemos a mamá.
– Eso es bueno – Kim ya lo había hablado con Porsche – ¿Y tú quieres ir?
– Bueno... – Chay acarició distraídamente a su perro – Si, pero... no lo sé, ¿y si no es lo mismo?
Kim ladeó la cabeza, confundido – ¿Por qué no sería lo mismo? Tu madre se ha recuperado y ha dado grandes avances con su memoria según dice Porsche y Kinn.
– Lo sé, pero... ¿si no soy lo que ella espera? – preguntó Chay bajito –
– Chay, ella te ama – admitió Kim – Es tu madre y siempre te ha querido.
Chay se mordisqueó el labio – Porsche pasó toda su infancia con ella, yo nunca... interactúe con mis padres, y... cuando ella volvió a verme ni siquiera se acordaba de mi, ahora que me recuerda, ¿crees que... me amará igual? De todos modos, somos unos completos extraños.
Kim sabía que el pensamiento de Chay venía de una larga y jugosa lista de inseguridades que le causó los sucesos que tuvo que vivir hace un mes... y aunque Chay todavía no se había decidido a asistir de nuevo a las citas con Jeen... seguramente en el momento en que lo haga, poco a poco cada una de esas inseguridades irán pasando.
– No conozco a Honey, y honestamente, tampoco sé que haría una madre por su hijo porqué mi madre también murió cuando yo era pequeño, pero sé que ella haría cualquier cosa por ti y por Porsche – dijo Kim mirándolo –
Chay sonrió ligeramente, asintiendo – ¿Cómo es que siempre terminas haciéndome sentir mejor?
– No lo sé, solo quiero verte feliz – admitió Kim
– Nunca habías sido así, de palabras bonitas y... – Chay enmarcó las cejas – ¿Tu si eres Kimhan Theerapanyakul?
Kim le lanzó una mirada ceñuda – Hey, puedo tener mis momentos contigo.
– Lo sé, es solo qué...
– ¿No te agrada?
Chay parpadeó – ¡Claro que sí! Solo que siento que... temes dañarme, que... – Chay aspiró – No puedes romper algo que ya está roto ¿verdad?
Kim exhaló y se sentó a su lado, ambos sin tocarse, pero si cerca.
– Chay – llamó con paciencia – Tú no estás roto ¿de acuerdo? Te pasó algo malo, te duele y... seguramente, odias pensar en que eso te pasó a ti, pero no estás roto, no estás imperfecto, no estás defectuoso. Y no, no te hablo así porqué tema dañarte, no eres una porcelana, te hablo así porqué eres la única persona que quiero que vea que si tengo un corazón.
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¿Qué pasará después? - KIMCHAY.
FanfictionTERMINADA - ¿Qué pasó después del final de la primera temporada de KINNPORSCHE con Chay y Kim? bueno, aquí veremos...