—Bueno, bueno, me alegro que hayas despertado al fin —festejó el demonio, con algo de sarcasmo en su tono.
—¿C-cómo es que vienes así como así? ¿Acaso no habíamos peleado...? ¿D-dónde estoy?
—Deja el pasado atrás, eso no importa ya. Y sobre dónde estás, ¿por qué preguntas cosas que ya sabes?
—Yo... Quería estar seguro —contestó Xiang Shen, avergonzado.
Zhi Chen rascó su larga cabellera azul, le incomodaba un poco estar junto a él, y, al mismo tiempo, no quería irse de la habitación.
—¿Y bien? ¿Quién te hizo ese corte en el pecho? —preguntó el demonio—. Fue complicado terminar de curarte.
—Oh... Es difícil de explicar. Fui yo mismo, fue sin intención, obvio. Estaba siendo engañado con alucinaciones por el demonio Wu He, el líder de viento.
—¿Wu He? ¿Por qué él querría hacerte daño?
—No lo sé, me atacó en cuanto entré al bosque.
—Eso es raro, muy raro... No lo he visto en años, no sé qué planes tendrá en mente, aunque tampoco me interesa —aclaró Zhi Chen.
—¿Y cómo es que me salvaste? Si estoy aquí es porque me has salvado.
—Pues no, no he sido yo. Digamos que apareciste en la orilla desde la absoluta nada, con esta energía dentro de ti, ¿qué te sucedió? ¿Hiciste un pacto demoníaco? Tienes una semilla de posesión dentro de tu cuerpo, eso no es nada normal en alguien de tu nivel de cultivo.
Xiang Shen bajó la mirada, no contestó. Zhi Chen insistió:
—Si estás aquí es porque tienes energía demoníaca en tu interior. Los humanos no pueden ingresar a mi territorio, tendrían dificultades para entrar en cualquier territorio demonio en realidad, pero aquí es imposible. A pesar de que sea una molestia que quieras quitar de tu interior, es gracias a esa semilla que estás aquí con vida —declaró, señalando con el dedo a Xiang Shen—. Es una semilla muy fuerte, ¿dónde o quién te la puso? Qué miedo.
—No tengo idea, esta cosa apareció luego de que me desmayara en una posada. Al poco tiempo me encontré con ese demonio creador de niebla. No sé qué ha sucedido en absoluto. Puede que Xin Yuan lo sepa, el problema es que... no lo he vuelto a ver.
—¿Ese Xin Yuan? ¿Él intentó acaso poseerte? ¿Por eso tienes esa semilla?
—No creo que sea de él, no es Xin Yuan quien busca hacerme daño —afirmó, bajando el tono de las últimas palabras.
Zhi Chen se cruzó de brazos y bufó, sonando un tanto enfadado. Era evidente, Xin Yuan no le caía del todo bien, y menos después del incidente en el pueblo pesquero. Aun así, no tenía pensado, ni tenía las ganas, de cambiar la manera de ver las cosas de otra persona.
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Grulla Negra《Hēi Hè》
FantasyDespués de una muerte trágica en un pasado dudoso, Xiāng Shén renace en un nuevo cuerpo. Ligado a su alma, viajó un artefacto de recuerdos que él mismo creó antes de morir. Movido por el deseo de recuperar el tiempo perdido y olvidado, comienza un...