Capítulo 47

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Harry se fue a la cama pero le costó bastante conseguir dormir. No podía sino recordar a Malfoy tocando el piano y la sonrisa que le dio en algún momento.

Aunque no pudieron conversar durante la cena y en el rato que compartieron luego en el salón, sentía de alguna forma que Malfoy había mantenido su atención en él mientras había jugado a las cartas con la vieja dama y su hija.

En algún momento de la madrugada, Harry se durmió pero tuvo sueños que le hicieron despertar inquieto. Al día siguiente no se sentía demasiado descansado, lo cual preocupó un poco a Vladimir pero Harry hizo todo lo posible por restarle importancia. Ese día siguieron en la agradable rutina que habían establecido y Harry se fue tranquilizando e intentó convencerse de que nada extraordinario había sucedido en el Castillo de Corvin.

Pasados dos días, Harry y Vladimir fueron a caminar por el poblado más cercano para comprar algunos comestibles y vegetales, a Harry le encantaba el pintoresco lugar, con sus típicos techos a dos alas de color ladrillo, ventanas pequeñitas y casas pintadas de colores alegres. En el mercado las frutas eran frescas y deliciosas, él y Vladimir se dieron gusto escogiendo y picoteando entre los puestos del mercado callejero.

Luego de comprar, cuando fueron a un lugar cálido a tomar té, se consiguieron a André Laussane que se mostró encantado de verles y les invitó a tomar té con pastel y a conversar animadamente.

André les costó que se aburría soberanamente en el Castillo y que el día de hoy no había podido convencer a Malfoy de salir pero que el día anterior habían caminado bastante por el pueblo

Cuando Vladimir le preguntó qué les había hecho venir a Rumania, André se encogió de hombros y dijo que sinceramente no sabía qué razón en particular tenía Draco para venir a visitar a su tía, porque honestamente, no lucía muy afectuoso con ella, pero lo cierto era que no tenían fecha de retorno aún, y aunque él apreciaba a su amigo enormemente y se sentía feliz de hacerle compañía en cualquier momento que lo requiriera, le era un poco pesada la estancia con la 'vieja señora', como se refirió a Ruxandra con el ceño arrugado.

Harry sintió que lo comprendía, y además entendió que la anciana mujer tenía oídos en todos lados y que por eso la gente prefería no nombrarla directamente.

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Pasados dos días, el trío se dirigió al atardecer al poblado donde se celebraría un Festival Medieval, el cual le contó Vladimir, era un deleite desde todo punto de vista, y aunque era organizado por los Muggles de la región, estaba seguro que le iba a gustar mucho.

En el mismo, adicional a los bailes, la música, y gastronomía típica de la región, había mucha gente que usaba los trajes tradicionales de la nación, existían muchas exposiciones de teatro y música al aire libre y que además, eran gratuitos.

Harry disfrutó mucho de caminar en el poblado mientras comieron por aquí y por allá algunos dulces y entremeses típicos, compraron recuerdos para la familia y disfrutaron de títeres y de artistas callejeros.

En algún momento, cuando veían un grupo de música muy alegre que tocaba en una calle del centro, se consiguieron a Malfoy y a Laussane entre los espectadores que estaban a su alrededor, lo cual sorprendió a Harry porque no esperaba que aún estuvieran en el Castillo; luego de conversar un momento en grupo, Malfoy amablemente les invitó a todos a la proyección de una película en el Teatro del poblado incluida en el Festival de Cine Independiente que se llevaba a cabo a la vez que el Festival Medieval; aunque Charlie intentó excusarse de asistir indicando que no estaban vestidos para la ocasión, Malfoy se negó a aceptar eso como excusa indicando que no era una alfombra roja o un evento exclusivo, era solo una simple proyección de una película en el teatro local, además insistió en que el lugar era hermoso, antiguo y acogedor y que era una pena no aprovechar el evento.

Mucho de Orgullo y Bastante de PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora