Capítulo 38

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A Harry no le sorprendió que la Sanadora Roberts, que le atendió en San Mungo, coincidiera con la Doctora Martin. Estaba bajo de peso, tenía la hemoglobina baja y además, estaba agotado.

Harry recibió recomendaciones sobre su alimentación, horas de sueño y la prescripción para pociones vitamínicas que le harían recuperar rápido el apetito y el peso.

Le fue recomendado fuertemente que tomara vacaciones, pero sin embargo, para sus problemas de sueño, debía consultar con su Sanadora Mental y de forma inmediata.

Cuando salió del consultorio, Hermione suspiró aliviada de que no tuviera algo peor y le acompañó al Consultorio de la Sanadora Clearwater. Harry trató de convencer a Hermione de que podía volver a su trabajo, y de que probablemente Penélope no le podría atender en ese momento, simplemente tendría que confirmar una cita para esa semana y volver a la Madriguera, pero la bruja no aceptó.

"¿Crees que Molly me dejará en paz si te dejo solo en San Mungo?", preguntó Hermione ceñuda. "Además, mientras tu hemoglobina esté baja puedes volver a marearte y caerte o tener un accidente si te Apareces. Hasta que tomes las pociones indicadas con suplemento de hierro y vitaminas, no debes salir solo de casa", resopló con exasperación. Harry se resignó a ir con ella hacia el piso de Salud Mental.

La Secretaria de los consultorios, Lisa Walsh, le indicó que la Sanadora Clearwater tenía un paciente que había enviado una lechuza informando que no iría a su cita, así que probablemente podría atenderle ese mismo día, sin embargo, debía consultarle en caso de que hubiera ocupado su agenda. Pocos minutos después, Harry recibió la información de que si esperaba alrededor de 45 minutos, sería atendido ese mismo día, así que fue con Hermione a tomar un café mientras esperaban.

Luego de pedir un té para Hermione y un café con leche para él, Harry se sentó en un rincón del cafetín frente a su amiga quien no quiso comer una galleta o un trozo de pastel. El compró una galleta de chocolate para él aunque parecía un poco sosa y empezó a tomar de su taza sin apuros.

Hermione parecía mirarle un poco dubitativa, Harry esperó con paciencia a que soltara lo que pensaba, finalmente, habló. "Harry", él que estaba mirando su taza sin ver realmente, levantó la vista y observó su expresión.

"¿Si, Herm?", preguntó con paciencia.

"Yo sé que estás cansado, que últimamente has estado sumamente ocupado con todo lo de los niños, el colegio y las actividades de las vacaciones, pero... hay algo más, ¿verdad?, quiero decir, tal vez todo se ha complicado para ti porque Neville no está y siempre te ayuda, y además, seamos honestos, él te dedica su tiempo como ninguno de nosotros puede hacerlo ahora", ella hizo una pausa mientras se mordía los labios, "por favor, dime, ¿Qué más te está preocupando?", y le miró a los ojos con sus inquisitivos pero bondadosos ojos marrones que en ese momento se veían también preocupados.

Harry odiaba tener que mentirle a sus amigos, pero honestamente, no había forma en que pudiera decirle a Hermione todo lo que le preocupaba. La verdad, apenas si podía entenderlo él mismo.

"No, Herm. Yo... no hay nada más. Quiero decir, tú sabes que a veces tengo... ciertas recaídas", Hermione alzó las cejas de sorpresa y luego arrugó el ceño con preocupación pero no lo interrumpió, solo asintió. "No, no te preocupes. No estoy diciendo que me sienta deprimido o mal, en realidad".

"Ajá", dijo Hermione animándolo a seguir.

"Este verano ha sido un poco raro", afirmó sin más.

Hermione se quedó esperando un momento mientras aprovechó de tomar de su té, cuando vio que Harry no siguió, preguntó.

"¿Te refieres a Neville?", y luego de una corta pausa, "¿El regreso de Hannah y sus amigos?"

Harry se lo pensó y dijo, "Si, un poco de eso", y se encogió de hombros. "Quiero decir, no voy a negar que me ha... afectado un poco pensar que si Neville termina por hacerse novio de Hannah, pues... eventualmente se va a ir de Inglaterra, no me la imagino a ella volviendo al país, o simplemente estará ocupado pasando tiempo con ella. Es lo normal. ¡Incluso es lo esperado!", afirmó Harry un poco más alto de lo que deseaba y algunos comensales de una mesa cercana se giraron a verle, él agachó la cabeza intentando esconderse un poco avergonzado.

Mucho de Orgullo y Bastante de PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora