Intriga

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Aviso contenido maduro:

Daia se encontraba leyendo uno de los tantos libros de aquella casa mientras Levi se arreglaba para ir a casa de los Reiss por el cumpleaños de Uri. 

- Daia ¿Enserio no quieres acompañarme?- Dijo Levi observando a la chica por el espejo.

- No Levi, ya te dije que sería demasiado incómodo para mí además yo no recibí invitación- Sentenció la chica dejando aquel libro de lado para plantarse frente al pelinegro y besarlo. 

- Tsk..... detesto ir a esa maldita casa, todos son unos presumidos, a los únicos que soporto son Uri e Historia- Añadió el pelinegro desanimado en tanto tomaba a la chica por la cintura.

- Tranquilo Levi, solo vas por una o dos horas y luego puedes regresar a casa como de costumbre- Contestó Daia mientras acomodaba los cabellos que caían sobre los ojos de Levi.

- No aguantaré ni cinco minutos....- Dijo el pelinegro fastidiado para luego depositar un cálido beso en los labios de la chica, mientras comenzaba a recorrer sus manos por la espalda de esta haciendo que la chica posara sus brazos sobre su cuello. Sin previo aviso Levi levanto a Daia en sus brazos para posteriormente lanzarla delicadamente en la cama y seguir con aquello.

Para sorpresa de esta, Levi sin avisarle retiró su falda y ropa interior que traía en tanto besaba apasionadamente su cuello haciendo que arqueara su espalda.

- ¿Que haces Levi? se supone que deberías ir en camino con los Reiss....- Dijo Daia en un susurro debido a la excitación que estaba sintiendo en aquel momento. 

- Que se jodan, pueden esperarme unos minutos- Contestó el pelinegro en tanto desviaba una de sus manos libres hacia la feminidad de la chica para introducir dos de sus dedos haciendo que esta soltara un sonoro gemido. 

Daia comenzó a sentir como este introducía una y otra vez sus dedos haciendo que sintiese un placer incontrolable mientras su intimidad se humedecía como nunca, cosa que fue notada por el mayor. 

- Veo que ya estas lista- Le susurro en su oído haciendo que un escalofrío recorriera su espalda, en tanto pudo apreciar la gran erección que luchaba por salir del pantalón de este haciéndola sonrojar. 

La chica comenzó a ver como el pelinegro se libraba de su cinturón para abrirle camino a aquel miembro que en un rápido movimiento sintió como comenzaba a ingresar a las profundidades de su cuerpo en tanto Levi la tomaba de las caderas para profundizar aquella penetración  haciendo que clavara sus uñas en la espalda de este. 

De una vez comenzó a sentir como lentamente empezaba a embestirla, haciendo que desease más de aquello. 

- M.. Más- Dijo la chica en un susurro casi inaudible pero estaba completamente segura de que Levi había oído su petición.

Tal como pensaba este obedientemente comenzó a embestirla de manera más rápida haciendo que ya no pudiese contar las veces que era embestida y solo se dedicase a disfrutar de aquella sensación que le hacía perder toda claridad. Como pudo comenzó a desabotonar la camisa de Levi ya que disfrutaba bastante apreciar su tonificado torso en el acto, haciendo que el mayor soltase una sonrisa. 

- Así que te gusta lo que ves mocosa- Le susurro el pelinegro sin parar de embestirla- Ahora me toca a mí- Añadió por último para salir de su interior y con una gran facilidad cambiarla de posición, dejándola en cuatro para que este volviese a abrirse paso en su interior pero de una forma mucho más brusca que en un comienzo, mientras la mantenía inmovilizada de sus dos brazos logrando que Daia no pudiese controlar el volumen de sus gemidos. 

Levi seguía manteniendo aquel ritmo rápido y profundo, en tanto sentía como  cada parte de su cuerpo pedía mas y mas hasta que comenzó a sentir que sus piernas empezaban a fallar dando indicios que acabaría pronto, mientras Daia sentía como sus paredes vaginales tenían espasmos ante tal acto placentero.

Momentáneamente Daia decidió tomar el control de la situación, por lo cual en un hábil movimiento terminó sentada arriba de Levi, el cual la miraba con una mezcla de sorpresa y deseo. Ante esto la chica comenzó a moverse delicadamente sintiendo como el miembro del mayor volvía a ingresar en su interior para luego empezar nuevamente con las embestidas mientras Levi la sostenía fuertemente de sus caderas para guiarla. 

Luego de unos minutos sintió como el cuerpo de Levi comenzaba a tensarse lo que daba indicios de que terminaría pronto, por lo cual Daia comenzó a aumentar la velocidad de sus movimientos provocando que sus espasmos aumentaran.

- Daia.... ya no aguanto- Dijo Levi tratando de articular palabra, hasta que la pelinegra sintió como este terminaba en su interior. 

- Creo que ya te retrasaste bastante para la junta con los Reiss Levi- Añadió la chica divertida tras aquel acto.

- Poco me importa, prefiero pasar tiempo contigo que con ellos... ni siquiera notaran mi tardanza así que no te preocupes- Contestó el mayor mientras depositaba un delicado beso en la frente de la chica- Me dejaste exhausto mocosa..... 

- No te quejes Levi, tú fuiste el que comenzó ahora vístete- Dijo Daia riendo en tanto se ponía de pie para vestirse nuevamente.  

En un cerrar de ojos Levi estaba vestido nuevamente como si aquel apasionado evento no hubiese ocurrido. 

- Estaré de regreso en unas dos horas o tal vez menos- Sentenció el pelinegro antes de salir de aquella casa. 

- Bien, te estaré esperando- Respondió Daia para luego ver como este se marchaba. 

****

Para sorpresa de Daia, Levi aun no regresaba de aquella casa y eso que ya eran las dos de la madrugada lo cual le pareció bastante extraño ya que dijo que solo estaría máximo dos horas.

- ¿Qué estará haciendo?- Se dijo así misma mientras jugaba con el delicado collar que Levi le había regalado- Bueno, de seguro aquella fiesta no estaba tan mal como decía. 

Luego decidió que era mejor acostarse ya que moría de sueño, de seguro Levi llegaría en unas horas más y no hacia falta que se preocupara de más. Rápidamente se quedo completamente dormida, pero lamentablemente tuvo nuevamente una horrible pesadilla que la hizo despertar de golpe.

Al ver por la ventana noto que aun era de noche y la cama a su lado continuaba completamente vacía, por lo cual decidió mirar la hora en su celular de inmediato dándose cuenta que eran cerca de las seis de la madrugada. Preocupada decidió llamar a Levi, tal vez le había ocurrido algo malo, pero una vez más para su sorpresa Levi no cogio su llamada y no solo eso sí no que cortó sin siquiera contestar. 

- ¿Pero qué?- Dijo Daia confundida mirando su celular, era primera vez que el mayor hacía algo como eso. 

Debido a la preocupación la chica no pudo volver a quedarse dormida, por lo cual a esa de las diez de la mañana decidió ir a la cocina a prepararse algo de comer mientras observaba el reloj ansiosamente, algo le decía que aquello no iba bien. 

Luego de una hora decidió comenzar a limpiar para combatir el aburrimiento y despejar la cabeza de pensamientos trágicos, hasta que escucho como la puerta de la sala de estar se abría. Sin dudarlo se dirigió corriendo hacia allí encontrándose con un Levi más serio de lo normal. 

- ¡¡Levi!! por fin llegas, me tenias preocupada ¿Por que no cogiste mi llamada? creí que algo malo te había ocurrido- Dijo Daia exasperada abrazando al pelinegro que ni siquiera recibió su abrazo si no que se quedó rígido como una piedra.

- Lo siento Daia, tuve que haber colgado la llamada sin darme cuenta.... 

- ¿He?- Dijo la chica confundida ante la desanimada respuesta de Levi- ¿Solo eso vas a decirme? dijiste que solo estarias dos horas y llegas recién hoy a las doce del dia ¿Por que tardaste tanto?. 

- Pues.... la comida se alargó y luego... Kenny y yo comenzamos a beber, sabes que no estoy acostumbrado entonces me quede dormido... ahora tengo una jaqueca terrible- Contestó Levi sin mirarla a los ojos. 

- Oh.... ya veo.... pudiste avisarme Levi estaba preocupada- Dijo Daia extrañada, algo en aquel cuento sonaba mal.

- Tranquila no volverá a ocurrir- Contesto el pelinegro por fin levantando la mirada para luego depositar un beso en su frente- Ire a dormir un poco..- Añadió por último para subir las escaleras dejándola con la palabra en la boca. 

- Que demonios... 

Bad Romance / Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora