Capítulo 14

670 61 18
                                    

Después del abrupto de Astoria, Harry sentía un gran deseo de irse del lugar pero no quería ofender a sus anfitriones. Sabía que a esa hora, Neville ni siquiera estaría levantado, ya que la hora en que debía despertar, comer, estar un rato levantado y volver a tomar la poción que lo haría dormir de nuevo ya había pasado.

Afortunadamente, Astoria le invitó a jugar cartas, y se enfrascaron en un juego ameno donde intercambiaron algunos comentarios sobre noticias de personas que conocieron en Hogwarts, trivialidades sobre el Ministerio de Magia y chismes que le contó Astoria sobre algunas celebridades que Harry oyó con fingido interés.

Una hora después, Harry vio a Hannah acercarse con Malfoy y Nott, lo cual lo hizo gemir en su interior, pero siguió fingir enfrascado en el juego. Nott y Malfoy se dirigieron a los vestidores y Hannah se dejó caer en una poltrona con una revista en la mano. Intentó unirse a la conversación pero Astoria la ignoró olímpicamente respondiendo con monosílabos, y luego de un rato, ella desistió.

Harry hizo lo posible por mantenerse al margen de la incómoda situación.

Cuando Nott y Malfoy volvieron, Harry les vio de reojo. Ambos lucían bermudas similares a las suyas, solo que las de Malfoy eran negras y las de Nott verdes. La cara de ambos estaba muy enrojecida, y al parecer, se habían puesto alguna loción algo blancuzca. Harry recordó los rostros de los Muggles en la playa cuando usaban abundante bloqueador solar.

No pudo mirarles demasiado sin ponerse en evidencia, pero ciertamente, ambos se merecían miradas apreciativas. Nott era más alto y delgado que Malfoy, pero no enclenque. Malfoy era todo piernas, su cuerpo estaba formado de líneas firmes y estilizadas, y ciertamente, no era tan blando como se podría pensar en una primera impresión. Harry observó su pecho y se sintió aliviado de no ver marcas relacionadas a su disputa en sexto, al menos, sintió que era un peso que se podía quitar de encima.

"Harry", dijo Astoria mirándole directamente y captando su atención. Harry esperó que no notara que había estado mirando de reojo a los dos hombres, la miró con atención y esta dijo, "nademos".

Harry asintió y se levantó, Astoria recogió las cartas con un hechizo y estas se guardaron en su caja y ambos se dirigieron a la orilla del lago. Hannah los miró con el ceño fruncido pero no dijo nada.

Ambos entraron al lago, de nuevo, Harry sintió su piel erizarse, repitiendo todo el proceso de hundirse y acostumbrarse a la fresca temperatura del agua.

Cuando emergió, Astoria flotaba cerca de él y le miraba.

"Creo que a la reina no le gustó que nos fuéramos", dijo ésta señalando con la cabeza en dirección a donde estaba Hannah junto a los chicos. Conversaban y era evidente que hablaban de ellos.

Harry se encogió de hombros, "no veo por qué debería molestarle; quiero decir, vinimos aquí a nadar, ¿no? Eso es lo que estamos haciendo".

"Oh, pero aquí se debe hacer todo cuando ella dice", se quejó Astoria de mal humor. "Honestamente, ya tengo ganas de volver, hacer mi maleta y regresar a París. No creo que tenga mucha paciencia para seguir aguantando las pataletas de Hannah y su control férreo sobre Draco... y Theo. A ellos los tendrá dominados por las bolas, pero a mí no" dijo respirando fuerte y con tono fuerte.

Harry suspiró pero no vio qué podría decir excepto, "espero que si partes, al menos te despidas antes" intentaba sonar amable.

Astoria le miró y le sonrió radiante. "¡Claro, Harry!", rió un poco y agregó, "estoy empezando a pensar que lo mejor de este viaje ha sido conocerte".

"Oh, gracias", dijo Harry avergonzado y de seguro, enrojecido. Se temió haber hablado de más. No quería que Astoria se hiciera ideas equivocadas, pero en verdad le agradaba la joven bruja y lamentaría que se fuera de Inglaterra sin conocerla un poco mejor. Y honestamente, le concedía un poco de razón en su rabieta contra Hannah. Intentando cambiar de tema, le dijo a Astoria. "Vamos, nademos en lo profundo. Es muy bonito".

Mucho de Orgullo y Bastante de PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora