Capítulo 13

625 62 0
                                    

Hannah le indicó a Harry que el bolso con sus cosas estaba en uno de los vestidores, Harry le agradeció y entró a cambiarse. Se quitó el traje y las botas y cuando revisó, comprobó que la ropa para nadar era bastante agradable. Eran unas cómodas bermudas rojas y había un par de sandalias playeras y una gran toalla, también roja. Había también un par de camisetas de algodón. Harry se puso las bermudas y se miró en un espejo de cuerpo completo. Se veía bien. Harry nunca había sido muy alto ni musculoso, pero en los últimos años de su adolescencia había crecido un poco para tener una estatura más promedio, también hizo un esfuerzo por ejercitar y comer bien, así que ya no era tan bajito ni flacucho, había ganado algo de músculo, y sus rodillas, aunque seguían siendo nudosas, ya no eran tan huesudas como en su niñez y adolescencia. Si no se veía atlético, por lo menos, se veía sano y esto lo hacía sentir secretamente satisfecho de sí mismo.

La verdad, el vestidor era mucho más grande por dentro que por fuera, había un banco largo, algunos casilleros y escogió uno para colocar su ropa de montar.

Una vez listo, salió y buscó con la mirada en la playa.

Astoria ya estaba recostada en una poltrona, al sol. La verdad, su traje de baño le sentaba de maravilla. Era azul, aunque la verdad esa que esa era una pobre descripción, en realidad era de una gama de azules que degradaban de una forma tal que realzaba más su figura, y aunque Harry se imaginaba inicialmente que ella usaría uno de dos piezas, era de una sola, pero con algunas aberturas en los costados que hacían ver su pequeña cintura de una forma bastante atractiva. También lucía gafas de sol muy elegantes.

Astoria le oyó venir y se giró hacia él. "Harry", le sonrió, "qué bueno que viniste, y mejor aún, que no te fuiste con los machos alfa de la familia a pescar", con los lentes de sol, Harry no podía ver sus ojos pero estaba seguro que los había puesto en blanco.

"Gracias, Astoria", contestó Harry, aunque la verdad, no sabía por qué le agradecía.

"La verdad, yo también me alegro, Harry", se oyó la voz de Hannah, Harry se giró.

Hannah también lucía un traje de baño de una pieza de color aguamarina. Sinceramente, su figura era tan hermosa como cuando estaba en Hogwarts.

La primera vez que Harry la notó fue en Cuarto Año, en la celebración del Torneo de los Tres Magos, el Club de Danza organizó una velada con el permiso de Dumbledore en honor de sus visitantes. Hannah participó en varios actos de baile, pero tuvo un dúo con Terry Boot que dejó a todos pasmados. Ese día, se arrepintió de no haber aceptado la invitación de Hannah al baile de Navidad, se sintió como un verdadero tonto. Hannah Abbott, debajo de su túnica de Hogwarts, escondía la figura de una bailarina, ese día la lució en todo su esplendor y elegancia. Creía haber escuchado que luego de eso, ella recibió muchas invitaciones a Hogsmeade las cuales declinó amablemente, y una vez le oyó decir a Ginny que no quería que alguien la invitara solo por su apariencia luego de verla bailar, no si antes no se habían fijado en su persona y la habían obviado por considerarla una Hufflepuff del montón.

Hoy en día, Hannah seguía teniendo figura de bailarina, pero su pierna izquierda lucía cicatrices, mostraba músculos atrofiados en su muslo y que no se molestó en ocultar con un glamour. Harry la observó por un momento, y se dio cuenta de que Hannah le estaba demostrando confianza en mostrarse tal cual era frente a él. Se sintió honrado, la miró al rostro y le sonrió. Ella le regresó la sonrisa.

"¿Listo para nadar, Harry?", preguntó Hannah.

"Oh, sí", luego de una pausa agregó, "yo también muero de calor".

"Entonces vamos", dijo ella, y en lugar de sentarse a tomar sol como Astoria, caminó a la orilla de lago, Harry fue con ella sintiendo el sol en sus hombros y en su torso.

Mucho de Orgullo y Bastante de PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora