Amanda cuando salió de la habitación, soltó el aire que contenía. Apoyo su cabeza en aquella puerta, durante el tiempo que estuvo ahi metida, tenia los nervios de punta.
Aquel árabe, la puso tan nerviosa, que su cuerpo temblaba.
Era la primera vez, que un hombre la ponía de tal manera. Ese árabe, habia conseguido lo que ningún hombre habia hecho con ella.Caminó por el pasillo para alejarse de aquella puerta lo antes posible, salir a la calle y respirar el aire fresco.
Cuando llegó a recepción, su amiga al verla tan roja, se acercó para saber de su estado.
—¿Ha pasado algo? Estas roja. — dijo la chica, posando su mano en sus hombros.
—Si, solo necesito un poco de aire. — respondió. —Ahora vuelvo.
Salió de allí, dejando a su amiga un poco confusa.
Por otra parte, el árabe se mantenia mirándose en el espejo colocando el cuello de su camisa blanca. Él también se habia quedado petrificado al ver a la joven, se sintió raro ya que ninguna en toda su vida, le llamo tanto la atención.
Sonrió al ver su cara, al creer que no hablaba su idioma, tenia ganas de decirle algo, pero sus palabras se habían atascaron.Cuando se coloco la camisa, salió de la habitación, deseaba dar un paseo y salir de aquella habitación, en poco tiempo tendría una reunion con un duque, aunque realmente no sabia para que queria verle.
Cuando llegó a recepción, él miró de reojo por si la veía, pero para su mala suerte, ella no estaba.
Salio a la calle y justo en el ese momento chocó con algo o mejor dicho, con alguien. Miró hacia esa persona y era ella, esa mujer que le había cautivó.—Perdón, príncipe. No le vi. — se disculpó ella, con una sonrisa incómoda. —Suelo ser algo distraída.
—No se preocupe, yo tampoco la vi. — ella le miro y se perdió en esos ojos marrones, en esa voz ronca y ese acento que le hacía aún mas sexy. Él hablaba su idioma, y quien bien lo pronunciaba. —Pero la proxima vez, nos fijaremos más.
—Entiende mi idoma. — susurró más para ella, qué para él, pero Zayn, la escuchó.
—Si, vengo mucho a España. — ella asintió. —Nos vemos. — se alejó de ella, junto a sus escoltas.
Amanda, estaba flipando, porque aún no entedia porque temblaba cuando estaba frente a él. Porque se ponia tan nerviosa al tenerle junto a ella, cuando la hablaba. Encima eso fue el remate, su acento árabe al hablar español, fue la puntilla para dejarla descolocada.
Ella volvio a entrar para hacer algo, quería tener la mente ocupada para no pensar en ese hombre.
Zayn, entro en aquel restaurante donde habia quedado con el duque. Era un hombre mayor, de 58 años. Era algo canoso, alto y algo gordete. Tenía una hija, que aun no habia casado, ya que ella no era de seguir las palabras de su padre.
Zayn caminó hasta el hombre y se saludaron.
—Buenas tardes, joven príncipe. — saludó el hombre. —No esperaba que estuviera en el España.
—Yo tampoco, John. — sonrió. —¿Cómo esta? ¿Como están su esposa y sus hijas?
—Bien, estamos bien. — respondió. —Quería verte por otra cosa. — él asintió. —Verá, Natalie no quiere casarse. He hecho miles de fiestas para que encontrara un pretendiente, pero fue en vano. Ella solo se fijó en un hombre hace dos años.
—Señor, John. No comprendo a que viene esto, si su hija no quiere casarse, no puede obligarla.
—Mi hija se fijó en usted. — Zayn se habia quedado petrificado, lo miraba entre la confusión y la duda. —Ella le vio en una de las fiestas que organicé y desea que solo usted, sea su prometido.
—Mire, como le dije a mi padre. Yo aún no estoy pensando en matrimonios ni en nada de eso, estoy en un momento de mi vida donde solo viajo y conozco sitios nuevos. Yo no deseo comprometerme con nadie y menos si no hay amor. — exclamó. —Espero que lo entienda.
—Le entiendo, pero solo conócela. — pidió y esté negó. —No pido que la pida matrimonio, ni que se casen
—Lo siento, siento no poder ayudarlo. Pero ten por seguro que su hija se fijara en alguien, hay muchos hombres y estarán dispuestos a darles el amor que ella se merece. — salió de alli, sin comer.
Tras lo que le soltó aquel hombre, lo dejó bastante mal. Jamás imaginó que le soltará eso, con naturalidad.
Zayn siempre fue claro, no quería comprometerse, no de momento. El no corría, eso lo vería poco a poco. No iba a casarse sin amor, eso no estaba en sus planes.****************
Amanda, fue apagando las luces de aquel hotel, eran más de las doce y ya no cogían llamadas. Fue hacia el bar y había clientes del hotel tomando algo, ella caminó hasta el camarero y le saludó.
—¿Cómo va la noche? — preguntó ella sentándose en la barra, sin percatarse que alguien más, estaba ahí.
—De momento, tranquila. ¿Quieres algo?
—Si, jagger con red bull. — él abrió sus ojos. Esa bebida era muy fuerte.
—Una bebida muy fuerte para una joven tan hermosa como usted. — aquella voz, la erizo la piel. Era imposible olvidarse de ese acento que la tenia en las nubes. Ella miró vio al arabe. —¿Cómo está?
—Bien, muy bien. — se puso nerviosa. —¿usted cómo estás?
—Bien, tomando algo para no estar tanto tiempo en la habitación. — respondió. —¿le importa hacerme compañía?
—Para nada, nos hacemos compañía mutuamente. — sonrió.
El camarero le dio su copa y ella le dio un solbo.
—Brindemos. — dijo él.
—¿Por qué?
—Por la salud, el amor y la vida. — chocaron sus copas y bebieron.
Copa tras copas y se contaban algún que otra cosa. No muy intimas pero si cosas triviales, ambos estaban a gusto y más con unas copas de más. Estaban los dos borrachos, pero se lo estaban pasando de maravilla y no se percataban de la hora.
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Hola, bellas. Aquí teneis otro capítulo de Zayn y amanda, espero que os guste.
Decidme, ¿que pasara tras el alcohol? ¿Surgirá algo? Os leo.
Besos desde España, nos leemos pronto 😘
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Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDO
RomanceZayn Assim Asghar, un príncipe de Arabia Saudí. Un hombre familiar, honesto y que odia las mentiras. Tras un viaje a España, conocerá a una mujer. Sin saber que esa mujer, le iba a dar un giro inesperado a su vida. Ella disfruta, ríe, vive. Ella se...