No tan secreto

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Levi:

Levi se la paso el resto del día en su oficina realizando el exhaustivo trabajo que tenia pendiente, a lo que recordó el proyecto de Hange, por lo cual de mala gana comenzó a leerlo y para su sorpresa Erwin tenia razón, aquel proyecto no estaba mal del todo así que decidió darle el visto bueno. 

Momentos después una hiperventilada Hange ingresaba de manera estruendosa a la oficina del pelinegro al saber la buena noticia. 

- ¡¡LEVIIII !!! no sabes lo feliz que me hizo saber que por fin aprobaste mi proyectoooo- Dijo emocionada poniendo ambas manos sobre el escritorio de este. 

- Mas te vale que las ganancias aumenten cuatro ojos o por tu causa nos iremos a la quiebra.

- Ay pero que dices enanete, ya veras como a mi nueva línea de galletas de titanes le ira fenomenal ¡Solo espera a verlo!- Respondió Hange sonrojándose ante decir la palabra titan. 

- Tsk.... pero que rara eres.... Hablando de otro tema, te aviso que nos iremos de viaje de negocios en unas dos semanas con Erwin para anunciar esto y entre cosas mas así que tienes ese tiempo para tener todo listo.

- ¿Tan pronto?- Pregunto Hange sorprendida

- Oi no comiences a quejarte por el tiempo, estuviste torturándome casi por un mes para que aprobara este proyecto- Sentencio el pelinegro a lo que veía una sonrisa asomarse por el rostro de Hange. 

- Descuida Levi encontrare a las personas indicadas para que me ayuden a tener todo esto en orden- Contesto la castaña mientras se dirigía a la puerta- ¡Mis titanes conocerán el mundo!.

- Es una demente...- Se dijo así mismo mientras veía a Hange correr hacia alguna parte de la empresa.  

Al terminar el horario laboral el pelinegro se dirigió hacia el estacionamiento para esperar a que saliese Daia, la cual unos minutos después llego haciendo que su corazón diese un vuelco como siempre.

- ¿Nos vamos?- Pregunto la chica de manera fría y cortante, Levi sabia la razón de esto y creyó que era oportuno hablarlo ahora mismo. 

- Escucha.... yo estuve pensando y tenias razón..... yo sentí celos del mocoso ese y.... me comporte como un idiota... así que te prometo o intentare no desquitarme nuevamente con ese imbécil- Dijo Levi sin mirarla ya que se sentía completamente vulnerable al mirar los ojos color ámbar de aquella chica, hasta que repentinamente vio como esta comenzó a abrazarlo, lo que hizo que sonriese. 

- Que bueno es escucharlo Levi.... aunque se llamaba Jean, no mocoso idiota- Acoto la pelinegra para luego mirarlo. 

- Tsk.... esta bien... Jean - Contestó fastidiado 

- Ya no seas pesado- Dijo la chica riendo- ¿Supiste que Hange me selecciono para ayudarla a su publicidad de galletas de titanes? me pareció una idea fantástica.

- ¿Qué ella hizo que? Daia sabes perfectamente que no puedes trabajar tanto estos días.

- Ay ya basta Levi, este trabajo me hace feliz no hace falta que me sobreprotejas tanto ya te dije que estoy bien- Respondió la chica para luego besarlo lentamente.

Levi respondió aquel beso con ansias ya que sin darse cuenta la había extrañado demasiado durante aquel día agotador, por lo cual en un rápido movimiento la aprisiono en el auto para continuar haciéndolo. 

- Nos vera alguien- Dijo Daia en un susurro y con un notorio sonrojo en sus mejillas. 

- Tranquila no hay nadie al rededor, la mayoría ya se fue- Le contesto Levi para besarla nuevamente.

Aquello al parecer hizo que la chica se relajase ya que comenzó a deslizar sus manos por el pecho del mayor, a lo que este respondió acariciando una de las piernas de esta haciendo que su falda se levantase levemente. Hasta que escucharon como unas llaves caían al suelo haciendo que ambos mirasen con el alma en un hilo de donde provino aquel sonido, encontrándose con Mikasa con la boca abierta y sonrojada. 

- Nii-San....- Dijo Mikasa en un hilo de voz- ¿Desde...cuando?

Al ver a Mikasa allí parada observándolo todo sintió como si le tirasen un balde de agua fría encima, haciendo que girase su mirada hacia Daia que estaba mas pálida que un fantasma. 

- ¿Qué.... haces aquí Mikasa?- Pregunto Levi con los ojos como platos.

- Pues.... vine a recoger mi auto.... no quise interrumpir no sabia que ustedes.....

- No se lo digas a nadie Mikasa, nadie puede saberlo- Dijo Levi tratando de no sonar afligido. 

- Bien... mantendré la boca cerrada... solo.. no sean tan obvios ¿Quieren?- Contesto la chica aun pasmada por lo que acaba de ver

- Lo siento Mikasa- Se atrevió a decir Daia que seguía muy avergonzada.

- Descuida- Respondió mientras entraba a su auto- Y bienvenida a la familia- Sentencio por ultimo para poner en marcha su auto y largase de allí. 

-¿Familia?- Pregunto Daia aun viendo por donde se había ido el auto de Mikasa.

- Tsk... lo que me faltaba

- ¿No dirá nada cierto?-Le pregunto la chica angustiada.

- Por supuesto que no, Mikasa seria incapaz de abrir la boca y al menos me alegro que fuese ella quien nos descubriese y no otra persona- Sentencio mientras ingresaban al auto- Lamento haber sido tan descuidado.... la que saldría mas perjudicada aquí eres tu Daia.... tu ¿Estas segura de querer seguir con esto?- Pregunto el pelinegro de improviso ya que sentía que estaba siendo algo egoísta con aquella chica que tenia todo un mundo por delante y no quería arruinárselo por una especie de relación con su jefe que era diez años mayor que ella. 

- ¿Qué quieres decir Levi?- Pregunto la chica perpleja.

- Tsk.... tu estas recién comenzando a ejercer tu carrera Daia, en un buen trabajo... yo no quiero arruinártelo. 

- Levi..... créeme que esas cosas ya las había pensado.... yo ya me decidí desde el día que te confesé mis sentimientos- Respondió esta mientras tomaba su mano delicadamente.

- Bien... si así lo deseas esta bien, solo debemos ser mas cuidadosos desde ahora- Contesto el pelinegro para luego depositar un beso en la frente de la chica- Al menos solo personas de confianza lo saben.

- ¿Personas?

- Si... Erwin también lo sabe

-¡¿QUE?! ay no puede ser- Dijo la chica angustiada a lo que Levi ponía en marcha el vehículo para ir a casa. 

- Tranquila... Erwin es alguien de fiar, no tienes de que preocuparte.

- Si tu lo dices....

Bad Romance / Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora