Capítulo//43

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A Zayn lo llevaron al hospital, casi muerto, tenía el pulso débil, no tenía casi oxígeno en su cuerpo. Los paramédicos, lo mantenían vivo.

Amir y Murak estaban con él, iban detrás de él. Pero vieron poco después el accidente ya que Zayn le había pisado.

Mientras atendían a Zayn, Murak y Amir tenían que avisar a la familia, a su esposa. Pero, ¿cómo sacaban las palabras correctas? si era imposible con el miedo.
Amir marcó el teléfono de familia y Murak hacia lo mismo.
Después de llamar, tocó el momento de Amanda. Ella si iba a desmayarse, al enterarse de lo ocurrido. 

—Hola, Amir. ¿Zayn ya viene? — preguntó, ella. Amir mordió su labio inferior. —Amir, ¿Sigues ahí?

—Si, sigo aquí. Amanda, ¿Donde estás? ¿estás sola?

—Estoy en el salón y estoy con mis suegros, ¿Por qué?

—¿Puedes ponerlo en manos libres? — ella lo hizo. —¿Ya lo has hecho?

—Si, ya te escuchan. ¿Amir que pasa?

—Amanda siéntate, si es que no lo estás.

—Amir, ¿Qué pasa? — dijo ya nerviosa.

—Al llegar a casa, Zayn iba primero. Él... él a tenido un accidente. — tras aquello, el corazón de Amanda dejó de latir. Se había quedado petrificada, tras escuchar eso. —Lo están atendiendo, estamos en el hospital.

—Amir, ¿Zayn esta bien? — preguntó Amanda con llanto.

—Aun lo están atendiendo, no sabemos nada. — respondió.

—¿En qué hospital está? — Amir le dio la dirección del hospital.

Amanda no tardó en dejar a la niña con una empleada y salir de la casa para ver a su marido. Saber que estaba ingresado, que había tenido un accidente. Su corazón de destrozó, tenía miedo de perderlo. No podía perderlo a él también. Sus lagrimas no cesaban, lloraban con todo el dolor del mundo. Necesitaba verlo, ver por ella misma que estaba bien, que se quedaría con ella.

Zayn era todo para ella, perderlo también sería hundir su mundo.

Cuando llegaron al hospital, Amanda no espero a que le abrieran la puerta, ella misma lo hizo y corrió hacia donde estaban Amir y Murak. Los buscaba por todo los lados, hasta que los vio en unos de los asientos, esperando noticias. Ella fue hacia ellos y estos al verla, se levantaron.

—¿Sabéis algo? — ellos negaron. —¿Cómo ocurrió?

—No lo sabemos, cuando nosotros llegamos ya había pasado todo. — dijo Murak.

—Dios mío. — susurró ella sentándose en el asiento. —No quiero perderlo. — sollozó.

—Él es fuerte, saldrá de esto. — dijo Amir.

Horas pasaban y nadie salía a decirles nada, Amanda estaba que no podía más, necesitaba saber de él,  de su estado.
De una puerta, salió un hombre, con una bata blanca. Caminó hasta la familia y estos se pusieron frente a él.

—¿Cómo está mi esposo? — preguntó ella, queriendo saber más.

—El joven príncipe, salió bien de la operación. — ellos se alegraron. —Tuvimos que operarle, su pierna estará inmovilizada unos días, hasta que pueda coger fuerza con ella. Estuvo durante minutos largos, atrapado y con mucho tensión. Pero la piernas volverá a coger fuerza, eso no nos preocupa. — informo. —Nos preocupa su cerebro.

—¿Por qué? ¿Qué pasa con su cerebro? — preguntó Amir.

—Tuvo, perdida de oxígeno en el cerebro. Eso quiere decir que, una parte de su cerebro está inflamada. Aún no sabemos las consecuencias de esa perdida de oxígeno, habría que esperar a que despertara.

—¿Qué consecuencia pueden ser esas? — preguntó Murak.

—Puede ser varios factores, como por ejemplo: la perdida del habla, la ceguera, perdida de memoria. También puede inmovilizar una parte de su cuerpo, como la mitad de ella. En algunos casos, el coma o la muerte. — Amanda sollozó tocando su cuerpo. —Le haremos más pruebas hasta que despierte.

—¿Podemos verle? — preguntó la reina.

—De uno en uno y cinco minutos. — respondió.

—Ve tú, hija. — Amanda asintió.

El médico la llevó hasta donde estaba Zayn. El médico la señaló la puerta, pero ella antes de entrar, cogió aire y giró el pomo.
Cuando entró, sollozó, Zayn tenía sus ojos cerrados. Un tubo metido en su boca, estaba boca arriba y tapado hasta el pecho. Ella caminó hasta el, con sus labios temblando. Tocó su mano y lo acarició con su dedo indice.

—Hola, mi amor. No sé si me escuchas o tal vez si, no lo sé. — secó sus lagrimas. —No sé que decir, tengo el alma rota por verte así. Tienes que ser fuerte y salir de esta, no me puedes dejar tú también, amor. — sollozó. —Nuestra hija, te va a necesitar. Tienes que verla crecer, tienes que ver sus primeros pasos, sus primeras palabras. No nos dejes, Zayn, por favor. — lloró, dejó salir todo su dolor. —Mi amor, mi amor. — lo llamo entre susurró, ocultando su rostro en su cuerpo. —Te amo y te necesito conmigo.

Zayn no se movía, pero su escuchaba algo. Intentaba abrir los ojos, pero no podía, no sabía porque.

—¿Zayn? — escuchó una voz llamándole. —Mi nieto postizo. — este miró y vio la figura de una mujer frente suya.

—Doña Alba. — él sonrió y fue hacia ella para abrazarla. —La echo tanto de menos, muchísimo.

—Lo sé, os veo y vi que mi bisnieta es hermosa. — dijo ella. —Por eso tienes que regresar, aún no es tu hora. Tienes que seguir viviendo y seguir con Amanda y con tu hija.

—Vuelve con nosotros. — doña Alba secó sus lagrimas.

—Mi tiempo en el mundo acabó, cariño. Pero para ti aún no, abre los ojos y regresa con tu mujer. Os quiero muchísimo, cariño.

Doña Alba desapareció, Zayn la buscaba por todos los lados, pero ya no estaba.
Escuchó otra voz y esa era su esposa, llamándole entre sollozos. Zayn se sintió como una mierda, al oírla llorar de aquella manera.

Amanda sintió como la mano de su marido, se movía. Ella levantó el rostro y le vio intentando abrir los ojos.

—¿Mi amor? — Zayn poco a poco, fue abriendo los ojos y sus ojos me movía mirando por todos los lados, arrugando su ceño. —¡Dios! Mi amor.

—Amanda. — la llamó y vio que él no la miraba. —Amanda, no te veo. ¡No veo!

****************.
..

Hola, bellas. Aquí tenéis otro capítulo de Zayn y Amanda, espero que os guste.

Decidme os gustó el capítulo, os leo.

Besos desde España, nos leemos pronto


Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora