Capítulo//33

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Maratón//4/6

Amanda se había quedado muda unos segundos, tras las sospechas que tenía su esposo hacia Miliana.

—¿De verdad crees que puede ser ella? — Zayn, asintió. —¿Tan loca está?

—Ella me lo dijo, "no me voy a rendir." Esas fueron sus palabras, Habibi. — respondió. —Pero no tengo las pruebas suficientes, para desenmascararla.

—Si llegará a ser ella, estaría en un buen problema. — dijo. —Pero ahora que lo dices, si puede ser ella. De ser lo contrario, te amenazarían con dinero o algo, pero no te dirían no te cases o la mato.

—Ahi está, pero una cosa digo. Si se la ocurre tocarte, juro que me olvido de que es mujer y la mato. — exclamó con los dientes apretados.

Amanda se levantó y se acercó a él, puso en sus piernas y le dio un beso en la frente.

—No me pasara nada, amor. — lo besó, acariciando su cabello. —Tengo a Hassan cuidándome y a muchos escoltas más. Además, el palacio es como un templo, es difícil entrar y más si  has dado una orden.

—Lo sé, pero te pueden hacer daño cuando sales de casa o cuando estés sola. — la abrazó, posando su cabeza sobre su pecho. —Tú y el bebé, sois mi vida y si os pasa algo, no sé qué haría.

—No piensen en eso, amor. Nosotros vamos estar bien y estaremos contigo siempre. — Zayn la miró y la besó.

—Ponte el cinturón, vamos a despegar. — ella le dio un beso y se fue a ponerse en su lugar, se puso el cinturón y en poco minutos, el avión fue despegando.

Amanda se quedó callada, mirando por la ventanilla. Pensaba en esa mujer, ¿De verdad estaba tan loca, como para amenazar a un hombre de la realeza? Estaba claro que esa mujer estaba loca por Zayn, pero estaba tan loca, como a tal punto de amenazarlo. Zayn, sería capaz de estrangularla.

Zayn la miró y sabía que estaba pensando en lo que le había dicho, por eso no quería decírselo, no aún. Porque pasaría eso, se comería la cabeza y le iba a ir mal para el embarazo.
No sé guardaban secretos, pero quería contarselo cuando llegara el momento adecuado para hacerlo.

—Habibi, no te comas la cabeza. — la cogió de la mano. —Olvidemos esto y disfrutemos de nuestra luna de miel.

—Cierto, vamos a centrarnos en nosotros y el bebé. — Zayn asintió. —Que estará presente en nuestro viaje de bodas.

Después de unas horas de viaje, al fin el jet, aterrizó en Grecia. Ellos cogidos de la mano, salieron del avión. Hassan iban detrás de ellos, los periodistas, estaban echando fotos y algunos comentarios. Pero ellos, caminaron hasta el coche, sin prestar atención a ninguno.

Entraron en el coche y Hassan cogió el coche que habían alquilado para estar por Grecia.

Llegaron al hotel y los botones, llevaron sus maletas a la habitación. Amanda miraba todas la habitaciones emocionada y con una sonrisa de oreja a oreja, parecía una niña pequeña cuando le daban sus regalos de navidad. Zayn la observaba dar vuelta y vueltas por todas el lugar, con una sonrisa.

—Hermoso, una pena que sea de noche y no pueda ver nada. — Zayn, caminó hasta ella y la abrazó por detrás.

—Bueno, tenemos una cena. Así que, señora Assim, te voy a llevar al mejor restaurante en Grecia, yo conozco. — ella se dio la vuelta y le besó.

—Te amo, amor. — lo besó. —Eres lo más bonito.

—Tú si que eres bonita, habibi. — la besó de nuevo.

Pero el beso se iba haciendo más intenso, Zayn la acerca más a su boca, devorándole con fervor.
Pasaban sus lengua, cerraban sus ojos y se dejaban llevar por la pasión que estaban sintiendo ese mismo instante.

—Amor, si no paramos, no iremos al restaurante. — dijo ella y Zayn sonrió.

—De acuerdo, pero está noche no te me escapas. — respondió él con una advertencia.

Amanda cogió su bolso y junto a él, salieron de la habitación.

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En el restaurante, bajo la luz de la luna, cenaban muy juntos y agustos. Llevaba pocas horas de casados y estaban celebrándolo por todo lo alto, ellos dos solos sin nadie. Olvidándose del mundo, olvidándose de las amenazas, de Miliana de todos. Solo eran ellos y nadie más.

—¿Te gusta el lugar? Hace tiempo que vine, lo vi y me pareció súper bonito. — dijo cogiendo la copa de vino. —Cené aquí y me gusto la comida.

—Esta precioso y romántico, cenando bajo la luz de la luna. — respondió. —Pero es más bonito, estando aquí contigo.

—Pues te enseñaré Grecia, los sitios que a mí me gustaron y me enamoraron. — ella asintió.

—Dos semanas, se me va hacer muy corto. — él sonrió. —¿No nos podemos quedar más tiempo?

—Cariño, me encantaría. Pero tú tienes tus citas médicas del embarazo y por desgracia yo tengo un mando que tomar. — ella hizo un puchero. —No me pongas esas caras, pero prometo que volveremos y está vez con nuestro hijo.

—Los tres juntos, como una familia. — él la guiñó un ojo. —Le enseñaremos a nuestra bebé, donde papá y mamá, se fueron de luna de miel.

—¿Y le diremos también, las noches lujuriosas, que pasamos? — bromeó y ella rio.

—No seas bobo. — le dio un toque en el brazo.

—Te amo. — la susurró y la besó.

—Y yo me siento amada por ti. — la besó ella.

El teléfono de Zayn sonó, pero colgó. No quería saber nada de nadie, que nadie estropeara su luna de miel. Cuando vio el número de Amir, quiso colgar. Amanda le miró con el ceño fruncido, este la miró le sonrió.

—¿Esta todo bien? — preguntó, él asintió, ella levantó su ceja y Zayn suspiró.

—Era Amir, pero no voy a cogerlo, es nuestra luna de miel y no estoy para sus quejas. — exclamó. —Sé que estará borracho y me dirá que no quiere casarse y que ama a Jade.

—Amir debe madura un poco y dejar de beber como un desquiciado. — dijo ella.

—Amir nunca madura, va detrás de algo que jamás será bueno para él. — respondió. —Pero olvidemos a Amir y centrémonos en nosotros. — ella asintió.

Zayn, estaba harto de su primo, que ni en su luna de miel, no le dejara en paz, ya era agotador. Pero cuando volviera, le dejaría claro, que él ya tenía esposa y no podía estar para sus inmadurez.

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Hola, bellas. Perdonad ayer vino unos amigos y no pude actualizar.

Aquí tenéis otro capítulo, espero que os guste.

Besos desde España.

Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora