Capítulo//36

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Después de dos semanas, el matrimonio tomaba rumbo a Arabia.  Ninguno deseaban irse, Grecia era una ciudad muy bonita y habían conocido lugares preciosos. Tenían que regresar, porque tenían responsabilidades.
Del desconocido no había vuelto a saber nada, no lo volvieron a ver rondando por donde ellos iban, eso lo agradecían. Porque pudieron conocer Grecia, sin miedos.
Amanda se había enamorado de Grecia, de su ciudad, sus playas, sus comidas, su gente y lo hermoso que era todo.

Durante el camino a Arabia, ella se había quedado dormida. Zayn frente a ella, haciendo su trabajo con la tablet. Amanda se empezó a mover y él la observó de reojo, ella empezó a buscarle con la mano y Zayn con una sonrisa, se levantó y se puso a su lado. Cuando ella noto a su marido al lado, volvió a dormir tranquila.

En la casa, todos les recibieron con una sonrisa. Doña Alba se acercó y tocó el vientre de su nuera, para darle un beso en la mejilla.

—Como va crecido el pequeño. — la dijo el su idioma natal, pero Zayn las entendía. —¿Qué tal la luna de miel?

—Bien, es hermoso, nos ha dado pena irnos. — respondió la joven. —Pero Zayn me ha dicho que volveremos.

—Si, iremos otra vez, pero está vez con el bebé. — dijo Zayn.

—Hijo, perdona que interrumpa. Pero necesito hablar contigo. — Zayn asintió con el ceño fruncido, se disculpó con las chicas y siguió a su padre.

—Abuela, ¿Ha pasado algo? — preguntó preocupada.

—No, que yo sepa. — respondió. —Zayn te lo constará luego. — Amanda asintió.

Amanda se había quedado pensativa, después de que Zayn se fuera con su padre. Su suegro estaba muy serio, para ser tan alegre.
Se mordía el labio de los nervios, la tenía preocupada, llevaban tiempo encerrados en el despacho.
«Tal vez, pasaba algo malo, más amenazas y lo estaban solucionando.» pensó ella.

Amanda se puso a jugar con su abuela al dominó, su abuela quería distraerla y la única solución era jugar.

—Padre, ¿Cómo puede ser eso? ¿Madre no vio nada? — exclamó cabreado.

—No lo sé, Zayn. Esa caja estaba en la puerta, vimos las cámaras. Sabemos que era un hombre, pero tenía la cara tapada. Nos enviaron una cabeza decapitada, Zayn, una cabeza de perro. — Zayn llevó sus manos a la cabeza. —Con esa caja venia una nota.

—¿Qué decía la nota, Padre? — preguntó interesado. Su Padre saco la nota de su bolsillo y lo leyó.

—Protege a tu familia. — era una advertencia, Zayn cogió la nota y lo leyó, miraba de quién podía ser la letra.

Pero no conocía la letra, se mordió el labio conteniendo la rabia, pegó una patada a la silla que tenía al lado y cayó al suelo. Su pecho subía a bajaba, con la respiración agitada.

—Padre, no se lo digáis a Amanda, no quiero que se estrese. — dijo y su padre asintió. —Esta de cinco meses y no quiero que pase nada malo.

—Hijo, no la ocultes nada. — Zayn negó.

—No se lo ocultaré, se lo diré con tacto y con calma. — respondió. —Aún no sé quién nos amenaza y va detrás de nuestra familia.

—Zayn, vamos a encontrarlo. He contratado a un detective privado y la policía está en aviso. — calmó a su hijo.

—Iré a ver a Amanda, que no vea esa maldita caja. — la señaló. —Y...

Una señora entró en el despacho corriendo y con  lágrimas, eso alertó a los hombres.

—¿Qué pasa? — exclamó Zayn

—Señores, doña Alba, se... Se... Se ha desmayado.  — los hombres salieron del despacho corriendo.

Cuando llegaron al salón, Amanda estaba llorando junto a su abuela inconsciente. Doña Alba estaba en el sofá con sus ojos cerrados.

—¡Llamad a una maldita ambulancia! — ordenó acercándose a doña Alba. —Habibi, déjame, tranquila.

—Zayn, no quiero que la pase nada, ella es todo lo que tengo, por favor. — suplicó con lágrimas.

—Habibi, respira. — la acarició la mejilla. —Ella es muy fuerte y se pondrá bien.

La ambulancia llegó y se la llevaron, Amanda fue con ellos en la ambulancia. Zayn y sus padres, le seguían con el coche.
Cuando llegaron, Amanda y los demás se quedaron en la sala de espera, mientras atendían a doña Alba.
Amanda lloraba desconsoladamente, suplicando que su abuela estuviese bien, que no se fuera. Zayn estaba a su lado, abrazándola y dándole apoyo. Zayn también estaba preocupado, deseaba llorar, pero se mantenía fuerte por ella.
Sus suegros también estaban preocupados, había congeniado mucho con doña Alba y se pasaban las horas largas juntas.

Pasaba las horas y nadie salía a decir nada, ellos ya estaban desesperados por saber algo de la mujer. Amanda, seguía llorando. Zayn la tuvo que comprar un té para calmarla, ya que no paraba de llorar.

Vieron a un hombre con una bata blanca, acercarse a ellos, Zayn se levantó y luego los demás.

—Doctor, ¿Cómo está mi abuela? — preguntó la joven, mirando aquel hombre.

—¿Pueden acompañarme a mi despacho? — preguntó y ellos asintieron. Fueron detrás del médico, y se encerraron para poder hablar, Amanda se sentó y Zayn a su lado, mientras sus suegros, se quedaron pie esperando que dijera algo. —Verán, le hemos hecho pruebas a la señora Alba. Al parecer la señora Alba padece de leucemia desde hace 7 años y se lo han detectado tarde. — Amanda se llevó las manos a la boca, aguantando un sollozo. Zayn dejó caer sus lagrimas, ya no podía contenerlas. 

—¿Hay algún remedio? Quimioterapia. — el médico negó.

—El cáncer está muy avanzado, la quimioterapia se haría en el inicio que se detecta el cáncer. Su abuela rechazó la quimio, ella no quiso hacérsela. Me he puesto en contacto con él médico de España y me ha dicho todo lo que la señora Alba, se ha negado hacerse. — Amanda negaba llorando, sujetando su pecho. —Señores, yo... Lo siento mucho, ella no pasará de esta noche.

Amanda cayó al suelo de rodillas,  llorando desconsoladamente, Zayn se puso a su altura y la abrazó, llorando con ella. Sus suegros también lloraban, doña Alba se iría con Allah. Dejaría a su nieta y se iría con su marido y su hija.

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Hola, bellas. Aquí tenéis otro capítulo de Zayn y Amanda, espero que os guste.

Decidme, ¿Mucho dolor por la perdida de doña Alba? El drama será en el próximo capítulo.

Espero que os haya gustado el capítulo, besos desde España, nos leemos pronto

Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora