Reencuentro

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Daia se encontraba yendo hacia una reunión muy importante en donde estarian muchos representantes de ciertas empresas de Japón. Al tratar ciertos temas de publicidad su jefe insistió en que lo acompañase, ya que en los últimos meses se había desempeñado como nadie en su puesto, al punto de tener contemplado ascenderla en un tiempo más. 

- Señor Pixis...- Dijo Daia llamando la atención de aquel hombre que leía unos documentos importantes, en tanto el chofer de aquel auto se dirigía hacia aquella reunión tranquilamente. 

- Dime querida....- Respondió Pixis sonriéndole mientras la miraba interesado. 

- ¿Por que me trajo a mi para acompañarlo y no a otro de mis compañeros de trabajo?

- ¿No es obvio?.... en pocos meses has hecho un trabajo ejemplar mi querida Daia y creeme que reuniones como estas ayudan a tener ciertas conexiones por así decirlo, por lo cual este seria mi pequeño premio por tu arduo trabajo que ha ayudado mucho a la empresa. Y bueno, sin contar que los temas que se trataran tienen que ver con publicidad... 

- ¿Y qué hay de mi señor?- Preguntó Farlan emocionado, el cual se encontraba sentado a un lado de Daia.

- Tu también Farlan, haz sido un gran asistente  y claro que puedes aprovechar esta instancia para hacer conexiones- Dijo Pixis sonriéndole al chico.

- Ay solo admita que me trajo por ser su asistente y nada más- Respondió el castaño haciéndose el ofendido, provocando que Daia y Pixis rieron ante eso

- Ya llegamos señor Pixis..- Escucharon cómo el chofer de aquel automóvil se hacía presente mientras detenía aquel auto. 

- Bueno muchachos llego la hora y muchas gracias por traernos Katashi. 

Rápidamente Daia y Farlan bajaron de aquel auto para seguir a su jefe, el cual ingresó a lo que parecía ser un  hotel bastante lujoso. De momento Daia comenzó a sentir como su corazón se aceleraba sin motivo y su respiración se entrecortaba, por lo cual se llevó una mano al pecho. 

- ¿Te encuentras bien Daia?- Pregunto el castaño deteniéndose de golpe para llevar una de sus manos al rostro de la chica preocupado.

- Si... solo debo estar nerviosa

- Debe ser... según el señor Pixis habrá gente importante, bueno vamos antes de que nos retrasemos.

Ambos ingresaron a lo que parecía ser un salon bastante amplio con grandes ventanales a los lados y diversos platillos con comida y bebestible, lo que indicaba que luego de aquella reunión se daría un espacio para un tipo coctel. 

- ¿Donde se habían quedado muchachos?- Preguntó el mayor mirando a ambos jóvenes. 

- Discúlpenos señor Pixis, Daia no se sentía muy bien...

- ¿Oh... de verdad?

- No es nada, solo fueron nervios repentinos- Respondió la chica calmadamente, aunque no sabía explicar el porqué de sus nervios solo era una simple reunión y ya, nada de lo que no había hecho antes. 

- Bueno, pero si te sientes mal solo dínoslo Daia- Dijo el mayor sonriéndole amablemente- Ahora que estamos todos pasemos a sentarnos... los demás ya deben estar esperando. 

Aquel grupo se dirigió hacia una gran puerta que se encontraba al final de aquel salón. Al abrirla pudieron notar que había una gran cantidad de personas sentadas en cómodos asientos, por lo cual rápidamente se dirigieron hacia los suyos que estaban reservados con anterioridad. 

Luego de unos minutos comenzó aquella reunión, en donde hablaban de temas bastantes interesantes para la percepción de Daia en cambio para Farlan era bastante aburrido ya que se la pasaba bostezando y con expresión de fastidio. 

Bad Romance / Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora