Capítulo//29

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Amanda regresaba a la mansión después de estar toda la mañana viendo vestidos de novia, flores, etc. Lo hacía junto a su suegra, que le ayudaba en todas sus dudas. Había ido con su abuela, que se iba a quedar hasta la boda, junto a Sara. Amanda para no ser de la realeza, tenía unos gustos muy elegantes, su comportamiento, era refinado y educado.
Amanda fue hacia el jardín y se sentó en los sofás de diseño que había en ese lugar. En Arabia tenía unas temperaturas muy altas y hoy, no era la excepción.
Una empleada del servicio, llegó para darle un zumo natural. Amanda, le agradeció con una sonrisa.

—Señorita, ¿Se encuentra bien? — preguntó la joven, cuando la vio pálida.

—Si, solo es un poco de mal estár. — respondió, pero de pronto su vista se nubló y cerró sus ojos al desmayarse.

La joven se asustó y fue ayudarla, pero fue corriendo en busca de Zayn, que se encontraba en el despacho. Entró en el despacho asustada, Zayn estaba hablando con Hassan. Pero cuando la joven, entró de aquella manera, se alertó.

—¿Qué pasa, Clara. — se levantó de la silla. —¿Por qué entras así?

—Señor, ella... Ella... — tartamudeaba.

—¿Ella quién, Clara? — gritó alterado

—La... la princesa Amanda, se... Se desmayó. — Zayn tras escuchar aquello, salió del despacho corriendo. —Esta en el jardín.

Zayn se dirigía corriendo, se acercó a ella asustado, intentó despertarla, pero fue en vano.

—Llamad, al médico. — ordenó, cogiendo a Amanda en brazos.

Con ella sobre sus brazos, se fue hacia la habitación. La tumbó en la cama y la quitó los zapatos, la había visto pálida, algo amarilla. Jamás en su vida, se había asustado tanto. Cuando la vio en el sofá, con sus ojos cerrados y su rostro pálido, su corazón literalmente, se había parado.
Cogió una silla y se acercó con ella a la cama y se sentó, le dio la mano, para darle amor aunque no lo notase.

Unos toques en la puerta, le hizo salir de su trance. La puerta se abrió y entró Hassan, Zayn no molestó en girarse.

—Señor, el médico ya esta aquí. — él asintió, el doctor llegó con su maletín en la mano.

—Buenas tardes, príncipe. — saludó. —Cuénteme, lo ocurrido, por favor.

—Tuvo un desmayo en el jardín, está pálida y la traje a la habitación. — no podía decir que estaba embarazada, tenían que decirlo después del matrimonio.

—La voy a revisar. — Zayn asintió. —¿Posibilidades de que esté embarazada?

Zayn le miró y trago saliva, era difícil ocultar un embarazo a un médico, pero no tenía las herramientas para revisarla más a fondo.

—No. — dijo tajante.

El médico, la empezó a tomar la tensión, la fiebre y el pulso. Zayn se mantenia alejado, para dejar hacer su trabajo al médico. Se mantenía en silencio, mirando lo que el doctor hacia con su prometida.
Rezaba para que el doctor no se diera cuenta de su embarazo, aunque su vientre se iba notando más y tenía que casarse lo más rápido posible. Lo bueno es que Amanda el vientre aún se le notaba mucho, pero ya no se podía ocultar más.

—Joven, príncipe. Puede tener confianza conmigo, sé que a princesa está en cinta, su vientre se ve. — Zayn cerró sus ojos.  —Soy el médico de confianza de su familia, no hace falta que me lo oculte, porque lo voy a saber.

—Si, lo sé. Pero ya sabe cómo funciona esto, tras una relación nuestra de tanto tiempo — dijo. —Si ella está embarazada de casi cuatro meses, lo mantenemos oculto hasta la boda.

—Perfecto, la iré revisando. — este asintió. —No tiene nada, solo ha sido un leve insolación. Ella tiene que hidratarse bien y el bebé está perfecto.

—Gracias, doctor. — agradeció.

—El vientre se está notando, le recomiendo que se case antes del quinto mes, porque ahí si, ya se nota demasiado. — le aconsejó.

El médico era amigo de la familia desde hace años, vio a Zayn crecer y era como un hijo.

—Lo haremos. — el médico asintió. —Emmanuel, por favor, que no salga su embarazo a la luz, no aún.

—Por mi parte, mi boca está sellada, hijo. — Zayn sonrió. —En cualquier momento despertará y le das agua fría, con hielo.

—Gracias. — se dieron un apretón de manos.

Cuando el médico se fue, Zayn se acercó a su prometida y se tumbó con ella en la cama, no quería separarse de ella. Quería que cuando se despertara, le viera a su lado. Cerró sus ojos abrazándola por detrás.

Notó unas caricias en su mejilla, abrís sus ojos y vio a Amanda mirándole con una sonrisa. Le sonrió y se incorporó cuando recordó lo que le había pasado..

—¿Cómo te encuentras? ¿Esta mejor? — preguntó mirándola de arriba abajo.

—Estoy bien, amor. — respondió con una sonrisa. —Sé que te he asustado y te pido perdón.

—No digas tonterías, si me he asustado, pero no pida perdón. — dijo besando sus labios. —Me ha dicho el médico que tienes que hidratarte bien con agua fria con hielo.

—Si, lo sé. Aún no me acostumbro al calor de aquí, tal vez me dijo un mareo por eso. — él asiento.

—Si, has tenido una leve insolación. — se levantó de la cama. —Asi que vas a hidratarte bien.

—Lo haré, lo prometo. — le besó en los labios ella. —¿Llevó mucho inconsciente?

Zayn miró el reloj de su muñeca y la miró de nuevo.

—Son las cinco de la tarde y llevas desmayada 3 horas. — Amanda abrió sus ojos como platos. —Con este calor es normal tener este tipo de mareos y más cuando no te hidratas. — eso la sonó a reproche. —Asi que ahora más a beber más, Habibi.

—Lo prometo, amor.

Zayn y Amanda, se estaban convirtiendo en la pareja más envidiada de la Arabia. Se cuidaba mutuamente, se apoyaban y siempre se contaban todo sin ocultarse nada.
Ambos era la pareja que muchos deseaban tener.

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Hola, nenas. Aquí tenéis otro capítulo de Zayn y Amanda, espero que os guste.

Besos desde España, nos leemos pronto

Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora