Maratón//1/6Hoy ambos tenía su despedida de soltero, Zayn se iba con sus primos a tomar algo, sin mujeres. Amanda se iría con su amiga, Latifa y se apuntaba doña Alba y su suegra. Harían cosas de chicas, sin tomar alcohol, al menos ella no podía hacerlo.
Amanda estaba en en salón, leía un libro. Ese libro para ella era muy intenso y te ayudaba a como ser en la vida, como vivirla.
La casa estaba totalmente en silencio, no había ni un solo ruido. Ella tras su desmayo, tenía que estar en sitios frescos y con agua en la mano.Zayn se había preocupado tanto tras su desmayo, que la obligaba a tener una botella de agua siempre con ella. Le había dejado sola, porque tenía que hacer bastante cosas con la realeza. Se había disculpado con ella, por haberle dejado sola.
Hassan apareció en el salón, Amanda apartó la vista del libro y le miró. La última vez no pudo hablar con él, ya que se le había olvidado.
—Hola, Hassan. — saludó. —¿Podemos hablar? — él, asintió.
—Si, claro. — se sentó en unos de los sofás. Ella se incorporó y dejó el libro a un lado
—¿Por qué me odias? — preguntó directamente, provocando que Hassan la mirase confuso.
—Yo no la odio, desconfío de usted. — respondió sinceramente. —Pero no es con usted solo, desconfío de todas las mujeres.
—¿Por qué? ¿le hicieron daño en el pasado? — preguntó y este negó.
—No, pero la mayoría de las mujeres, se acercan a Zayn por el simple hecho, de que es príncipe. — ella asintió.
—Yo no necesito el dinero de Zayn, Hassan. Soy la dueña de los hoteles más conocidos de Europa. — exclamó. —Soy multimillonaria, el dinero me sobra. Si fuese ido detrás del dinero, podría haber elegido a alguien más importante que Zayn. ¿No le parece?
—Si, pero el dinero es la avaricia de muchas mujeres. — Hassan se habían quedado petrificado, cuando la escuchó decir que era multimillonaria.
—Cierto, pero no me meta a mi en el paquete. — respondió. —Me gustaría llevarme bien usted y que no desconfiara de mi.
—Voy a darle la confianza. — ella asintió con una sonrisa.
—Hassan, ¿Sabes qué hora viene Zayn de la reunión? — preguntó cuando él se disponía a irse.
—Hay reuniones que se suelen alargar, no sabría decirle. — dijo y asintió. —Pero le recuerdo que no se pueden ver, mañana se casan.
Hassan se fue del salón y la dejó sola, para dejarla tranquila. Era la primera vez que la casa estaba sola, sin nadie. Siempre estaba llena de gente, siempre había ruido y ella no se acostumbraba a ese silencio.
Zayn regresó y fue hacia la habitación, deseaba ver a Amanda, pero no podía hacerlo. Aunque sinceramente, quería abrir esa puerta y olvidarse de las reglas de no verse. Pero se calmaría y no abriría esa puerta, por muchas ganas que tuviese.
Se metió en su habitación y cerró la puerta, se quitó la chaqueta y la dejó encima la cama. Se metió en el baño y encendió la llave de la ducha, se fue desnudando. Se metió en la ducha y cerró sus ojos cuando el agua tocó su cuerpo desnudo, sus músculos se relajaron. Apoyo sus manos en los azulejos y levantó la cabeza, para que el agua golpeara su rostro.
Se giró y pasó sus manos por su cabello, sonrió. Mañana sería un hombre casado, sería un hombre con un anillo en el dedo. Tendría una esposa, una esposa que tenía a su bebé en su interior. Una mujer que presumir, por su amabilidad.
Había elegido a la esposa perfecta, una mujer que le gustaba tal y como era. Con ella podía ser él mismo, no tenía que fingir ser de otra manera. Amanda era la princesa perfecta para él y para el reino de Arabia.
Abrió la mampara y cogió la toalla que tenía colgada, se la enredó en la cintura y salió de la ducha. Cogió otra para secar su pelo, salió del baño y fue hacia el Closer.
Se acercó a los cajones y cogió un boxer, fue hacia los trajes. Pero decidió ponerse un vaquero azul claro, una camisa negra y zapatillas blancas.Amanda por otra parte se arreglaba junto a su cuñada y amiga. Las tres estaban maquillándose, frente al espejo, entre risas y convenciones triviales. Amanda había escogido un vestido morado corto por encima de las rodillas, con la espalda descubierta y unos zapatos altos de aguja. Sara se puso un vestido, rosa pastel con un escote no muy llamativo y unos zapatos altos. Latifa, tenía puesto otro vestido de rayas negras y blancas y zapatos altos.
Latifa salió primero de la habitación, por si Zayn estaba, no podían cruzarse y tenía que asegurarse que él ya se hubiese ido.
Latifa cuando se aseguró que él no estaba, le dijo a Amanda que saliera de la habitación.En el salón, estaba doña Alba y su suegra. Ella ya estaban vestidas muy elegantes y las esperaba. Las cinco salieron de la casa y fueron hacia el coche, Amanda era la que iba a conducir, era la única que no iba a beber alcohol, su suegra no podía conducir ni su abuela.
—Latifa, me tienes que decir dónde está el sitio. — dijo Amanda, mirando a su cuñada que la tenía de copiloto. —Ponlo en el navegador.
—De aquí está 20 minutos. — dijo la joven. —Yo te guío.
Amanda arrancó y salió de allí, los escoltas iban detrás de ellas en otro coche.
Zayn había llegado al club nocturno, tenía una zona VIP reservada para ellos. Caminó por la pista, entre medias de las personas que bailaban. Había mujeres que lo miraban, pero él seguía su camino, hasta llegar a la zona vip.
Cuando subió las escaleras, una mujer le miró con sonrisa y se puso delante de él.
—¿Estás solito? Te puedo hacer compañía. — Zayn la miró de arriba abajo con desagrado.
—Gracias, pero si quiero la compañía de una mujer, ya tengo a mi esposa. — la apartó con delicadeza y siguió su camino.
Llegó a la mesa y sus primos ya estaban ahí bebiendo, y había mujeres ahí con ellos. Zayn puso los ojos en blanco, ellos no perdían el tiempo. Zayn se acercó y se puso al lado de Murak.
—Aqui está el novio. — dijo, Ferit. —Chicas, hacedle compañía.
—No, no. Ferit, fui claro, nada de mujeres. — exclamó. —Las chicas para vosotros, yo solo he salido, pero no necesito una mujer para divertirme.
—Amanda no se va a enterar. — tras el comentario del Barón, Zayn le miró cabreado.
—Que tú seas un mujeriego que se mete en las bragas de cualquier mujer, no significa que yo sea igual. — le habló seriamente. —Ya mañana estaré con mi esposa y cuando quiera follar, ahí tengo Amanda.
Zayn, fue claro, pero parece que ninguno le había hecho caso. Murak estaba igual, tenía pareja y no le importaba las mujeres. Murak y Zayn hablaban entre ellos, mientras que sus otros primos bailaban con las chicas. Zayn echaba de menos a Amanda y quería saber cómo se lo estaba pasando, pero la dejaría a su bola y mañana se lo contaría.
«Mañana es nuestro día, habibi. Seremos marido y mujer.» pensó él.
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Hola, bellas..
El día se me ha complicado, asi que os pido disculpas. Mañana sigo, besos desde España nos leemos mañana.
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Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDO
RomantizmZayn Assim Asghar, un príncipe de Arabia Saudí. Un hombre familiar, honesto y que odia las mentiras. Tras un viaje a España, conocerá a una mujer. Sin saber que esa mujer, le iba a dar un giro inesperado a su vida. Ella disfruta, ríe, vive. Ella se...