Capítulo 58

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Después de Broadway, Harry y los Weasley pasaron un día agradable en Chipping Campden donde pasearon por los jardines, visitaron la Iglesia de Saint James y el Cementerio donde está la tumba del famoso mago Berttie Botts, creador de las Grageas de todos los Sabores. En la parte mágica del poblado, está la fábrica de los famosos caramelos, que Harry disfrutó mucho en visitar – usando un glamour para ocultar su cicatriz, cambiar su cabello a cobrizo y ponerse pecas y no llamar la atención – mientras los Weasley visitaban el poblado para ver sus casas de piedra con techos de paja y compraban chucherías locales para enviarles por lechuza a sus hijos y nietos.

En la noche, Harry disfrutó leyendo carta de Neville, quien le informó que al final de la semana estaría en Inglaterra, y le decía que necesitaba verle pronto porque tenían mucho de lo cual conversar – Harry supuso que se trataba de Theo pero no quiso predisponerse demasiado. También se enteró por sus padres que los Aurores estaban teniendo problemas para seguir a Sawyer, al parecer, alguien en algún puesto alto del Ministerio estaba interponiéndose en la investigación y había solicitado detalles del caso, pero Kingsley les daba su palabra de que la investigación no se dejaría de lado así tuviera que hablar directamente con la Ministra de Magia sobre ello él mismo.

George les había escrito a los tres brevemente, su proceso de desintoxicación estaba siendo doloroso y duro de llevar, pero en su mente, estaba aceptando cada vez más que era necesario para su bienestar. Anthony Goldstein había respondido a las citaciones del Ministerio enviadas a George y estaba dando constancia sobre su separación completa de Andrea y Eva Johnson y su voluntad de rehabilitación. Aunque George estaba oficialmente bajo investigación, había sido ventajoso que su Consejero Legal pudiera demostrar que el joven no estaba ya en posesión y que se estaba tratando de su adicción, además, no había pruebas de que George estuviera importado, comerciando o comprando pociones ilegales.

Eva Johnson, según leyeron en el Profeta y les informó Goldstein con mayor detalle, había ya sido puesta bajo amparo del Ministerio, había sido internada para su desintoxicación de forma obligatoria y enfrentaba cargos de comercio, tenencia y venta de pociones ilegales. Lamentablemente, su prima Andrea había caído como una cómplice, los ingredientes que robaba en San Mungo eran entregados a Eva a cambio de pociones. No había pruebas de que George estuviera al tanto de esto y no se encontraron evidencias en su departamento ni en Sortilegios Weasley de que en sus propiedades se prepararan o comerciara con pociones ilegales, sin embargo, era evidente que George consumía por sus informes médicos en San Mungo. A pesar de esto, se pudo demostrar que los préstamos que había pedido en Gringotts estaban justificados en el banco para la adquisición de una casa y los gastos de la boda, todo los galeones habían sido transferidos a la cuenta de Andrea quien debía ser la encargada de adquirir la vivienda y planificar la boda - según constaba en contrato mágico - sin embargo, la Medimaga no tenía aval de compra, investigación o búsqueda de inmuebles ni de ningún gasto para el evento nombrado. Lamentablemente para la bruja, era comprobable que ella lo había transferido desde su cuenta a la de Eva, y que ésta a su vez los había usado para comerciar con traficantes de pociones.

Para Andrea, como Sanadora que era, los cargos eran prácticamente tan fuertes o más de los que enfrentaba Eva, ya que había atendido menores en el hospital en los mismos meses en los que había estado consumiendo pociones estupefacientes. Era 100% seguro de que perdería su licencia como Sanadora, y aunque se salvara de prisión y pagara su condena con trabajo social o en rehabilitación, nunca más podría ejercer en Inglaterra o algún lugar del mundo mágico su profesión. Aunque pudiera regenerarse de su adicción, su vida profesional en la medicina mágica había acabado para siempre.

Todas estas noticias dejaron un sabor amargo en el trío, sin embargo, tenían el consuelo de saber por parte de Bill y Percy, que las finanzas de Ginny seguían siendo sólidas, que su salud al parecer era tan buena como siempre y que aunque seguía en contacto directo con Jim Sawyer, este parecía estar siendo precavido en el uso del dinero y los contactos de la joven, se limitaba a dejarse invitar por ella a cenar, bailar y pasear por todo Londres y sus alrededores. Era evidente que aunque no parecía recibir grandes cantidades de dinero de parte de su 'prometida', si disfrutaba de los privilegios de su compañía en lugares públicos sin aportar ni un knut.

Mucho de Orgullo y Bastante de PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora