Zayn y Amanda, volvían a Arabia. Había dejado todo bien organizado en España, había enterrado a su abuela y había visto un poco la casa. Ahora tenía que volver a su nueva ciudad, como princesa. Aunque realmente, no tenía fuerzas para nada, solo deseaba que todo fuese una pesadilla y que su amada abuela, estuviese viva.Había pasado una semana de su fallecimiento, Amanda se había refugiado en si misma, en una burbuja. Zayn la obligaba a comer, pero no servía de nada. Ella en cuanto comía, se encerraba en la habitación. Zayn no quería que entrara en depresión, porque entonces, ahí, ya sería difícil de sacarla.
En avión rumbo a Arabia, ella miraba por la ventanilla, con la mirada perdida. Recondando a su abuela.
—¿Habibi? — la llamó y ella le miró. —Toma, tienes que comer algo.
—No tengo hambre, amor.— respondió con voz débil.
—Tienes que hacerlo, por el bebé. — ella asintió. —Si no, te lo daré yo. — Amanda sonrió.
—Gracias, amor. — le dio un beso cogiendo el plato de frutas.
—No me agradezcas, siempre estaré a tu lado. — la acarició la mejilla. —No quiero que te aisles, que te encierres. Estoy aquí, para cuidarte y para que llores conmigo. — la sonrió. —Sé que es duro por lo que has pasado, Habibi. Pero tienes una vida dentro de tí.
—Lo sé, pero aún me duele. — él asintió.
—Claro que duele, duele mucho. Pero tu abuela no querría verte así. — la besó. —Comete eso y cuando lleguemos, una ducha y a dormir.
Durante el camino, Amanda se había quedado dormida sobre el hombro de su marido. El viaje era largo y con la diferencia horaria, te dejaba machacada.
Zayn le dejaba pequeño besos sobre su sien, intentando despertarla. Hasta que escuchó un gemido de su parte, Zayn sonrió al ver cómo se acurrucaba a él.—Habibi, vamos aterrizar. — la susurró y ella abrió sus ojos, para mirar por la ventanilla.
Vio como Arabia estaba bajo sus pies, como el avión iba bajando.
—¿He dormido mucho? — preguntó, tapando su boca para soltar un bostezo.
—Un par de horas. — respondió. —Roncaste. — ella le miró con los ojos entrecerrados.
—Mentira, yo no ronco. — Zayn sonrió.
—¿Qué no? Por poco asustas al piloto con esos ronquidos. Hacías así, mira. — Zayn cerró sus ojos y abrió la boca y soltaba ronquidos. Amanda sonreía, por como la imitaba.
—Que mentiroso eres. — le dio un golpe juguetón en el brazo.
—Estaba bromeando, pero si abres la boca. — dijo.
—Todo el mundo abre la boca cuando están durmiendo, amor. — él negó.
—Todo el mundo no, aunque también creo que depende la postura. — el avión tocó tierra árabe. —Vamos, ronquidos.
—¿Me vas a llamar así siempre? — se cruzó de brazos.
—¿No te gusta? — ella negó. —Pues no te lo diré, no quiero enfadar a mi dormilona.
—Duermo mucho por el embarazo, Zayn. — respondió saliendo del avión. —Ademas a ti te encanta verme dormir.
—Es encantador verte dormir. — dijo abrazándola por detrás. —Eres muy dulce, hasta pareces buena.
—Oye, que yo soy muy buena. — exclamó.
—Y tanto, tanto que me me vuelves loco. — la besó en la mejilla.
—¿Recuerdas que no podemos tener muestras de cariño en público? — le susurró y él asintió.
—Lo recuerdo, pero no me puedo resistir. — ella sonrió y negó.
—Eres un caso perdido, amor. — entraron en el coche.
A Amanda le encantaba que Zayn fuese así, juguetón, bromista, alegre. Era cierto lo que Zayn le dijo una vez, que tenía que ser un hombre recto por ser un príncipe. Pero le gustaba que con ella fuese de otra forma, que fuese así de bromista. Él era muy atento a Amanda, la llamaba, la escribía. La daba amor todos los días, jamás faltaba un beso y una sonrisa. Aún no habían discutido, no que ella recordara. Si habían discutido, no fue una discusión fuerte. Ambos eran de hablarlo, de dialogar como personas adultas antes de ir a una discusión. Zayn era muy pacífico, tenía mucha paciencia. Eso si, en el momento que su paciencia llegaba al límite, sacaba su carácter y tenía un carácter muy fuerte.
Cuando llegaron a la casa, Amanda subió las escaleras. Quería darse una ducha y dormir, ella era adicta a las duchas nocturnas. Y más cuando Zayn, entraba con ella sin avisar. Ese baño y ese cuarto, eran testigos de la lujuria, la pasión y el Amor que ambos se daban todas las noches.
Entro en el baño y empezó a desnudarse, cuando vio su reflejo en el espejo, sonrió. Su vientre estaba abultado, ya se notaba a la perfecto. Tomo su vientre con una sonrisa, de felicidad.
—Ojala estuvieses aquí, abuela. Si vieras cómo ha crecido tu bisnieta.— habló ella sola. —Te extraño, abuela. Ya me haces mucha falta.
No supo en qué momento, soltó unas lágrimas resbaló por su mejilla. Pero tenía que seguir, poco a poco, pero seguir adelante. Sin ella iba a ser difícil, pero tenía a un bebé que dependía de ella y un marido que se preocupaba.
Pegó un pequeño brinco cuando notó que alguien la abrazó por detrás, miró por el espejo y vio a su marido desnudo.Ella se giró y lo abrazó por detrás, le dio unos besos, besos que fue subiendo de nivel. Zayn la llevaba hasta la ducha para hacerla suya otra vez. A Zayn le encantaba el sexo, pero le encantaba con su mujer, con ella perdía la cabeza en la cama, pero tenía que tener cuidado por el embarazo.
—¿Has vuelto a llorar? — ella sonrió, cuando Zayn las limpiaba. —Habibi, me duele verte así.
—Lo sé, pero aún la recuerdo. — lo abrazó, apoyando su cabeza sobre su pecho.
—Claro que las vas a recordar, toda la vida. — respondió. —Igual que yo, pienso en ella todos los días y me duele no tenerla. Pero debemos seguir, amor, poco a poco, pero seguir. — ella asintió. —Debemos ser fuertes, porque en cuatro meses, ese bebé va a estar con nosotros.
—Si, como a pasado el tiempo. — sonrió. —Deseo tenerle aquí y poder achucharle. Saber cómo es rostro, el color de sus ojos.
—Seguramente, se parecerá a ti. — lo besó. —Tendra la belleza de mami.
—Yo quiero que tenga tu personalidad, tu sonrisa. — él mordió su labio.
—De acuerdo, que tenga mi personalidad. Pero todo lo demás que lo tenga de mamá. — ella rio.
Zayn y Amanda, tenían un matrimonio hermoso. Se respetaban, se cuidaban, se apoyaban y eso casi nunca se logra.
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Hola bellas, aquí tenéis otro capítulo de Zayn y Amanda, espero que os guste
Estaré de vacaciones y tal vez no esté muy metida en la aplicación, os pido paciencia.
Besos desde España nos leemos pronto
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Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDO
RomanceZayn Assim Asghar, un príncipe de Arabia Saudí. Un hombre familiar, honesto y que odia las mentiras. Tras un viaje a España, conocerá a una mujer. Sin saber que esa mujer, le iba a dar un giro inesperado a su vida. Ella disfruta, ríe, vive. Ella se...