Capítulo//10

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Amanda seguía con el teléfono en la oreja, emocionada y feliz. Él había contactado con ella, la había llamado y ahora lo más importante era decirle que estaba embarazada. Que la pastilla del día después, había fallado. Tenía miedo de su reacción, era una espinita que tenía clavada en su pecho.

—¿Qué tal estás? — habló ella, ocultando su nerviosismo. —Has podido contactar conmigo.

—Si, tuve que investigarte, si no, imposible. — ella sonrió. —Lo importante que ya tengo tu número. Contestado a tu pregunta, si, estoy bien. ¿Tú cómo estás?

—Bien, algo agotada y enferma. — Zayn, arrugó su ceño.

—¿Enferma? ¿Qué te pasa? — preguntó preocupado.

—Zayn, hay algo que tengo que decirte. — tenía que decírselo, tenía que sacar el valor. —No sé si podrás, pero, ¿Puedes venir a España? Tenemos que hablar.

—¿Ha pasado algo? Amanda, ¿Tú abuela bien?

—Si, ella esta bien. Es de nosotros, Zayn. — la voz de Amanda, le estaba preocupando y poniéndole tenso..—¿Puedes viajar?

—Si, puedo, estoy en Alemania. — respondió. —Pero aún, estoy preocupado. ¿Es muy importante?

—Si, es importante. — él mordió su labio.

—De acuerdo, iré mañana a España y hablaremos. — ella asintió, como si él la estuviese viendo. —Descansa, Habibi. Mañana nos vemos, Besos. — colgó.

Amanda,  le notó raro después de decirle que tenía algo muy importante que contarle. Parecía que estaba algo extraño con ella, pero también puede ser por su trabajo de realeza. No quería hacerse idea erróneas, tenía que pensar positivamente.

Zayn por una parte, se había quedado pensativo. Hablar con Amanda y notarla de aquella forma, tan distante. Lo que más le removía en la cabeza, fue decirle que quería hablar con él de algo importante. Que estaba enferma. «¿Qué te ocurre, habibi?» Pensó.

Zayn cogió su teléfono y marcó el número de su escolta real, el hombre no tardó en contestar.

—Dígame, joven príncipe. — Zayn puso los ojos en blanco.

—Quiero que el jet privado, este preparado para mañana a las nueve de la mañana, ni un minuto más ni uno menos. — exclamó.

—Si, príncipe. — Zayn colgó.

Zayn fue  hacia la cama y se tumbó mirando el techo, mañana estaría con ella y hablarían de lo que ella quería. Pero lo más importante, es que la veria y estaría con ella. La echaba de menos y de una manera inexplicable. Cerró sus ojos, quedando profundamente dormido.

Su teléfono sonó y abrió sus ojos, no se enteró en que momento cayó dormido, pero el reloj marcaba las ocho de la mañana. Se levantó y fue directo al baño, Zayn tenía la costumbre de levantarse y darse una ducha. Si no lo hacía, se sentía incómodo durante todo el día, era su una rutina diaria.

Encendió la llave de la ducha y se fue quitando la ropa que tenía puesta, entró en ella y el agua caliente, caló su cuerpo. Se relajó, durante unos poco minutos, dejando que el agua calara cada poro de su piel.

Enredó una toalla en su cintura y salió del baño, en el cuarto, estaba uno de sus escoltas esperándole.

—Buenos días, Hassan. — saludó el árabe.

—Buenos días, príncipe. — respondió con una leve reverencia. —Siento interrumpirle, pero quería que supiera, que el jet le está esperando.

—Perfecto, me visto y salgo. — habló yendo hacia su ropa. —Hassan, puede coger mi maleta y llevarlo al coche.  — el hombre asintió y salió de la habitación con la maleta del príncipe.

Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora