Maratón 3/5
Zayn despertó, se sintió como en aquella cama, tanto que no quería salir de ahí. Noto un brazo rodeándole, se giró y vio a Amanda dormida. Con la boca un poco entreabierta, su pelo exparcido por la almohada y con su ojos relajados. Sonrió mirándola con admiración, acariciando su mejilla.
Ella abrió sus ojos con pesadez y vio al árabe a su lado, ella sonrió y tapó su rostro.—Hola, dormilona. — bromeó dándole un beso. —¿Has descansado?
—Si, el embarazo me hace dormir como nunca antes. — respondió. —¿Y tú?
—Yo bien, la cama es cómoda. — llevó su mano a su vientre plano. —¿De cuánto estarás?
—No lo sé, ¿De dos meses? — habló con duda. —Mañana el médico nos dirá.
—Admito que estoy nervioso, no sé nada de bebés. — ella le miró y acarició su mejilla con las yemas de sus dedos.
—Yo tampoco tengo idea, pero juntos podemos aprender. — él asintió.
Salieron de la habitación cuando se asearon y se vistieron, se habían comprometido a cenar con Alba y así poder pasar las últimas horas con su nieta.
Era la primera vez que se iban a separar, la primera vez donde dormirían separadas. Siempre viajaban juntas, hacia prácticamente todo justas. Doña Alba sabía que esto iba a pasar tarde o temprano, que su nieta, se casaría y formaría su familia. Ella quería lo mejor para su nieta, quería verla feliz antes de morir.
Doña Alba tenía cáncer y lo mantuvo en secreto, por eso quería vivir y tener en el recuerdo más clavados con su nieta. Conocer a su bisnieto y vivir lo que le quedaba, se enteró hace tiempo de su enfermedad y no quería hacer sufrir a su nieta. Por eso lo mantuvo en secreto y más ahora que la veía feliz junto a ese hombre.
Doña Alba estaba en la cocina, cuando la pareja bajó y fue en su busca. Amanda no le gustaba que ella sola hiciera todo, muchas veces se lo dijo y ella lo sabía. Amanda cogió un delantal y se lo puso a la altura de su cintura, los tres hacían la cena. Zayn por primera vez, tenía esos planes en familia. Cocinar, junto a su futura esposa y esa mujer que ha conocido que lo trata como un nieto más.
Zayn fue a poner la mesa, mientras que Amanda, servia los platos. Hoy, tendría una cena juntos los tres y se irían conociendo.
Después de sentaron cada uno en su lado, Zayn al lado de Amanda.
—Esto está riquísimo, doña Alba. — habló él. —Me tendrá que decir sus ingredientes.
—Una mujer jamás revela sus trucos. — habló con gracia y ellos rieron. —Pero gracias, tesoro. Cuando quieras, te los preparo.
—Yo encantado. — sonrió.
—¡Vaya! Mi abuela te ha conquistado por el estómago. — bromeó Amanda. —A mi nunca me ha querido decir como hace esta comida y mira que se lo he preguntado.
—Sabes cocinar perfectamente, no hace falta que sepas este plato. — respondió su abuela. —Este plato lo hizo mi madre, me lo enseñó y yo se lo enseñé a tu madre.
Después de esa cena tan amena, doña Alba se disculpó con ellos para ir a descansar. Estaba tan agotada que no duraban más de las once de la noche despierta. Ellos se encargaron de recoger la mesa y la cocina, ellos eran jóvenes y tenía más energía.
Zayn y Amanda fueron a la habitación. Zayn se puso sobre el escritorio de Amanda para hacer unas cosas, mientras ella se duchaba..—Hola, padre. — llamó a su padre, quería avisarle de su llegada.
—Hola, hijo. — respondió. —Me han dicho que has tenido que viajar a España con urgencia. ¿Esta todo bien?
—Si, todo bien, no te preocupes. No pude llamarte por la diferencia horaria que tenemos, por eso te llamo ahora. — dijo. —Era avisarte que iré mañana para allá, pero no iré solo.
—¿No vendrás solo? ¿Con quien vienes, hijo? — preguntó en padre intrigado.
—Mañana lo sabrán. — exclamó. —No os preocupéis, son buenas noticias.
—De acuerdo, aunque me dejas con la duda, hijo.
—Mañana lo sabrán. ¿Cómo está Latifa? — preguntó por su hermana.
—Esta bien, no para de preguntar cuando regresarás. — él río. —Pero esta bien, ya ha pagado la matrícula de la universidad.
—Dios, cuando me alegro, dile que la quiero y que mañana nos veremos.
—Vale, hijo. Hasta mañana. — Zayn colgó.
Amanda salió solo con una toalla sobre su cuerpo, tenía el pelo atado en un moño. Zayn la miró con admiración, con una sonrisa coqueta y retorcida. Ella se puso nerviosa, la mirada de ese hombre, la tenía loca completamente.
—Estas hermosa, ese cuerpo es mío y mira que no soy celoso. — dijo esté sin apartar la mirada de ella.
—Bueno, es tuyo. No soy de irme con uno y mañana con otro. — dejó caer la toalla al suelo, mostrando su desnudez.
Zayn se levantó, era de esperarse si se desnudas frente a él cuando era muy activo. Caminó hasta ella y se colocó detrás, la abrazó posando sus manos sobre sus pechos.
—Me encantas, me vuelve loco, habibi. — la susurró al oído, bajando su mano hasta su vagina. —Me encanta todo de tí.
Fue bajando, dejando un recorrido de besos en su espalda. La giró y coloco una de sus piernas sobre su hombro, lamió su coño como fervor, con hambre. Amanda soltó un gemido bajo para no ser escuchada.
Zayn le hacía el sexo oral de una manera inexplicable, la volvía loca y le hacía temblar como una maldita pluma.Se levantó y la giró para ponerla de espaldas sobre él. La inclinó hacia delante y la penetró con un solo movimiento, Amanda tuvo que taparse la boca con un cojín que se hallaba en el sofá. La polla grande y dura de Zayn, entraba recta dentro de ella. La follo con más rapidez, ni querían tardar tanto por doña Alba, no quería ser tan pervertidos.
Zayn junto a Amanda, se corrió. Echó su semen en su interior, mojándolo por completo. Salió de ella y Amanda al incorporarse, el semen de Zayn se deslizó por sua piernas, él sonrió satisfecho. la dio un beso y fue hacia la cama, Amanda se limpió y se metió con él en aquella cama.Ambos iban a casarse, Zayn iba ser una esposo y esperaban un bebé juntos.
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Seguimos en mi bellas.
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Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDO
RomanceZayn Assim Asghar, un príncipe de Arabia Saudí. Un hombre familiar, honesto y que odia las mentiras. Tras un viaje a España, conocerá a una mujer. Sin saber que esa mujer, le iba a dar un giro inesperado a su vida. Ella disfruta, ríe, vive. Ella se...