Capítulo 39 - El pasado de un sobrino

161 47 31
                                    

 Sí, no había dudas, ese era su sobrino

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sí, no había dudas, ese era su sobrino. No sabía de qué manera reaccionar, por lo que se limitó a seguirlo hasta la puerta, pensando en preguntar algo más tarde; quizá podría sacarle algo de información. Lo que le generaba muchísima duda era su procedencia, ¿quién era su madre y qué edad tenía? ¿Había acaso alguna mujer capaz de enamorarse de Xiang Feng? ¿Quién tendría un hijo con él? No podía creerlo.

Xiang Shen no soltó ni una palabra, mas dirigió una mirada a Xin Yuan. "Vamos a seguirlo por ahora", le transmitió con su semblante. Ninguno necesitó hablar, Xin Yuan pestañeó con lentitud y asintió, comprendía cada expresión de su exmaestro y no importaba qué, iba a estar con él hasta el final.

Aunque no lo demostrara, el chiquillo estaba tan nervioso que podía morir, dio un suspiro de alivio después de cerrar la puerta.

—Por favor, sigan mis pasos. Prometo que estarán bien —susurró en un tono muy bajo.

Los tres salieron de la sala, y, aun así, se podía escuchar a Xiang Feng desde el otro lado.

—¡No intenten nada, se los advierto! ¡No solo hay círculos paralizantes en mi sala, están por todas partes, no pueden salir!

«Está preparado, es mejor no precipitarse», analizó Xiang Shen.

El camino, ya conocido por los tres, parecía eterno y melancólico. Xiang Shen recordaba esos pasillos, solía recorrerlos todo el tiempo cuando era un niño. Llegaron a cierto punto donde se levantaba una gran puerta, con pocas decoraciones, que el joven príncipe abrió. Para hacer dicha acción necesitó liberar energía, con el objetivo de desactivar un sello mágico. «Es una puerta con sello, no podremos salir si entramos. Si no escapamos, es casi seguro que ya no habrá otra oportunidad de irnos. Lo de hacer preguntas y saber la verdad ya no es una opción. Lo siento, Xin Yuan, debí escucharte».

Xiang Shen quería saber sobre su pasado, y, a la vez, no quería ser encarcelado por Xiang Feng. «¿Por qué de repente Xin Yuan está tan calmado?». El demonio se dio cuenta de lo que pensaba y le sonrió.

—Este tipo de sellos son fáciles de romper para mí, creo que se olvidan que soy un líder demonio. Si quieres huir, lo haremos, esperaré tu señal.

Xiang Shen le devolvió el gesto. De pronto, el joven, que terminaba de abrir la puerta, les habló entre susurros.

—Tío Xiang Shen, no nos conocemos, pero, ¿puede usted confiar en mí?

Las palabras silenciosas fueron alcanzadas solo por ellos, ¿qué sucedía? ¿Por qué sonaba tan confiable? «Las intenciones de este chico... ¿Qué son?». El muchacho volteó por un momento y, de nuevo, murmuró.

—Sé la verdad, mi madre me lo contó todo. Yo deseo seguir el camino de la justicia, por eso... —Tragó con nerviosismo antes de continuar—. Por eso voy a ayudarlos. No pueden escapar de Li BaoMing, él es quien vota por mi padre, por Rong Suiren y por mí. Él se asegurará de destrozar sus almas para que nunca regresen. Tío Xiang Shen, confíe en mí, puedo sacarlos de aquí. Puedo responder sus preguntas. Lo único que necesito es que confíen en mí.

Grulla Negra《Hēi Hè》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora