Capítulo 13 - Cueva con gotas de agua, dos hombres perdidos en la oscuridad

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Todo se puso de cabeza, ya no estaban en un muelle con estrellas en el cielo, estaban cayendo por algo que daba la impresión de ser un pozo infinito. El repentino frio del sitio hizo pensar a Xiang Shen que entraron en una montaña nevada o algo así, además, sintió que su cuerpo se ahogaba en olas y olas de energía demoníaca. No podía moverse, sus ojos estaban bien cerrados por el vértigo de la caída, sin embargo, todavía sentía que era abrazado por alguien cálido, quien lo sostenía en el descenso. Xin Yuan no iba a soltarlo, de algún modo lo sabía.

Cuando por fin cayeron en lo profundo de la cueva, desgraciadamente fue dentro del agua. Por lo visto, había un estanque no muy profundo. Gotas de agua caían y resbalaban desde las paredes, produciendo una sensación de mucho frio.

Xiang Shen intentó abrir sus ojos para ver mejor su entorno, su cabeza no estaba dentro del agua y, aun así, se le dificultaba respirar, esto debido al dolor que el área le ocasionaba. La vista se le nublaba, como si una niebla se hubiese apoderado de su rango de visión. «Esto tiene que ser un maldito territorio demonio», pensó, atragantándose con sus palabras y quejas.

No le quedaba mucho, sus pulmones comenzaron a cerrarse más rápido de lo que creyó posible, eso hasta que alguien lo sacó del estanque. Sintió algo suave contra sus labios, ese algo envió un pequeño objeto hacia el interior de su boca, la cual envolvió para que no saliera. «Un caramelo, ¿por qué es dulce?». Quizás la pregunta debía ser: ¿por qué alguien le daría un caramelo en una situación como esta?

A pesar de que luchó con todas sus fuerzas, utilizando su lengua y manos para quitar ese objeto de su boca, al final no tuvo más remedio que tragarlo. Lo que fuese que estuviera metiendo era insistente, estuvo largo rato moviendo el objeto dentro, negado a dejarlo escapar de ahí.

El corazón de Xiang Shen se aceleró, jadeó en busca de aire, casi desesperado. Eso fue como besar a alguien de manera apasionada. Cuando abrió los ojos y vio que Xin Yuan estaba encima de él, sosteniendo sus muñecas con una mano y cadera con la otra, cayó en cuenta de que lo había besado. No sabía qué decir ni cómo actuar, su rostro estaba rojo, sus ojos, humedecidos. La respiración todavía le pesaba, no podía moverse en absoluto, estaba estupefacto.

—Es un caramelo de energía demoníaca, no te hará daño. Tampoco durará mucho rato. Lamento haber sido brusco, era necesario para que sobrevivieras. Tu cuerpo lo habría rechazado si no te hubiera obligado a tragar —aclaró Xin Yuan, limpiando un rastro de saliva que quedó luego de la "batalla".

—Yo... Eh... Ah... —Incluso si era consciente de su situación actual, no podía dejar de pensar en eso como un beso. Aun si fue una ayuda por parte del otro, no podía pensar de otra forma—. L-lamento que hayas pasado por eso.

—No te preocupes, vale más tu vida.

—¿S-supongo que sí?

Xin Yuan, como siempre, se mostró amigable. No demostraba ni una pizca de vergüenza o de arrepentimiento. Con esa actitud, Xiang Shen no sabía si disculparse o agradecer.

Grulla Negra《Hēi Hè》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora