Capítulo//25

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La fiesta que habían organizado, había acabado. Ahora solo estaban la familia, Amira aún estaba en la casa. Las mujeres estaban aún lado del salón y los hombres en otro.
Ferit miró a Sara que caminaba hacia los baños, este la miraba de arriba abajo sin cortarse un pelo. Ella arrugó su ceño, por la forma en la que le miraba.

—¿Quién es la chica que acaba de pasar? — le preguntó a Zayn, este miró hacia donde se fue Sara y sonrió.

—Sara, amiga de mi prometida. Te aviso, es muy distante y callada. — dijo el árabe.

—Me gustan, sumisa. — Zayn le miró con una ceja alzada.

—Esa mujer tiene de sumisa, lo que tú tienes de cura. — respondió. —Ten cuidado con ella, es amiga de Amanda.

—Tranquilo, seré un caballero ante esta dama. — la observó con lujuria. —Me encantaría lamer ese cuerpo y probar su sabor.

—Si, suenas todo un caballero. — ironizó Murak.

—Deja ya de follarla con la mirada y céntrate. — le reclamó Zayn. —Esa mujer aunque sea callada, se la ve con carácter y con muchas ganas de mandarte a la mierda.

—Por ella voy a la mierda y vuelvo. — todos arrugaron su ceño.

—Nunca he oído eso, pero hijo, te llevas la palma. — se rio se rieron.

Ferit se había encaprichado con Sara, la miraba con lujuria. Sara era muy callada y eso, le llamaba más la atención.

Amanda se había dado cuenta de las miradas que Ferit echaba a Sara, sonreía porque su amiga había llamado la atención de un hombre, Sara se merecía eso, tras lo que le había pasado en el pasado. Sara desde entonces, se había vuelto más fría, insegura y no confiaba en los hombres. Aún ella luchaba con su pasado para dejarlo enterrado atrás, pero el pasado siempre volvía para destruirla.
Para Ferit, tener la atención de Sara le iba a resultar difícil. Si quería algo con ella, tenía que luchar mucho para coger su confianza.

Los invitados se habían ido, ya solo se quedaron la familia que vivía en la casa. Sus primos también se fueron y se despidieron de todos.
Sara y doña Alba, se había quedado en unas de las habitaciones de invitados. Amanda se había ido a su habitación y por fin podía quitarse los zapatos, se hizo unos masajes en los pies, ya que no los sentía. Soltó un suspiro de alivio cuando sus pies tocaron el suelo frío, caminó hasta él espejo y se quitó el vestido.

Se puso de lado y tocó su vientre un poco abultado, lo acarició soltando una sonrisa. Su bebé estaba creciendo dentro de ella, sentirle crecer, formarse en su interior, era una experiencia imposible de explicar. Era maravilloso sentir eso, iba ser mamá con el hombre más maravilloso del mundo. Un hombre atento, cariños, amable, alegre y fiel. Un hombre qué daría lo que fuera por verte reír, un hombre que amaba a su hijo sin haberlo conocido. Tal vez ese bebé fue de penalti, pero desde el momento que supo que iba ser mamá, sabía que ese bebé era un regalo divino, un regalo que Dios les había dado.

La puerta fue abierta y Zayn la observó mirándose en el espejo y mirando su vientre. Él sonrió y caminó hasta ella, la abrazó por detrás y juntos con ella tocó su vientre.

—Ya se va notando. — dijo él, dejando un beso en el cuello de su prometida. —Ese bebé se está formando y va creciendo.

—Si, y no sabes lo maravilloso que es ver como mi vientre crece. — él sonrió.

—Esto lo hicimos nosotros, nosotros le creamos. — ella asintió.

—Serás un papá maravilloso y él o ella, te querrá. — lo miró y lo besó. —Serás el mejor papá del mundo, amor.

—Y tú, la mejor mamá, habibi. — la besó de nuevo. —Creo que hoy te dije algo y creo que ya es hora.

—Tus padres estarán despiertos, amor. — él negó.

—Mis padres, se toman una pastilla para dormir y cuando la toman en pocos minutos, están dormidos como monas. — eso hizo reír a Amanda. —Asi que, no te preocupes, habibi. Qué hoy tendrás, la dosis de sexo que tanto querías.

La llevó hacia la cama mientras la besaba el cuello, la tumbó y sin poner todo su peso, se puso encima. Ella mordió su labio al sentir los labios de Zayn sobre sus pechos, como bajaba por su vientre y llegaba hasta su vagina. Él sonrió y desde dónde estaba la observó con lujuria. Cogió los bordes del tanga y los deshizo por sus piernas, dejando que si coño estuviera frente a él.
Zayn la abrió las piernas y pasó su lengua por su zona íntima, Amanda soltó un gemido de placer arqueando su espalda. Agarraba la sábana con sus puños, Zayn la lamía de una manera exquisita y placentera.

La penetró con dedos y cuando ella iba a soltar un gemido alto, la tapó la boca. Movió sus dedos dentro de ella, para descontrolarla más. Sacó sus dedos de su vagina y lamios sus dedos, Zayn en la cama era muy activo y le gustaba ser un salvaje y a Amanda, le encantaba a eso.

Ella se puso de rodillas sobre la cama y Zayn de pies junto a ella. Amanda desabrochó su camisa y con besos sobre su torso, le fue desabrochando los pantalones. Zayn mordía su labio, le encantaba como Amanda se soltaba en la cama con él, que no rechistara en nada.

Amanda se metió la polla en la boca y fue moviéndose, se metió la polla hasta la garganta y soltó una arcada. Zayn la cogió del pelo y la follo la boca, viendo cómo Amanda, soltabas arcadas seguidamente y sus ojos llorosos.

La puso a cuatro patas y la follo, ambos soltaban gemidos no muy altos. Tenía que tener cuidado en no gritar mucho, no hasta que no se casarán. La cogió de las caderas y la follo con más rapidez, la dio una azote en el culo y sus penetraciones fueron más rápidas y seguida. La cogió del pelo porque estaba apunto de correrte y poco después, ambos se corrieron. Amanda dejó su rostro sobre la cama, él sobre su espalda y cogiendo aire.

Zayn salió de ella y Amanda se giró para mirarlo desde la cama. Zayn sonrió y se puso a su lado, se cogieron de la mano y se besaron.

—Esto es maravilloso. — dijo él. —Me encanta como te envuelves en la cama.

—Tu me has pervertido. — Zayn rio. —Te quiero.

—Y yo a ti, Habibi. — la besó.

Ambos se había quedado dormidos en la misma cama, el cansancio les hizo caer sin pensar que no podían dormir juntos.

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Hola, nenas. Aquí tenéis otro capítulo de Zayn y Amanda, espero que os guste.

Os deseo feliz día aunque en España es de noche, besos desde mi país, os quiero.

Nos leemos pronto



Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora