Bad Romance / Levi Ackerman

Prisioneros

Comenzó a sentir un fuerte dolor en sus muñecas y tobillos, por lo cual lentamente abrió sus ojos. Al comienzo su vista era muy borrosa no pudiendo reconocer nada a su alrededor, hasta que luego de unos minutos pudo ver con normalidad, encontrándose con una habitación bastante oscura, la cual solo era iluminada por una pequeña lámpara que colgaba desde el techo. 

Al girar su cabeza se dio cuenta que no estaba sola, ya que había otra persona atada a una silla igual que ella. Luego de unos minutos tratando de analizar a aquel hombre a su lado cayó en cuenta de que era Eren. 

- ¿Eren?- Le pregunto la chica, a lo que veía que este no hacía ningún movimiento solo estaba allí con la cabeza baja- Pss oye Eren..... soy yo Daia- Le dijo una vez más en un susurro ya que temía que aquellos hombres la escuchasen, pero este una vez más no respondió lo que le hizo pensar que aun estaba inconsciente. 

Luego de unos largos minutos Daia estuvo pensando en cómo escapar de allí y claramente moría de miedo, debido a que no tenía la menor idea de que le harían aquellos hombres obviamente no sería nada bueno. Hasta que escucho como Eren comenzaba a moverse a su lado seguido de escuchar su voz preocupada y confundida.

- ¡¿Daia eres tú?!- Le dijo Eren mirándola con preocupación, a lo que veía que el rostro de este estaba muy lastimado.

- Eren.... tu rostro...- Respondió Daia descolocada.

- Y el tuyo..... tienes el labio roto y la mejilla morada Daia- Respondió el castaño mientras una expresión de molestia se asomaba por su rostro- Voy a matarlos..... a cada uno de ellos.. como se atreven a golpear y secuestrar a una mujer- Añadió mientras trataba de forcejear sus ataduras.

- Por supuesto que no Eren.... escúchame tenemos que pensar en cómo escapar de aquí.

Antes de que Eren pudiese contestar, aquella puerta que estaba frente a ellos se abrió estruendosamente mostrando a un hombre bastante alto e intimidante que a simple vista no se pensaría que fuese parte de una mafia de hecho al contrario. 

- Veo que.... ya despertaron- Habló aquel sujeto con voz gruesa- Siento si mis subordinados fueron algo..... bruscos, no solemos lastimar mujeres- Dijo mientras acariciaba la mejilla herida de Daia.

- ¡Quítale las manos de encima!- Gritó Eren mientras sus ojos verdes mostraban un profundo odio y desesperación. 

- Y tu debes ser Eren.... vaya que le causaste problemas a  mis hombres.

- ¿Qué no lastiman mujeres?- Interrumpió Daia- ¿Qué me dice de la madre de Levi? la asesinaron a sangre fría y luego secuestraron a Mikasa que era tan solo una niña- Sentenció la chica mientras a sus adentros moría de miedo por la posible reacción de aquel sujeto, pero este simplemente se limitó a sonreírle. 

- Digamos que.... ante medidas desesperadas se hacen actos desesperados, no querrás ser uno de esos actos ¿Verdad?. 

- Vamos maldito.... desátame y veamos que tan valiente eres... solo envías a tus matones a secuestrarnos y luego nos amenazas estando atados... no eres más que un miserable desgraciado...- Comenzó a decir Eren con odio en cada una de sus palabras, pero no pudo terminar ya que aquel sujeto le propinó un golpe en el estomago haciendo que este callase al instante. 

- ¡Eren!- Gritó Daia preocupada.

- Estoy siendo muy generoso con ambos... enserio, no me lo hagan más complicado- Dijo aquel hombre de manera intimidante mientras se sobaba los nudillos tras golpear al castaño.

- ¿Por que hace esto? ¿Por qué no nos mata de una vez como a Uri?- Le preguntó Daia 

- Matar a aquel debilucho solo fue una advertencia para el desgraciado de Kenny... y ustedes- Dijo mientras se ponía en cuclillas para quedar a la altura de ambos- Serán la carnada para esos mocosos... debí haberlos matarlos cuando aún eran unos niños, ahora según se son bastante fuertes.... pero bueno, tendrán que pagar por la traición de su familia tarde o temprano- Añadió por último en tanto comenzaron a escuchar a Eren reír.