Dorado y gris

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La pelinegra se dio unos minutos para aclarar las ideas para regresar a la oficina donde sus compañeros de trabajo la esperaban.

- Oh Daia que alivio que llegas, el señor Ackerman necesita los documentos que estabas realizando esta mañana.... ¿Estas bien, te ves muy pálida?- Dijo Petra con preocupación al ver el pálido rostro de la chica.

- ¿Acaso viste un fantasma?- Pregunto Gunther

- No es nada... solo es que.. a veces me mareo cuando camino muy rápido, no es nada de que preocuparse- Mintió la chica tratando de calmar los nervios.

- Deberías hacerte un chequeo Daia, tal vez es algún problema de salud

- No es nada Petra, tu tranquila

-Bueno, si tu lo dices .... Ah cierto es mejor que te apresures si no quieres que el jefe se moleste.

- ¿Necesariamente debo ir yo?... es que.. no me siento muy bien

- Me temo que si Daia, ya que tu fuiste la que los hiciste... si el jefe tiene alguna duda al respeto preguntara.

- Oh.... ya se que es lo que tienes novata, de seguro ya escuchaste que el señor Ackerman es muy estricto y no es muy amable con sus empleados- Dijo con voz cómplice Auruo mirando a la pelinegra.

- ¿Qué no es muy amable? yo diría que es un ogro la mayor parte de las veces, pero a la vez es alguien fácil de admirar gracias a el la empresa a surgido un montón- Acoto Gunther

- Ya basta ustedes dos, no deben hablar así a las espaldas del jefe, además el en el fondo es alguien muy amable claro que si eres comprometido con tu trabajo- Dijo la pelirroja mirando con el seño fruncido a sus compañeros.

- Oh cierto que el señor Ackerman es tu amor prohibido- Dijo riendo Gunther.

- Por supuesto que no Gunther, que lo encuentre amable no quiere decir que me guste, no seas infantil.

- Bueno.... creo que iré a dejarle.... los documentos- Hablo Daia mientras se levantaba de la silla- ¿saben donde queda su oficina?

- Si, mientras mas temprano vayas mejor, su oficina queda en el piso 10 justo al lado de la del señor Erwin.

- Esta bien, en un momento regreso- Dijo la pelinegra mientras salía apresuradamente de la oficina para dirigirse al baño y pensar en alguna forma para que no la reconociera.

- Ay y ahora que hago.... espero que no tenga buena memoria porque de lo contrario no dudara en despedirme y recién llevo un día- Se dijo a si misma mientras se miraba en el espejo, hasta que su vista se poso en un dispensador de mascarillas.

- Perfecto.... con esto dudo que me reconozca, solo le diré que tengo un resfriado y problema solucionado.

Daia saco una mascarilla y se la puso para salir por fin del baño y dirigirse al decimo piso. Al llegar simplemente se dirigió a la única oficina que estaba a un lado de la del señor Erwin, y al igual que la de este tenia una pequeña placa en la puerta que decía:

Sr. Levi Ackerman

Jefe empresa Shinganshina

Daia con las manos sudorosas respiro hondo para luego tocar la puerta. Casi al segundo después escucho una voz masculina diciéndole que podía pasar.

- Buenas tardes señor Ackerman le traje los documentos que solicito hace un rato - Dijo la chica mientras miraba el piso, se sentía demasiado nerviosa para mirarlo.

- Hasta que al fin apareces.... necesitaba estos documentos con urgencia y espero que estén bien hechos o te daré el doble de trabajo.

- Si señor... lo siento mucho...

Bad Romance / Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora