Capítulo 9

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Cuando llegaron a la habitación de Neville, Hannah tocó la puerta, al oír la voz de su amigo que le indicaba que pasara, ella abrió la puerta y entró, le hizo una seña a Harry que esperara un momento y otra de silencio. Harry le respondió con una sonrisa.

"Te traigo una sorpresa", dijo Hannah sonriéndole a Neville y con voz alegre, luego abrió más la puerta para que Harry entrara.

Era una habitación muy bonita. Todo estaba adornado en tonos de beige. Neville estaba recostado en las almohadas pero estaba despierto. Al ver a Harry, su rostro se iluminó.

"¡Harry!", exclamó Neville.

"¡Hola, Nev", lo saludó Harry. Se preocupó al verle. Su rostro se veía enrojecido e inflamado, al igual que sus manos. Tenía ojeras y estaba sudoroso, lucía afiebrado y algo tembloroso. Estaba peor de lo que Harry pensaba.

"Les dejo un rato para que conversen", dijo Hannah dirigiéndose a Harry. "No lo dejes agitarse mucho. El Sanador dijo que debe dormir lo más posible. De hecho, en quince minutos le toca una Poción Desintoxicante, y esta le dará sueño", se acercó a la mesita y le pasó el pequeño frasco a Harry. "Debe tomar veinte gotas. Por favor, dáselas tú a las once en punto. En la lengua, no disueltas en agua.", señaló el reloj en la pared. Uno hermoso de madera, de esos que usaban péndulo. Harry asintió. "Luego de eso, se dormirá un rato, aunque luche no podrá evitarlo. Si quieres puedes quedarte y hacerle compañía. Si necesitas algo, pídeselo a Viny, o si quieres, puedes bajar al salón con nosotros". Les sonrió a ambos. Antes de que Harry pudiera contestar, agregó, "Sería un placer si te quedas y almuerzas con nosotros. El almuerzo será servido a las doce en el comedor principal. Pero por favor, siéntete cómodo y has como sientas mejor", mirando en específico a Harry, agregó, "ha sido tan bueno verte. En la fiesta del Ministerio no pudimos conversar tanto como hubiera deseado", y al ver la expresión de Harry, que seguro expresaba dudas, siguió, "por favor, no te sientas incómodo por los demás. La guerra quedó atrás, Harry. Ninguno somos lo que antes fuimos... en Hogwarts o en nuestra infancia", y luego de una pausa, finalizó con voz triste, "ni siquiera Draco", y con una sonrisa muy leve, salió de la habitación.

Harry apenas pudo agradecerle. Se giró y miró a Neville. Este le observaba serio, pero sonrió y dijo. "Es especial, ¿verdad?", Harry le sonrió en respuesta.

"Sí, lo es", suspiró Harry. "Aprovechemos el tiempo antes de que tomes la poción. Cuéntame, ¿Qué tal estuvo la visita?", suspiró de nuevo y agregó, "bueno, al menos hasta el momento en que te topaste con el Jazmín ese brasilero".

Neville rió por lo bajo meneando la cabeza. "Siempre yo, ¿verdad? Neville el Mete la Pata", siguió riendo con tristeza.

"Bueno, fue una casualidad. Pero una muy grande", Harry hizo un gesto alzando las manos y poniendo los ojos en blanco de incredulidad que hizo reír más aún a Neville.

"Sí, hasta ese momento todo iba bien", hizo una pausa con aire melancólico, luego siguió. "Tomamos té. Nina me contó sobre algunas actividades que tiene que hacer en Londres respecto a sus propias fundaciones y empresas familiares, tú sabes, lo de ser la 'Matriarca' Abbott y todo eso", Neville meneó la cabeza como si dirigir fortunas fuera algo del día a día, y continuó, "y también sobre las que tiene que hacer en representación de Malfoy, porque al parecer, este no tiene interés de presentarse en muchos eventos aunque haya vuelto", Neville se encogió de hombros dando a entender que no sabía la causa. "Solo en reuniones cerradas de trabajo con sus socios y empleados mayores, y por supuesto, visitas a su Madre".

"¿Solo de eso hablaron? ¿de trabajo?", inquirió Harry con curiosidad.

"No, luego me preguntó por mi abuela, por mis cosas, hablamos al menos un par de horas", Neville bajó un poco la vista y se sinceró con su amigo, "Yo estaba muy nervioso, Harry, así que me sentí contento de escuchar. Ella estaba nerviosa también, pero al parecer, en su caso, la hace hablar más". Harry rió. Uno para el otro, pensó.

Mucho de Orgullo y Bastante de PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora