¿Qué pasará después? - KIMCHAY.

38. Revenge part 1.

38. Revenge part 1. 

Ira...

Dolor...

Frustración...

Amor...

Preocupación...

Culpa...

Todo eso, junto, como un remolino taladraba el corazón de Kim. Pudo sentirlo y palparlo, pero estaba ocupado, estaba... él no tenía tiempo para pensar en esas cosas. No podía.

– ¡Kim, date prisa! – insistió Vegas, con un rifle entre sus brazos cubriendo un lado del pasillo. –

No tuvo tiempo de pensar. Luego lo haría. Luego escucharía a sus sentimientos. Ahora tenía a Porchay desmayado entre sus brazos... estaba vivo. Con cuidado abrió sus ojos, apuntó con una linterna que llevaba el bolsillo, la pupila de Chay se achiquitó, acercó su índice y corazón a la garganta de Chay, había pulso estable. él estaba bien, solo estaba... cansado, solo estaba... deteriorado. Solo había sufrido y su cuerpo colapsó.

Resiste un poco más, ya casi te saco de este infierno.

Kim tragó saliva y carraspeó.

– Pete – llamó Kim, seco.

El hombre entró, Kim ya estaba vistiendo a Porchay con la ropa que estaba regada en el suelo. Pete analizó a Porchay y su corazón se estrujó, el chico estaba... realmente mal, y supo que Kim, estaba controlándose muy, muy bien, no tenía expresión en la cara, solo lo vestía deprisa como si no hubiese encontrado a Chay mucho más delgado, pálido y casi amarillo, ojeroso, débil... y desnudo... en una cama ajena y con hombres tocándolo, Kim estaba usando todo de sí mismo para controlarse de verdad. Y Pete lo admiraba.

– ¿Si?

– Sacarás a Porchay de acá, llévalo con Khun a la camioneta sano y salvo – dijo Kim, le colocó la camisa a Porchay. – Ya sabes que hacer.

Pete lo miraba, Kim hablaba rápido y frívolo, él sabía a donde iba. Sabía que Kim lo necesitaba. Así que asintió. Kim levantó a Porchay en sus brazos, dejó que la cabeza del chico se apoyara en su pecho... no quiso pensar en lo poco que estaba pesando Chay en esos momentos.

Pete salió de la habitación, cubriéndolo. Kim, Vegas y Pete avanzaron por el pasillo, estaba despejado, afuera del ala de los dormitorios estaba todo el equipo, Malee los lideraba, era una carnicería, había muertos por doquier, y tres guardaespaldas habían corrido con el mismo destino.

– Jefe – Malee miró a Porchay en los brazos de Kim – ¿Él está bien?

Kim asintió ligeramente – Salimos por el lado este – ordenó. Avanzaron, Kim en el medio, lo estaban cubriendo. El lugar era un laberinto, pero, Bao había hecho un buen trabajo descubriéndoselo a Kim. Kim se impulsó hacia un lado, detrás de la columna, una lluvia de balas los recibió cuando salieron de los dormitorios hacia la zona de vehículos.

Kim se hincó dejando el cuerpo de Porchay apoyado en la columna, lo miró... no detalló, no quiso hacerlo, no podía, ahora no podía derrumbarse él, así que sacó su glock y apuntó, disparó varias veces.

– ¡Kim! – llamó Pete – Puedo llevarme a Chay desde acá.

Kim miró a Porchay, luego a Pete.

– Lo voy a proteger – aseguró Pete

Y Kim creyó, Pete había sido de los mejores hombres. Así que asintió deprisa, Pete gateó hacia ellos mientras Kim lo cubría. Vegas lo siguió.