Capítulo// 18

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Después de un día largo y duro, Zayn se montó en la parte trasera del coche. Deseaba llegar y que esté día pasará, quería dormir junto Amanda. Ser príncipe no era todo color de rosas, Siempre estabas pringando y no llegaba a casa hasta tarde.

Cuando pensaba que iba a ser Padre, que Amanda esperaba un hijo suyo, una sonrisa se dibujaba en sus labios.

Su teléfono sonó y el nombre de Amir, se reflejaba en la pantalla. El árabe sin pensarlo, lo cogió.

—Hola, Amir. — saludó, pero un poco de jaleo al otro lado de la pantalla. —¿Dónde estás?

—En un bar, tomando algo. — respondió, pero su voz estaba algo ebria. —Quiero olvidar.

—¿Dónde estás? — repitió.

—¿Recuerdas el bar donde conocí a Jade? Pues justo ahí, es mi lugar favorito.

—Voy para allá, no te muevas. — colgó. —Hassan, al bar las Marinas.

—Si, señor.

Amir por mucho que hiciera, seguía amando a esa mujer. Una mujer que no lo amaba, que solo estaba con él por su título. Pero él, pensaba que ella podía cambiar, que podía amarlo. Pero no, nunca llegó amarlo.
Lloraba como un condenado por ella, Zayn se preocupaba por él, no sabía cómo hacerlo. No sabía cómo hacerle entender que ella no era buena para él. Amir no entraba en razón, no abría los ojos. Por mucho que creyera que ella volvería, pero no iba hacerlo y si volvía, no era para verle a él.

Cuando llegó, bajo del coche y fue hacia el bar. Buscó en la barra desde la puerta y le encontró sentado en un taburete y bebiendo.
Caminó hasta él y se sentó a su lado, Amir, le miró de reojo.

—No veo normal que te hagas esto, Amir. — habló, seriamente. —Que bebas por ella, esa mujer te ha dejado muerto en vida.

—No sé cómo olvidarla, intento hacerlo, pero me es imposible. — respondió, llevando la copa a sus labios. Pero Zayn, se lo arrebató.

—Ya está. — se levantó y cogió a su primo, llevándoselo a la calle. —¿Quieres olvidarla? Te ayudaré.

—¿Sabes? Mi padre me quiere casar con una mujer que no conozco. — se apoyó en la pared y se dejó caer al suelo. —Dijo que tal vez con esta, pueda olvidar a Jade.

—Tal vez tenga razón, a lo mejor ella te hace olvidarla de una vez. Yo tenía pensado llevarte a un psicólogo, pero su idea tal vez sea mejor. — Zayn no estaba a favor de los matrimonios por conveniencia, pero probaba por si Amir, abría los ojos de una vez.

—Yo quería casarme con Jade, que ella llevará mi apellido, con que formara mi familia. — exclamó. —No con esta que no la conozco de nada. No quiero casarme, Zayn y menos con ella.

—Pues le doy gracias Allah, porque ella no haya sido tu esposa. Entiende que ella no te ama ni te amará, métete eso en la cabeza. Conoce a esta chica, con ella tal vez, seas feliz. — él negó.

—Tal vez me case, pero jamás la amaré. No la tocaré, no haré mi familia con ella. — exclamó con asco. —La haré la vida imposible.

—No seas tonto. — se puso a su altura. —Porque la mayoría de los hombres, que dicen eso, lloran lágrimas de sangre, arrepentidos y suplicando el perdón de su mujer. — Amir, se rio a carcajadas.

—No, eso jamás ocurrirá. Ella de mi solo tendrá mi desprecio. — Zayn le miró, pero prefirió callar.

—Te llevo a casa. — le levantó del suelo y le llevó hasta el coche.

Amir apoyó su cabeza en la ventanilla y cerró sus ojos. Zayn le miró y negó. Aquella mujer, le remató, le hizo cenizas. Pero él se iba a encargar de que se olvidará de ella y si Jade aparecía, la echaría.

Cuándo llegaron a la casa de Amir, Hassan y Zayn, le sacaron para llevarle a la cama. Fueron hasta la casa y entraron, el hermano de Amir estaba despierto tomando una copa de vino. Cuando vio a estos con su hermano pequeño, borracho, se acercó a ellos.

—¿Esta borracho? — preguntó seriamente.

—Esta como una cuba. — respondió Zayn. —Me llamó y fui a por él.

—Gracias, Zayn. — agradeció. —Este inútil se está destrozando.

—Me ha comentado, que le vais a casar. — Abdel, asintió. —Eso también influye en su borrachera.

—Queremos que siente cabeza y olvide a esa puta. — siseó.

—Eso está en vosotros. — Zayn llevó a su primo a su habitación.

Abrió la puerta y entre los dos, le tumbaron en la cama. Zayn le quitó las zapatillas y le tapó.

Salió de la habitación, muy preocupado por él. Amir no era así, era muy alegre y bromista. Pero ella le destrozó y eso jamás lo iba a perdonar.

Salió de la casa de su primo y fue hacia el coche, ahora si se iba a su casa. Después de esto, solo deseaba dormir y tener a Amanda en sus brazos. Aunque no podían dormir juntos, pero la necesitaba urgentemente.
Hassan tomó rumbo a la casa, mientras Zayn miraba las calles casi vacías.

************

Entró a la habitación, que Amanda ocupaba. La vio durmiendo como un bebé, tapada hasta la cintura. Su pelo esparcido por la almohada. Caminó hasta ella con una sonrisa, la dejó en un beso en la mejilla y la acarició.

—Me alegra que estés en mi vida y que tu seas la madre de mi hijo. — la besó y salió de la habitación para dejarla dormir.

Entro en la suya y cerró la puerta. Se sentó en el borde de la cama y se quitó los zapatos, se fue desnudando y poco después, dejó que su espalda, tocará la cama. Soltó un suspiro de alivio cuando notó su comodidad.

Cerró sus ojos y de lo cansado que estaba, en segundos cayó dormido.

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Hola, bellas.

Perdonad el retraso, pero como comenté. Hace unos días tuve un accidente, nada grave. Tuve una luxación de rótula y me escayolaron, aún estoy con rodillera y fisioterapia. Apoyando el pie y caminando para coger fuerza, estoy con muletas.

No he escrito, porque yo para escribir, necesito tranquilidad y paz mental y ahora mismo no tengo nada de ambas cosas.

Aquí os dejo este capítulo.

Besos desde España, nos leemos pronto

Un Bebé Para El Príncipe 1° (Saga Realeza) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora