Capítulo// 06

17.7K 1K 24
                                    

Amanda le miró sin decir una sola palabra, no podía soltar una. Tenia mucha vergüenza, ¿Cómo se lo diría? Si anoche no pensó en nada,  solo estaba caliente y no le dijo nada. 

—¿Me vas a responder? — pidió mirándola. 

Amanda se acercó a la cama y se sentó, con la mirada de él,  observando sus movimientos.

—Si, creo que la marcha, te lo dice todo. — respondió.


—¿Por qué no me lo dijiste? — preguntó acercándose a ella.


—Porque entre el alcohol y la  borrachera, no pensé. También... eh... bueno... el... el calentón que teníamos,  no pensé en mi virginidad.  — habló tartamudeando, Zayn en cambió,  sonrió. 

—Pero hubiese sido más cariñoso.  — se puso frente a ella, poniéndose de cuclillas. —¿Te hice daño?

—No, no me lo hiciste. — le sonrió para tranquilizarlo. —Me... me gustó.  — bajó la cabeza, él, acto seguido, la cogió de la barbilla para levantarlo

—No te avergüence nunca de decir lo que sientes.  Ser virgen no es nada malo, nunca bajes la mirada.  — ella le miró a los ojos y asintió. —También decirte que he buscado por toda la habitación y no he encontrado el condón, por eso, en concluido que no usamos. 

—Por eso también esta mañana me he ido. He ido a la farmacia a comprar la pastilla del dia después.  —Dijo. —Asi que no te preocupes, yo quiero saber algo. — Zayn asintió.  —Después de lo de anoche, ¿Qué pasará entre nosotros?

Zayn la miró y mordió su labio, él era de Arabia, tenían una gran distancia y él no creía en las relaciones a distancia. Él para tener una relación, tenía que ver a la novia todos los días y no una vez al mes.

—Amanda,  yo soy árabe, ya lo sabes. De Arabia a España, hay una gran distancia. Yo vengo a España mucho, con eso, no digo que vengo todos los meses. Suelo venir en primavera, verano o cuando tengo una reunión real. Yo no creo en las relaciones a distancia, porque pueden pasar muchas cosas. Yo si llego a tener algo contigo, querría verte todos los días  y tenerte a mi lado. Dime, ¿Cómo lo haríamos? — habló mirándola.

—¿Sólo querías una noche conmigo? — negó.

—No, quiero más contigo. Pero tendría que ser el tiempo que este aquí.  — respondió. —Desde que te vi, fuiste la culpable de estar distraído. — se sonrieron. —Eres la primera mujer, que entra en mi cabeza y no sale. — acarició su mejilla. —Podemos hacer algo, no sé. Cenar, tour por Canarias, lo que quieras.

—¿No tienes compromisos?

—Si, pero a las seis, habré acabado. ¿Qué dices? ¿Una cena? — ella asintió. —¿A qué hora acabas? ¿Tu  jefes es muy estricto? — ella sonrió,  él aún no sabía mucho.


—No, de hecho, hago lo que quiero. Salgo cuando quiero y trabajo cuando quiero, no tengo horarios. — él arrugó su ceño. —Pero trabajo porque quiero y porque no me gusta estar parada.

—No entiendo. 

—Que yo soy la dueña del hotel. — él  la miró con asombro y sin pestañear. —Bueno, en realidad es mi abuela,  pero es mayor y me ha puesto a cargo.


—Espera, espera un momento.  — la paró para asimilar las palabras.  —¿Eres la dueña? — ella asintió.  —Entonces, ¿Qué haces trabajando como mucama?


—Como te he dicho,  me gusta trabajar.


—Si, pero siendo la dueña,  puedes tener otro trabajo. Recepción,  contabilidad, no sé, otra cosa que no sea limpiar. — exclamó.

—No me digas, que eres de los que desprecia el trabajo de mucama. — ella le miró con seriedad.


—No, soy de los que dicen, que todos los trabajo con signos. — aclaró.  —Lo digo porque es un trabajo es duro.

—¿Y que trabajo no es duro?


—Exacto, todos.  Pero limpiar habitación donde matrimonios, parejas e incluso hombre o mujeres que son infieles y vienen aqui, tú eres la encargada de limpiar todo. — respondió.  —No me gusta mucho.


—Pues seguiré trabajando de esto, a no ser, que yo quiera cambiar, no porque me lo digas tú. — el sonrió,  le habia gustado eso. —¿Por qué me miras asi?

—Me ha gustado eso que has dicho. Qué si cambias es porque tu quieres, no porque lo demas lo desean. Eso dice mucho. — el teléfono de la joven sonó.

—Tengo que irme, esta noche nos vemos.

—Te recojo a los ocho. — dijo. —Dime donde y allí estaré. 

Ella fue hacia la libreta, y le dejó escrito la dirección de su casa. Rompió la hoja y se lo dio.

—Nos vemos luego, príncipe Zayn. — salio de allí y por primera vez, no tartamudeo.

Amanda estaba super alegre, en la mirada se la veía esa felicidad y ese brillo, tenía nombre y apellido.
El culpable era ese árabe, ese hombre era todo un caballero en todos los sentidos. Correcto, educados y sabía escoger las palabras correctas. Fue honesto, fue sincero. Él dijo que una relación a distancia, no es lo que quería. Ella estaba también de acuerdo con él, una relación a distancia, tal vez, no funcionaria. 

Llegó a recepción y había gente en la barra para pedir una habitación,  había gente en el lobby. En el sofá,  con sus hijos.

Amanda se acercó y ayudó a su compañera.

Les dio las llaves a los clientes que habían reservado la habitación,  pero de pronto, vio a Zayn salir con sus escoltas. La gente de ahí le conocían y le miraban, muchos grababan y otros cuchicheaban.

Zayn la miró y con una sonrisa y la guiñó un ojo, sonrojando a la joven. Vio como él  desapareció por las puertas, viendo a la gente mirarle sin parar.

—El príncipe de Arabia Saudí, esta aquí. ¿Lo viste Papá? — dijo una mujer de la misma edad que Amanda.  —Ese hombre hermoso,  es guapo de arriba abajo. 


Amanda sonrió ocultando su rostro. Sabía que cualquier mujer se volvería loca por él, incluso ella cayó. Pero la diferencia es qué esa mujer no tendria nada, excepto en su imaginación. En cambio Amanda, lo habia tenido en la cama, con él perdió su virginidad y estaría cenando, comiendo con él.

No era celosa, pero esos comentarios de mujeres salidas, no le hacían gracia.

********

Hola,  bellas. Aqui tenéis otro capítulo de Zayn y Amanda,  espero que os haya gustado.

Decidme, os esta gustando como va a avanzando la historia,  aún queda muuuuuchoooosss capítulos.  Queda mucho por leer, tanto amor, sexo, violencia,  envidia y drama.

Aqui podéis saber quien soy y mis historias.  Instagram: lorena.g.munoz

Besos desde España

Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora