Capítulo 63

379 44 0
                                    

Los días siguientes a la partida de Neville fueron un poco caóticos. Harry y sus padres estaban al cuidado de sus hijos y de los niños de Bill, y al mismo tiempo, vivían al pendiente de las numerosas lechuzas que llegaban al día con actualizaciones de la búsqueda.

Ron partió para los Estados Unidos, luego de poner numerosas cosas en orden en Sortilegios Weasley, y también tuvo que hacer el tramo hasta fuera de la frontera del país en tren porque persistía la huelga de Trasladores.

Aún el Ministerio de Magia Inglés no podía enviar Aurores al país de Norteamérica, los trámites con la MACUSA aún no estaban listos para recibir autorización para el caso y Harry estaba muy molesto sobre ello.

Todos sus amigos y hermanos se habían reunido, habían planeado como dividirse la inmensa cantidad de casinos, hoteles mágicos y Muggles de Las Vegas, en especial, los sitios que tuvieran capillas de bodas express, y contando con tan buenos planificadores como Bill y Theo, pronto se distribuyeron por toda la ciudad acordando usar glamours para evitar ser notados fácilmente por Sawyer.

Para buscar más rápido pero teniendo un apoyo, se habían dividido en parejas, y Harry supo que Neville estaba en equipo con Andrew, lo cual le sorprendió porque esperaba que se hubiera juntado con Theo. Al parecer, Neville se había tomado en serio su decisión de que su relación con el guapo mago había terminado y estaban cerca pero a la vez separados.

Luego de tres días de búsqueda infructuosa, Bill les había escrito indicando que seguían la pista de una capilla donde podrían haber contraído matrimonio por medios Muggles, y además, sospechaban que la pareja ya no estaba en Las Vegas.

En dos días más, las lechuzas se volvieron más esporádicas y breves. La Señora Weasley tenía los nervios desechos, lloraba mucho y muy frecuentemente, aunque trataba de mantenerse ecuánime por los niños de Bill, quienes mostraban algo de nervios por la ausencia de sus padres y el estrés de su abuela.

Cuando llegó el siguiente fin de semana, Harry decidió llevar a Victorie y Dominique a Lily's House para que pasaran los dos días libres con sus niños, pudieran ir al parque y al juego de futbol de Matty y Aiko del domingo, y así sus padres podrían descansar y él podría pasar tiempo de calidad con sus hijos y sobrinos.

Harry había hecho lo posible por mantener su salud mental, iba a sus citas con Penélope puntualmente, hacía sus caminatas mañaneras y escribía en su diario con dedicación sacándose toda la angustia que tenía por dentro, y además, se obligaba a comer aunque a veces no sentía apetito. Sin embargo, el estrés hacía mella en él y las pesadillas eran abundantes pero imprecisas. Malfoy y su expresión seria se mezclaba con imágenes de Ginny desapareciendo frente a él sin dejar huella y de George confundiéndose en la muerte con Fred.

Afortunadamente, las noticias que recibían de George eran siempre positivas: en sus cartas se mostraba más contento, y por lo visto, iba superando lo peor de su desintoxicación, contaba que le trataban muy bien en el centro, que era un sitio agradable y que disfrutaba del sol y de la cercanía del mar. Pronto le dejarían ir a la playa y las personas que estaban con él en recuperación, eran de su agrado.

Harry sabía que George quería que le contaran sobre la situación de Andrea, Lee e incluso sobre Eva, pero esto no era posible. Padma no lo recomendaba y las noticias no serían buenas o reconfortantes, al menos en lo que refería a Andrea y Eva.

La primera seguía en desintoxicación en San Mungo para que pudiera estar en sus cabales y enfrentar al Wizengamot, en especial, por su negligencia como Sanadora y su abuso de sustancias sustraídas del hospital.

La segunda ya cumplía condena porque sus delitos estaban más que comprobados y el juicio se había celebrado en presencia de su representante legal y de su madre. Su estado de salud era tan crítico por su adicción a Brío y varias otras sustancias, que estaba en un Ala de Enfermería en Castrea, una prisión mágica para personas acusadas de crímenes importantes pero que no eran considerados de alta peligrosidad - para esos, seguía existiendo Azkaban. Se decía, incluso por su Abogado, que lo mejor para Eva era estar en prisión, ya que tenía deudas fuertes con los traficantes con los que trabajaba y que esto podría haber puesto en riesgo su vida si hubiera seguido afuera, y también la de su familia. La Señora Johnson estaba bajo vigilancia del Ministerio por su propio bien, y afortunadamente, Angelina vivía en Alemania desde la guerra, así que no se consideraba en peligro.

Mucho de Orgullo y Bastante de PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora