Habían pasado dos semanas desde que Zayn se había ido, ninguno volvió a saber del otro. Amanda pensó muy tarde que no le había pedido su teléfono y aunque lo mirase en las fichas de los clientes que se hospedaron, no salía él. Había hecho la reserva otra persona, pero Amanda no quería llamar, no sabía con quién iba hablar.Desde que se fue, ella se volvió algo triste, le echaba de menos, no lo iba a negar.
Pero más se preocupaba por su salud, se había notado más pálida y notaba cómo su sueño había aumentado. No sabía el motivo, pero tal vez trabajar tanto, sin parar, tenía algo que ver.—Buenos días, chicas. —saludó Amanda con una sonrisa, cuando llegó a recepción. —¿Cómo estáis?
—De lujo, pero te veo muy pálida. ¿Estás bien? —dijo su Sara.
—Si, tal vez es, porque tengo sueño todo el tiempo y me noto más cansada. — respondió.
Amanda, no rendía, trabajaba muchas horas y aunque no lo reconocieramos, muchas veces el cuerpo te decía: "basta." Que necesitaba descansar. No podía meterle tantas horas al cuerpo sin un descanso, tenía que darle paz y dormir lo que el cuerpo te pidiera.
—¿Por qué no vas al médico? Tal vez te digan lo que tienes. — está negó. —No seas cabezona, estás pálidas sin sentido, no es buena señal. No te cuesta nada ir y que te hagan algunas pruebas.
—Si sigo igual, iré, pero de momento no. — exclamó.
Ella cogió el carrito de la limpieza y salió allí para comenzar su trabajo.
Por otra parte Zayn, encerrado en el despacho con otros hombres y su padre. Organizaba su próximo viaje, pero él no escuchaba. Aunque físicamente estuviese ahí, su cabeza estaba en otra parte. Pensaba en ella, en la española, la echaba de menos. Había enviado a investigarla, había sido tan tonto que no le pidió el teléfono. Pero antes de hacer ese viaje, necesitaba su número. Quería saber de ella, saber cómo estaba. Rogaba para que ese informe, llegará a tiempo.
—Hijo, ¿Cuándo te irás? —preguntó, su padre, sacándole de sus pensamientos.
—En tres días, pero estoy esperando unos papeles. — respondió. —Espero que me llegue a tiempo.
—¿Qué informe? ¿Es importante? — esté negó, tranquilizando a su padre.
—No, no es importante. —habló, con una sonrisa. No quería dar explicaciones. —Es algo que necesito yo.
—De acuerdo. — no habló más.
Su padre sospechaba que su hijo callaba algo, él no era así. Veía a su hijo es otro mundo y él no lo contaba. Dejaría que su hijo se abriera, cuándo él viese la oportunidad.
—El príncipe Zayn, se irá en tres días, como ha comentado. Tiene dos reuniones allí, más un subasta. — Zayn, arrugó su ceño.
—¿Una subasta de qué? — exclamó.
—De arte. — esté, asintió. No tenía ni pajolera idea de arte, nunca le llamó la atención. —Se reunirá con el jeque de Eslovenia y con el Príncipe de Italia, pero se reunirán todos en la misma ciudad, Alemania.
—Perfecto, en tres días estaré allí. — los señores asintieron y salieron del despacho.
Zayn se quedó sólo, miraba aquella puerta fijamente.
«Me gustaría saber de ti, habibi.» pensó él, sonriendo.
Extrañaba su sonrisa, sus gestos, su voz, su forma de ser. Extrañaba sus abrazos, sus besos, su cariño, sus caricias. Deseaba volver a verla.
Amanda estaba tumbada en la cama, las náuseas y el mal estar que sentía, tuvo que irse del trabajo para ir a casa y echarse. No entendía el porqué se encontraba de ese modo.
Aquella puerta fue abierta y entró su abuela, Amanda miró y vio como su abuela caminaba hacia ella para sentarse en el borde de la cama.
—Cariño, tuve que salir a comprarte algo, pero antes me dirás una cosa. — Amanda la miró y asintió. —Cuando te acostaste con ese hombre guapo, ¿Tomaste algún método anticonceptivo?
—Me tomé la pastilla del día despues, ¿Por qué? —su abuela sacó una cajita de la bolsa. —Abuela, es un test de embarazo.
—Mira, entonces, ya sabes que hacer. — respondió.
—Abuela, me tomé la pastilla, no puedo estarlo. — la mujer negó.
—No te fíes de una pastilla. — la dio la caja. —Entra.
Amanda cogió la caja con temor, ella no podía estar embarazada, era imposible. Pero lo haría para calmar a su abuela. Se levantó de la cama y fue a su baño privado, cerró la puerta y abrió la caja, no sin antes leer las indicaciones.
Cuando lo leyó, hizo pis en el aparato y como decía la caja, lo dejó en el horizontal.
Poco después, la primera línea, se vio reflejada, para luego mostrarse la otra. Ella miró la caja de nuevo y vio que las dos rayas eran positivo. Se llevó las manos a la boca y empezó a llorar, estaba embarazada de Zayn, esperaba un hijo suyo.
Lloró de miedo, miedo a no ser una buena madre, si Zayn no se haria cargo.Salió del baño y la abuela al verla de aquella manera, la abrazó. Adivinó que su nieta, estaba embarazada.
—Tengo miedo, abuela. —lloró en su pecho. —No sé si seré buena madre.
—Lo serás, serás una increíble mamá y yo una bisabuela muy feliz. —la dio un beso en la frente. —Pero él debe saberlo.
—¿Y si no lo quiere? ¿Y si no quiere hacerse cargo? — preguntó con cierto temor.
—No tuve el placer de conocerlo, pero lo que vi hace unas semanas, pude ver que ese hombre volvería a ti sin pensarlo. —limpió sus lagrimas.
—El problema es que no tengo su número personal. — la abuela la miró con el ceño fruncido. —No pensamos en ello.
—Es las reservas del hotel.
—Lo miré, pero no hizo la reserva con su teléfono personal. — respondió sentándose en la cama.
—Pues te ayudaré a encontrarlo, mi niña, no estás sola. — la abrazó de nuevo.
Tres días después y Amanda no logró saber el teléfono de Zayn. Era como un fantasma, no había nada de él y ya no supo como hacerlo.
Tenía que decirle que iba a ser padre, pero él estaba muy lejos.
Su mal estar, seguía presente y no fue a trabajar, tuvo que quedarse en casa y metida en la cama.
Pero ya sabía el motivo, tenía a un ser humano, creciendo en su interior.Su teléfono empezó a sonar y vio un número que no tenía guardado. Dudó en cogerlo, pero al final si lo hizo.
—¿Hola?
—Hola, Habibi. — ella sonrió, él, él había contactado con ella.
—Zayn...
Continuará...
***********"***
Hola, bellas.
Aquí tenéis otro capítulo de Zayn y Amanda, espero que os guste.
Perdonad el retraso, estado con la familia. Ya llega el buen tiempo en España y ando de aquí para allá.
Espero que os guste este capítulo.
Decidme, ¿Cómo se tomará la noticia Zayn? ¿Se hará cargo? ¿Viajará para verla? Os leo.
Besos desde España, nos leemos pronto
ESTÁS LEYENDO
Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDO
RomanceZayn Assim Asghar, un príncipe de Arabia Saudí. Un hombre familiar, honesto y que odia las mentiras. Tras un viaje a España, conocerá a una mujer. Sin saber que esa mujer, le iba a dar un giro inesperado a su vida. Ella disfruta, ríe, vive. Ella se...