Amanda se montó en el coche y puso rumbo a su casa, en pocas horas, estaría cenando con Zayn y de solo pensar que estaría con él, unas mariposillas, saltaban en su estómago.
Aún no comprendía que le pasaba con él, porque se ponia asi cuando lo tenía cerca. Porque tartamudeaba o se ponia nerviosa cuando lo tenía en frente. Ella jamás se puso asi por nadie, siempre era firme y jamás la pasó tal cosa.
Habia conocido a chicos, pero ninguno le hizo sentir lo que Zayn hizo. Llamó su atención desde el primer momento, él, todo de él, la encantaba.Cuando llegó, entró en su casa encontrándose con su abuela y unas amigas.
—Hola, abuela. — saludó la joven, acercándose a ella y dándole un beso en la mejilla. Apto seguido, saludó a las demás mujeres. —Hola...
—Hola, Amanda. — saludó de vuelta una de las señoras. —Cada vez que te veo, veo a tu madre.
—Mi abuela, siempre me lo dice. — respondió. Amanda, sonrió amable. Pero odiaba que siempre le dijeran lo mismo.
No era por que le dijeran que se parecía a su madre, si no porque su abuela se sentía muy mal. Bastante era con verla y ver a su hija, como para que también lo dijeran con palabras.
—Abuela, hoy ceno fuera. He quedado. — su abuela la miró, sabia que su nieta era muy reservada y que delante de la esas señoras, no iba hablar.
—Claro, cariño. Pásalo bien. — Amanda subió las escaleras y se fue a preparar para tener tiempo.
Amanda, era muy femenina. Le encantaba los zapatos, los vestidos y lo complementos.
Cuando entró en el baño, encendió la llave de la ducha. Mientras el agua caía, Amanda se fue desnudando, dejando ese cuerpo sin ropa. Entró en la ducha y el agua empezó mojarla, estaba tan emocionada de tener su primera cita con él y con el único hombre que lo ha tenido. Habia tenido citas, pero jamás se sintió asi. Sus anteriores citas, no podría ni llamarlas asi, ya que fueron un desastre.
Cuando terminó, se puso una toalla enredada en su pecho, una toalla que solo tapaba lo mas importante. Colocó otra toalla en su pelo y salió del baño, sintiendo un calido de aire frio, que hizo que su piel se erizara.
Se acercó a su closet y fue hacia los vestidos, escogió un vestidos color rosa pastel, unos zapatos negros de aguja. Su ropa interior de encaje colo negro.
Se puso su ropa interior y se acerco hasta el espejo donde tenia su maquillaje. Empezó primero a secarse el pelo y después se maquilló, no usando un maquillaje muy calcado, si no algo suave y elegante.Salio de la casa y se encontró con Zayn apoyado en el capó de su coche, con un traje verde de tres piezas. Ese traje le quedaba como anillo al dedo, apoyado de aquella manera tan masculina y con sus brazos cruzados. Un todo terreno estaba detrás de ese coche y ella ya sabia, que era sus escoltas. Zayn la verla, sonrió y se acercó a ella para dejarla un beso en la comisura de sus labios.
—Estas hermosas, habibi. — ella se sonrojo.
—Tu también, árabe. Vestido de... ¿Armani? — él sonrió y asintio.
—Efectivamente. — la abrió la puerta del coche y ella se montó.
Zayn rodeó el coche y entró, arrancó y puso rumbo al restaurante.
Zayn tenia que darle una noticia, tal vez una que a ella, no le iba agradar.
Quería pasar tiempo con la joven y sentirse libre, con ella era él mismo, no tenia que fingir ser un príncipe sin poder sacarse un moco y le estuviesen vigilando.Cuando llegaron al restaurante, ambos cogidos de las manos, entraron en aquel lugar. Se veia un restaurante muy elegante y caro, era muy iluminado y con toques dorados y blancos.
Un camarero, se acercó a ellos y tras ver a Zayn, le hizo pasar a un lugar mas solitario y donde no tuviesen gente al lado.Él y ella, se sentaron uno frente al otro.
—Estamos solos. — afirmó ella mirando a su alrededor.
—Asi lo pedí yo, no quería gente en medio, ni muchas voces taladrando mis oidos. — respondió, con una sonrisa.
—Pues muchas gracias, el restaurante es bellisimo. — Zayn la cogió de la mano y la sonrió.
—Es nuestra primera cita, entre muchas, al menos eso quiero yo.
—Por mi parte, yo si quiero más citas contigo, Zayn. — ella mordió su labio. —Puedes estar seguro que ningún hombre me ha provocado tanta curiosidad.
—¿Te provoco curiosidad? — preguntó, con el ceño fruncido. —¿y eso? Cuéntame.
—No sé, desde el primero, te vi asi. Serio, reservado. Pero luego me di cuenta que si, eres serio y reservado, pero también sonríes y eres muy amable. — Zayn se quedó mirándola unos segundos, sonriendo como solo él sabe hacerlo. —No sé como explicarlo para que me entiendas.
—Te he entendido perfectamente, en pocas palabras, soy reservado y a la vez carismático. — el camarero apareció para ofrecerles el mejor vino de la casa, ya que Zayn lo habia pedido.
Cuando el camarero se fue, dejándoles solos otra vez, ellos volvieron a su conversación.
—Dime, Cuéntame de ti. Ya sé que eres la dueña de ese hotel e incluso de otros, pero quiero conocer mas de ti. — habló él, sirviendo las copas con el vino.
—Bueno, Mi madre murió cuando yo era pequeña y mi padre me abandonó, mi abuela, fue mi madre. Mi abuela, es la que me dio todo. Gracias a ella, soy la mujer que soy ahora. — respondió con cierta pena, le dolia hablar de su madre, ya que no la recordaba mucho. —Mi abuela dice que me parezco mucho a ella, que soy su mismo retrato. — sonrió. —No soy de fiesta, ni de tomar alcohol, quitando esa noche. — ambos rieron. —Me encanta los animales, los fines de semana, estoy con mi abuela, en su jardín regando o plantando flores. ¿Que me cuentas de ti?
—Me gusta lo que me has contado, siento mucho lo de tu madre. — ella negó. —Bueno, soy príncipe, soy futuro rey. Mi vida se basa en viajar, conocer gente nueva y ciudades. Muchas veces, viajo por trabajo, reuniones con ministros, duque, ect. En Arabia tengo que ser formar y no cometer errores, no esta bien visto. No puedo tirarme un pedo y que nadie se entere. — eso hizo que ella, se riera a carcajadas. —Es cierto. Pero contigo puedo ser yo, sin máscaras, restricciones. Puedo ser solo Zayn y eso me encanta.
—Entiendo como debe ser, tener que estar cohibido a no poder hacer nada. No poder expresarte sin que te miren mal, yo no podría. Yo soy muy natural y digo lo primero que pienso sin importarme el que dirán. Conmigo puedes ser solo Zayn, no seas como eres en Arabia. Quiero verte reir, comer un helado sin que te importe mancharte, comer una pizza con las manos y no con cubiertos. Beber, bailar. Quiero que así seas conmigo. — Zayn se levantó, la cogió de la mano y la besó, la besó porque ella era única y nadie le habia dicho esas cosas.
—Eres la mejor mujer que he conocido, Amanda. Gracias. — ella lo abrazó.
—Se tu mismo conmigo, Zayn. — le miró.
—Tengo que decirte algo. — ella asintió. —Mañana tengo que volver a Arabia, tengo que hacer cosas, mi padre necesita ayuda. — ella se sintió triste, él se iba y no quería alejarse de él. —Me iré por la mañana, por eso quería pedirte algo. Duerme conmigo esta noche, por favor, habibi.
Ella lo miro, deseaba volver a dormir con él, aún sabiendo que corría el riesgo de tener sexo. Pero no le importaba, se entregaría a él, una y mil veces.
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Hola, bellas. Aqui tenéis otro capítulo de Zayn y Amanda, espero que os guste.
Perdonad el retraso, como dije fue el cumple de mi pequeño y quería estar con el y la familia. También porque desde el finde estan malitos y les estoy cuidando.
Besos desde España, nos leemos pronto 😘
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Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDO
RomanceZayn Assim Asghar, un príncipe de Arabia Saudí. Un hombre familiar, honesto y que odia las mentiras. Tras un viaje a España, conocerá a una mujer. Sin saber que esa mujer, le iba a dar un giro inesperado a su vida. Ella disfruta, ríe, vive. Ella se...