Epílogo

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Draco miró a Harry y sonrió. Pensó que era el hombre más afortunado del mundo. Su túnica era negra con pequeños apliques de tela negra más brillante que destacaban un poco en sus hombros y en sus puños. Lucía demasiado guapo, tanto que era cautivador. Se sentía incapaz de dejar de mirarle, sin embargo, sus cabellos eran un desastre. Él le llevó al espejo y se encargó de peinarlo con delicadeza.

"Potter, cómo es que si tu abuelo inventó la poción para solucionar todos tus males, eres incapaz de usarla ni siquiera en los eventos sociales. ¡Mira lo bien que te sienta!" y sonriéndole a través del espejo, le dio un beso en la sien y se separó un poco para que se observara, luego fue a terminar de arreglarse. Oyó desde el baño a Harry contestar.

"Creo que funciona solo si lo haces tú, a mí nunca me queda tan bien" y salió del baño causando que Draco cerrara sus ojos y aspirara la fragancia que se aplicó.

"Años de práctica, mon amour", contestó sonriendo y haló a Harry del brazo y le dio un ligero beso, y luego olió su cuello sonriendo por lo fabuloso que le sentaba ese perfume francés.

Harry rió y asintió. "Si, supongo", y se separó y le miró con sus brillantes ojos esmeralda. "Me gusta cuando vistes todo de negro", dijo más para sí mismo y le miró apreciativamente, "Me recuerda a la túnica que vestiste en Hogwarts para el baile de Navidad", le contó y le dejó terminar de arreglarse mientras se sentaba en la cama.

"¿Recuerdas eso?" preguntó Draco y le miró intrigado y sonriente.

"¿Tú no recuerdas como vestí yo?", Draco rió y se miró al espejo de cuerpo entero apreciando su aspecto.

"Oh, merde, ¡cómo podría olvidarlo!" contestó de repente.  "Lucías tan bien, y la pasaste tan mal. En serio, qué tonto eras, Harry. Todas las chicas querían ir contigo, ¡incluso Nina te invitó y la rechazaste! Te merecías pasarla mal tan solo por eso", agregó frunciendo el entrecejo hacia Harry y este rió un poco más.

"Y hablando de Nina, ¿ya llegó? Molly se va a morir del estrés si no le entrega a tiempo el ramillete que van a poner en sus túnicas todas las parejas de sus hijos ", dijo Harry mirándole un poco preocupado.

"Oh, claro que sí, Nina no llegaría tarde jamás, y menos a una boda, ¡le encantan! De seguro ya está con Molly y las demás damas de la familia", contestó el rubio y se encogió de hombros.

Harry le miró, se puso serio y se cruzó los brazos, Draco no entendió su expresión y le preguntó, "¿Qué?" sintiéndose perplejo.

"Pues que no te veo usando el tuyo. Tú también eres el acompañante de un Weasley, aunque yo no sea uno que use el apellido, así que ve a buscar tu ramillete, porque te guste o no, estás en el mismo grupo que Nina, Hermione, Theo y los demás", Draco sintió su corazón latir y sus mejillas enrojecer.

"¿Estás hablando en serio?", preguntó, no se sentía molesto, estaba más que contento. Si le tenían un ramillete a él, entonces quería decir que, oficialmente, era parte del inmenso clan y que todos le aceptaban como el novio de Harry sin recato y ni peros.

"Claro, Draco", contestó Harry poniendo los ojos en blanco, luego se levantó y le dio un beso ligero en los labios y le hizo girarse y le dio un empujoncito. "Anda, porque sino verás a Molly hecha un Basilisco, y créeme, no te va a gustar con el humor que debe tener hoy". Draco sonrió y salió casi a pasos agigantados de la habitación, y cuando iba por el pasillo del hotel, se encontró a Hannah.

"¡Ma chérie!", exclamó con entusiasmo, la bruja se giró y le admiró sonriendo y luego le abrazó feliz.

"Et Harry? (¿y Harry?)", le preguntó con aire confuso.

Mucho de Orgullo y Bastante de PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora