Capítulo//44

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Amanda lloraba, cuando Zayn la dijo que no veía nada, la destrozó.
Un hombre tan activo, tan alegre, tan bueno, pudo tener esta desgracia.

—¡No veo! ¡No veo! — gritaba desesperado, dejando caer sus lagrimas.

—Mi amor, por favor, cálmate. — le pidió ella, entre lágrimas. Pero Zayn estaba roto, apartándola de él.

—¡Me he convertido en un inútil, que no vale nada! — ella negaba. —¡Mírame! Esto me ha hundido.

—Mi amor, esto es temporal, no eres un inútil, no digas eso. — acarició su mejilla. —Nosotros estaremos contigo, yo también.

—No quiero ser una carga para tí ni para nadie. — exclamó.

—No eres un carga, eres la persona que voy a cuidar y proteger siempre. — dijo. —Porque si tú caes yo caigo, si tú paras yo paro y si mueres antes que yo, entonces, yo moriré contigo.

Zayn acarició su mejilla, y la sonrió.

—¿Qué voy hacer sin ver tu cara? ¿Esa carita que me enamoró? No podré estar sin ver tus ojos, esos ojos que me cautivaron. Esa sonrisa con sus hoyuelos, esa mirada tímida que puedo asegurar que me estás poniendo. — ella sonrió. —Pero más me duele, es no poder ver a mi niña. Ella crecerás y yo no la veré, Amanda.

—La verás, cariño. Esto es temporal. — él negó.

—¿Temporal cuanto es? ¿semanas? ¿Días? ¿Meses? Eso de temporal, no dice un límite de tiempo, Habibi. — siseó.

—Voy a llamar al médico, tienen que revisarte. — el asintió.

Amanda salió de la habitación y fue hacia sus suegros con una sonrisa, pero esa sonrisa, estaba Triste. Tenía que decirles que Zayn tenía una ceguera temporal y que estaba destrozado, que ella tenía que calmarlo.

—¿Cómo le has visto? — preguntó la reina.

—Ha despertado. — todos sonrieron. —Pero, Zayn está... esta ciego. — esa alegría que habían tenido, habia desaparecido. Escuchar que Zayn había quedado ciego, fue como un puñal clavarse en el alma.

—¿Ciego? — repitió Murak.

—Si, pero es temporal. — dijo ella. —A mi también se me rompió el alma cuando me dijo que no me veía, pero hay que ser fuerte por él, no nos puede sentir estar mal. — ellos asintieron, Amanda tenía razón. —Voy a buscar al médico.

Amanda fue en busca del médico, tenía que saber que Zayn habia despertado, pero ciego. Tenían que hacerle pruebas y saber cómo tenía de inflamado el cerebro.
Se acercó al mostrador, donde una joven estaba.

—Hola, me gustaría hablar con el médico que atiende a mi esposo.

—Si, en aquella puerta. — Amanda asintió con una sonrisa y fue hacia donde le dijo la joven.

Llamó a la puerta, escuchó el pase y ella abrió. Se encontró con el médico, viendo unos informes en el ordenador, con el ceño fruncido.

—Hola, princesa. — saludo cuando la vio. —¿Su esposo está bien?

—Mi esposo despertó. — el médico se levantó para ir a verle. —Pero no ve. — el médico se detuvo y la miró. —Queremos saber cuanto le durará la ceguera.

—Eso no se lo puedo responder, él irá viendo cuando la inflación vaya bajando. — respondió. —No le puedo decir días, porque eso depende, de su inflamación. — ella asintió. —Necesita cuidados, pero que tampoco se sienta dependiente. — ella volvió asentir. —Ire a verle y le haremos pruebas.

Médico fue a revisar a Zayn, ella se quedó fuera con sus suegros. Estaba sentada en la silla, esperando que saliera el médico.
Mientras revisaban a Zayn, ella marcó el teléfono de la casa. El primer toque empezó a sonar y no tardaron en contestar.

—Hola, Sarayma. Soy Amanda, ¿Como está mi hija?

—Hola, princesa. Esta bien, ahora está dormida. También a comido y la he cambiado el pañal. — Amanda asintió. —¿Cómo está el joven príncipe?

—Despertó, ahora lo están revisando, por desgracia el accidente lo dejó ciego. — la mujer se llevó la mano a la boca. —Es temporal, él volverá a ver.

—¡Por Allah! Él era muy activo y no paraba quieto, Princesa, avísame por como sigue él.

—Claro que si, os iré llamando. Dale un beso muy fuerte a mi pequeña. — ella colgó después de despedirse.

Amanda volvió a donde estaban los demás y se volvió a sentar. Amir regresaba con Murak, con vasos de café. Tenían que estar despiertos y activos, el día iba a ser largo.

Se habían llevado a Zayn hacerse una resonancia magnética, tenía que ver con más claridad su cerebro. Ni él mismo médico sabía cuando saldría bien, cuando esa inflamación bajaría.

En médico regreso a donde ellos y los familiares se acercaron.

—Le hemos echo una resonancia magnética, la he pedido con urgencia y mañana tendría los resultados. Mañana podré ver mejor su cerebro y decirles los resultados. — ellos asintieron. —El joven príncipe, esta muy nervioso. No habla y se ha mantenido muy pensativo.

—Conmigo a hablado, es cierto que estaba muy alterado al principio, pero pude tranquilizarlo. — dijo Amanda.

—Si, él habla, pero es normal que esté así, está muy pensativo y aún sin asimilar su ceguera. — respondió. —La recuperará, eso se lo prometo, pero es un proceso lento.

—Gracias, doctor. — agradecieron. —Podemos verle, ¿Verdad?

—Si, claro. Él ya está mejor, por así decirlo. Si os ve, por favor que les note bien. — ellos asintieron.

La familia paso, a la habitación. Zayn estaba con los ojos cerrados, la reina se acercó a su hijo y le dejó un beso en al frente. Zayn abrió sus ojos y sonrió, sabía que era su madre, era imposible olvidarse de el olor de su perfume.

—Hola, madre. — saludó mirando al techo.

—Hola, mi niño. — le cogió de la mano. —¿Cómo te encuentras?

—Vivo, que es importante. — respondió. —¿Papá no ha venido?

—Hola, hijo mío. — saludo el padre poniendo su mano en el hombro de su hijo. —Estamos Amir, Murak y tu esposa.

—Hola. — dijo secamente, ya que no veía y no sabía dónde se encontraba cada uno. —Esto me está destrozando, no ver nada, solo oscuridad.

—Pasara, primo. Es temporal, lo sabes. — dijo Murak. —Estaremos aquí contigo.

—Gracias. — sonrió. —Habibi, ¿Donde estas?

—Aqui. — le dio la mano. —Aqui estoy, junto a ti.

—¿Has hablado en casa? ¿Cómo está la niña?

—Bien, he llamado a casa y me han dicho que estaba bien y dormida. — el asintió.

—Deseo cogerla y tenerla aquí.

—No podemos meter niños en la habitación, pero pronto estarás con ella. — le besó.

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Hola, bellas. Aquí tenéis otro capítulo de Zayn y Amanda, espero que os guste

Decidme qué pensáis de este capítulo, que os leo.

Besos desde España, nos leemos pronto

Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora