Capítulo// 13

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Maratón 2/5

Zayn y Amanda salieron de la casa, muy juntos. Hassan les miró y tenía ganas de decirle a su jefe lo que pensaba de ella, pero tenía que tener el pico cerrado. Hassan les abrió la puerta y ella subió primero y Zayn después. Hassan rodeo el coche y subió para después arrancar.

—Al restaurante italiano, Hassan. — dijo el árabe

—¿El de la otra vez, señor? — este asintió ya que Hassan le observó por el retrovisor.

Hassan puso rumbo al restaurante, mientras la pareja, se mantenían juntos en el coche.
Amanda, se olvidó de su mal estar, pero sabía que en cualquier momento, la volverían a molestar. Ahora quería centrarse en estar con él y pasar tiempo. Aunque mañana se iría con él a conocer a sus suegros, estaba nerviosa, no sabía cómo les iba a caer. Aunque Zayn le dijo que eran personas maravillosas.

—¿Te encuentras bien? — preguntó este cuando la vio callada.

—Si, sólo pensaba. — respondió.

—Pues me gustaría saber que pensaba mi Habibi. — ella sonrió y se apoyó en el hombro del árabe. —¿Qué te perturba?

—Pensaba en si les voy a caer bien a tus padres, ellos no me conocen y no sé...

—Mi vida, ya te dije que ellos no miran nada. — la interrumpió. —Mis padres en el momento que te conozcan, estarán encantados contigo, como yo lo hice la primera vez.

—Lo sé, pero no sé, tal vez por ser una ignorante en el mundo de la realeza, me vean tonta. — él la hizo mirarle.

—Escúchame, no eres tonta, jamás lo digas. — exclamó. —Eres una mujer maravillosa, trabajadora, adicta al trabajo. Alegre, sonriente, feliz y con una personalidad que llama a cualquiera. — la besó. —Asi que puedes estar tranquila, que ellos te amaran.

Amanda no dijo nada más, él tenía razón, no debía ser negativa y pensar positivamente. Tenía que ser ella misma y ser como siempre lo fue, no debía preocuparse de que la gente hablé mal de ella.

Cuando llegaron al restaurante, Hassan les volvió abrir la puerta. Zayn salió y como todo un caballero, la ayudó a salir del coche. Cogidos de la mano, fueron hasta las puertas del restaurante italiano.
Cuando entraron en camarero al verle, sólo hizo una reverencia.

—Principe Zayn, su mesa está lista. — este asintió y fue hacia la mesa que el camarero les tenía preparados. —Aqui es, que tenga buen provecho.

—Gracias. — agradecieron los dos a la vez.

Se sentaron uno en frente del otro, mientras el camarero les dio la carta.

—¿Que desean beber?

—Para la señorita agua y para mí una copa de vino, del mejor que tenga. — el camarero lo apuntó su se alejó.

—Esta vez, ¿también pediste una mesa privada? — preguntó ella mirado la carta.

—Si, no me gusta estar con tanta gente mirándome. — respondió.

—Es normal que te miren, eres un príncipe conocido en el mundo. — él la miró con los ojos entrecerrados. —Eres el hijo del rey de Arabia.

—Lo sé, de eso no me quejo. Pero no me gusta comer con gente que me este mirando. — exclamó. —Que me vean mientras como, como si no hubiesen más cosas por ver.

El camarero volvió, con las bebidas y se volvió alejar.

Ella miraba la carta, el hambre que tenía eran inmensas. Si fuera por ella, se pediría la carta entera.
Zayn hacia lo mismo, había mucha variedad y con ganas de comerse todo con la pinta tan rica que tenía.

El camarero volvió al poco tiempo para tomarles el pedido.

—Para mi, unos macarrones con ensalada. — dijo ella.

—Para mi unos macarrones a la boloñesa. — dijo esté. El camarero asintió y llevó las cartas.

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Llegaron a la casa después de haber comido, estaban super llenos. Había comida de maravilla y tenía ganas de tumbarse. Lo mano de comer tanto, era que el sueño te envolvía y deseabas dormir. Sobretodo para Amanda, que tenía el sueño constante y siempre quería dormir por horas largas

—¿Abuela? — llamó, pero la mujer no contestó.

—Tal vez, aún no ha llegado. — habló Zayn.

—Seguramente. — susurró la joven.

Ambos subieron a la habitación y Amanda dejó su bolso en el sofá que había en una esquina. Se quitó los zapatos y se sentó en el borde de la cama.
Zayn hizo lo mismo, se quitó la camisa y el cinturón. Dejó su torso desnudo frente a la española, ella lo miró y mordió su labio inferior. Zayn sonrió y se acercó a ella, la cogió del cuello levemente y la tumbó en la cama para ponerse encima de ella sin poner todo su peso.

—¿Tu abuela, suele tardar? — preguntó besando su cuello.

—Depende. — soltó un gemido. —Pero creo tenemos tiempo.

Zayn beso su boca, metiendo su lengua en la boca de Amanda. Ella llevó sus manos hasta el botón de su pantalón y lo desabrochó, Zayn quedó en boxer, donde se podía notar su polla sobre aquella tela.
La abrió de piernas y se colocó en medio de ellas. No dejaban de besarse, era como si estuviesen pegados.
Zayn la fue desnudando, no quería perder tiempo,no sabía cuánto tardaría doña Alba en llegar a casa. Por eso lo quería hacer rápido, la necesitaba urgentemente.

Ambos desnudos, sobre aquella cama. Zayn entre medias de sus piernas, con su polla dura sobre su vagina. Ella se restregaba sobre su polla, sintiendo su roce.

Zayn apretó sus pechos con sus manos y se los llevó a la boca, jugando con sus pezones.
Cogió su polla y la penetró, con calma. Amanda arqueó la espalda, cuando sintió su tacto. Soltó el gemido que tanto él esperaba, se movía en su interior, con suavidad. La hacia suya otra vez, dejaba su huella en cada poro de su piel. Amanda dejaba su olor dulce sobre él, marcando su territorio.

Zayn la agarró de la cintura y la follo con más intensidad, salía y entraba una y otra vez, dejando escapar sus gemidos. Esas ganas que se tenia, lo estaban demostrando en aquellas cuatro paredes, esa habitación que era testigo de tanta pasión y lujuria.
Cuatro movimientos más y ambos se corrieron, Zayn soltó su semen en su interior, sacando todo lo que tenía guardado. Escindió su rostro en el cuello de Amanda para recuperar el aliento. Ambos estaban sudando y su pulso acelerado.
Salió de ella y se puso a un lado de la cama, apartaron la sábana y se metieron dentro de ella para tapar su desnudez. Se dieron el último besó y abrazados, ambos cayeron dormidos por el cansancio.

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Hola, bellas,

Aquí tenéis otro capítulo.

Si me perdonan, me gustaría subir los tres capítulos que quedan mañana, ya que aquí en España son la 1:00 de la madrugada y tengo que madrugar.

Mañana os doy los tres capítulos que quedan. Perdonadme, pero el sueño puede conmigo.

Espero que os guste...

Besos desde España, nos leemos mañana.

Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora