Capítulo 29

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Para el momento en que Harry salió del Ministerio, estaba tan cansado que sentía que le dolían hasta las uñas. Y lo peor, es que sabía que si él se sentía agotado y acongojado, el estado de Neville no era realmente el mejor.

Harry no sabía qué había sido peor: haber tenido que usar su influencia como el 'Niño que Vivió' para que le atendieran más rápido de lo que les correspondía, o lo peor, no eran ellos los únicos detenidos por alteración del orden, al parecer, el juego había terminado con enfrentamientos, duelos y puñetazos por todo el estadio y los Patrulleros no habían tenido contemplaciones en usar Trasladores para empezar a sacar a los agresores sin miramientos.

Aunado a eso, cuando finalmente logró que atendieran su caso, resultó que George, Lee y Andrea dieron positivo a intoxicación por Brío (*1), una poción ilegal que producía euforia y que el Ministerio estaba intentando frenar a toda costa, lo cual explicaba por qué se habían embriagado tan rápido y habían tenido un comportamiento... digamos, errático y fuera de control.

Adicionalmente, Ginny había llegado en algún momento y estaba frenética de rabia porque ninguno de sus familiares y amigos habían ido a su encuentro en la reunión antes de la entrevista con la prensa, y mucho menos, se habían presentado en la fiesta de celebración por el triunfo de su pase a la final. Les había gritado a todos cuando fue a verles luego de enterarse por el familiar de otra Harpía que todos habían sido arrestados, aunque poco había valido, porque Lee, George y Andrea prácticamente estaban dormidos en una banca fuera del Departamento de los Patrulleros de Reforzamiento de la Ley Mágica.

Jim Sawyer, quien tenía un ojo en compota luego del altercado, alegó que había sido una 'víctima de las circunstancias', para el asombro de Harry, además, lo hacía con tal convicción que Ginny le creyó y les acusó a todos de avergonzarla delante de su amigo.

Honestamente, a Harry le importaba ya muy poco lo que pensara Sawyer, e incluso, la misma Ginny, que al parecer, estaba más molesta por la falta de atención de sus parientes y amigos sobre su triunfo en el partido, que preocupada por el estado de salud de George y Andrea, y su amigo mutuo Lee, que para Harry evidentemente era algo de cuidado.

Al ver esto, se decidió a llevarles él a San Mungo para que los revisaran, como recomendaron los Patrulleros cuando finalmente les dejaron ir, claro, luego de pagar una cuantiosa multa que salió de los bolsillos de Harry y Neville, porque los demás parecían demasiado fuera de sí para siquiera darse cuenta de lo que sucedía.

Harry no hubiera querido que su amigo tuviera que pagar por esto, además de todo lo que sabía le había acontecido respecto a Hannah y sus amigos, pero el efectivo que cargaba en ese momento no era suficiente para cubrir la multa de todos, y los Patrulleros les dejarían pasar la noche en una celda si no pagaban de inmediato. Estaban dispuestos a dejar ir a Harry y Neville sin multa, quienes obviamente no estaban intoxicados, ni de alcohol ni de ninguna poción ilegal, pero de ninguna manera a los demás.

Neville ayudó a Harry, Sawyer se fue con la molesta Ginny a la fiesta de celebración a pesar de su adolorido ojo, y dejaron a Harry con Neville para que llevara a George, Lee y Andrea a San Mungo, donde ya estaba Eva quien había sido llevada por los Patrulleros al ver su descompuesto estado.

Neville le ayudó a resolver el papeleo, porque el hecho de que sus amigos y la novia de George estuvieran intoxicados con una sustancia ilegal lo requería, así George y Lee fueran parte de los famosos veteranos de la guerra mágica.

Lamentablemente, George, Lee, Andrea y Eva quedarían fichados tanto en los Patrulleros como en San Mungo, y nada que Harry hiciera lo iba a evitar.

Más tarde, se les unieron Ron y Hermione a quienes Harry pudo avisarles que estaban bajo arresto, quienes habían olvidado su molestia con él momentáneamente debido a lo sucedido, él les contó brevemente lo que pasó en el estadio y en el Departamento de RLM, y finalmente, ellos se ofrecieron a quedarse en San Mungo a esperar que dieran de alta a George y las dos mujeres, y también se ofrecieron a avisar a la familia de Lee sobre su estado, para que Neville y Harry finalmente pudieron irse a casa a descansar.

Mucho de Orgullo y Bastante de PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora