Zayn había ordenado aumentar la seguridad de Amanda, no iba arriesgarse a que la pasara algo. Aunque a su amada prometida, no le iba hacer gracia, pero aún así, él iba a aumentar su seguridad.
El mensaje que había recibido, aún le había puesto los pelos de punta. No podía saber con seguridad quién era, ni tenía pruebas, ni nada. Pero lo iba a descubrir cómo fuese.La cosa aquí era, como se lo iba a contar a Amanda, como le iba a decir que iban detrás de ella. Nunca le había pasado tal cosa, nunca le habían amenazado y ahora sí lo estaban haciendo. ¿Quién era el cabrón de los mensajes? Zayn no se podía responder, por mucho que lo pensara, no iba a tener respuesta de ello.
Zayn se levantó y se sirvió una copa de whisky, se acercó al balcón del despacho y observó la ciudad de Arabia. Esas vistas, eran una relajación, ver la ciudad desde aquella distancia.
Unos toques en la puerta, le saco de su burbuja. No respondió, pero por esa puerta entró Hassan.
—Señor. — Zayn le miró por encima de los hombros. —Tiene visita.
—No estoy para nadie, Hassan. — respondió con seriedad.
—Es la joven, Miliana. — Zayn sonrió por lo bajo y negó.
—Hassan, dile que no estoy para nadie y menos para ella. — exclamó girándose.
Miliana habia aparecido por la puerta sin tener el permiso de nadie, Zayn la miró con seriedad, ya que eso no le gustaba.
—Miliana, no sé cómo te comportas en tu casa, pero en la mía antes de entrar, necesitas el permiso. — la reclamó y ella bajó la mirada. —No estoy para escuchá gilipolleces ni tonterías.
—¿Estás bien? — se acercó a él y Hassan salió para dejarles solos. —Te veo muy tenso.
—Estoy bien, Miliana. Dime a qué has venido y te vas, por favor. — se cruzó de brazos desde el asiento. —Si Amanda viene y te ve aquí, no lo va a tomar bien.
—Es muy celosa, no te viene bien una mujer así. — el árabe levantó su ceja.
—¿Me lo dices tú? Qué vas detrás de mí como una gata en celo, que busca que mi prometida te dé otro zasca. — se burló. —Ademas, antes de decir eso de Amanda, lávate la boca. Amanda puede ser muchas cosas, pero celosa nunca.
Miliana, se acercó a él y se apoyó en la mesa de una forma seductora, Zayn la miraba sin comprender lo que pretendía.
—Aun sé, que sientes algo por mi. — dijo seductoramente. —Puedo hacer la prueba.
Zayn iba a decir algo, pero los labios de Miliana los cerró de un beso. Zayn la quiso apartar, pero era imposible.
—¡Ni se te ocurra volverme a besar! — la gritó. —¡Estoy prometido, Miliana! ¿En qué coño piensas?
—Porque te amo y me duele saber que otra te toca, que otra va ser tu esposa. — soltó sus lagrimas. —Zayn vuelve conmigo.
—Miliana, lo que tuvimos, ya pasó, supéralo de una vez. — la alejó de él. —Amanda en la mujer de mi vida, con que quiero envejecer y tener hijos.
Ella se acercó a él y lo volvió a besar, pero está vez, Amanda paso muy alegre al despacho, pero su sonrisa se borró cuando vio aquello. Zayn la miró con temor, negando lo que había visto sin decir una palabra.
—Miliana, como princesa de Arabia Saudí, te prohíbo la entrada a palacio de la realeza Assim. — Miliana borró su sonrisa y negaba asustada. —Tienes totalmente prohibido, la entrada, las invitaciones de nuestra familia y si vuelves aparecer, me encargaré de que te arrepientas.
—Zayn, no puedes permitir esto, por favor. — Zayn miró Amanda y ella le miraba con advertencia.
—Ya la has escuchado, Miliana. — ella negó. —Te advertí de lo que pasaría si pasabas la línea y no me quisiste hacer caso.
—Por favor, no.
—¿Sales por la buenas o por las malas? — se cruzó de brazos. —Te recomiendo la primera opción, la segunda, no te gustará.
Miliana con rabia y coraje salió de allí, para dejar a la pareja sola. Amanda miraba a Zayn con mucho enfado, mientras él, la miraba con temor.
—Habibi, lo que has visto no es como imaginas. — se acercó a ella. —Te juro que ese beso, no me lo estaba.
—Parece que tengo que ser yo, la que eche a esa mujer de palacio, porque tú no tienes los cojones necesarios para hacerlo. — exclamó. —Te creo, Zayn, pero que tengamos que llegar a esto para echar a esa mujer de aquí.
—Jamas te llevaré la contraria, nunca. — quiso besarla pero ella se apartó.
—Antes de besarme tendrás que lavarte la boca muy a fondo. — abrió la puerta. —Y tienes prohibido acercarte a mí en una semana. — el abrió sus ojos como platos. —Asi aprendes a parar los pies lo antes posible. — salió de allí para dejar a Zayn confundido.
Amanda se había comportado como una princesa, nunca se bajaba a su nivel, pero si te ponía la cosas claras. Y se había cansado de esa mujer, de cómo se insinuaba aún sabiendo que estaba comprometido. Así que Amanda, tuvo dejarla en su lugar. Pero Zayn estaba mal, ella se había enfadado con él, ya que no tuvo el valor de dejarle claro las cosas ni de echarla de su casa.
Cuando salió del despacho, la vio con su abuela tomando un café. Amanda le miró de reojo y le dio un sorbo al café. Zayn se acercó a ella y saludó a doña Alba cómo siempre lo hacía.
—¿Qué le ha parecido Arabia, doña Alba? — la mujer le sonrió.
—Precioso, pero con un calor de muerte. — dijo ella. —Pero, ¿Ya no sé cómo decirte que no me llames doña Alba?
—Me he acostumbrado a llamarla así. — se excusó. —Ademas, a usted le pega que la llamen doña. Como una mujer pontente que vale oro.
—Eres un amor, si tuviese 20 años menos, me casaría contigo. — Zayn rio por las ocurrencias de esa señora.
Zayn amaba a doña Alba, era como una abuela para él. Esa mujer se había ganado todo su amor, por sus ocurrencias, sus bromas y por ser, la mujer que es.
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Hola, nenas. Aquí tenéis otro capítulo de Zayn y Amanda, espero que os guste.
Decidme, ¿Qué os aparecido este capítulo? ¿Amanda tomo bien su reclamos? ¿Hizo bien en echar a Miliana? Os leo.
Besos desde España, nos leemos pronto
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Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDO
RomanceZayn Assim Asghar, un príncipe de Arabia Saudí. Un hombre familiar, honesto y que odia las mentiras. Tras un viaje a España, conocerá a una mujer. Sin saber que esa mujer, le iba a dar un giro inesperado a su vida. Ella disfruta, ríe, vive. Ella se...