Cuando el abrazo terminó, Xiang Shen limpió su cara. En serio había llorado bastante por culpa de ese susto, su corazón casi fue arrancado por el miedo. No quería perderlo, no podía. Observaron la habitación sin soltar sus manos, esto hasta que encontraron una puerta apenas iluminada.
—Son dos —dijo el demonio.
—¿Dos?
Xin Yuan señaló a la izquierda.
—¿Ves por aquí? Hay otra puerta justo al lado.
Xiang Shen se dio cuenta y, en efecto, era otra puerta muy poco visible.
—¿Cuál tom...?
Sus palabras fueron silenciadas por un rugido, que venía desde las habitaciones de las guillotinas. ¿Era posible que, como ninguno murió allí, algo más fue enviado? Ambos pensaron eso al simultáneo. Xiang Shen gritó y apretó con más fuerza la mano que lo sujetaba.
—¡Hay que correr!
Era extraño, ninguno sintió energía espiritual o presencia de algo, y ahora percibían intenciones asesinas que se acercaban a gran velocidad. Además, se escucharon golpes, algo rompió las guillotinas para poder cruzar. Si había algo tan fuerte como para atravesarlas, estaban en serios problemas.
No importaba la puerta que escogieran, tenía que haber algo problemático dentro, por lo tanto, Xin Yuan abrió la de la izquierda. Supuso que, como estaba más escondida que la otra, no sería tan mala. No obstante, lo que sea que venía consiguió romper los objetos y atravesar la puerta, ingresó en la sala y se golpeó contra las paredes, tirando las antorchas y todo a su paso. Era como si estuviera borracho, o como si no sintiera dolor.
—¡Es un asqueroso dragón de Wu He! ¡Corre! —exclamó Xin Yuan.
La vista del demonio se adaptaba con más facilidad a las sombras, por lo que, para ese punto, ya sus ojos se habían ajustado bastante. No fue difícil ver que una enorme serpiente con cuernos y garras se acercaba a gran velocidad. No tuvo que verificar nada, pues, en cuanto la criatura los vio, lanzó una enorme llamarada desde su boca.
—¡Cuidado! —Xin Yuan agachó a Xiang Shen a tiempo, el fogonazo pasó justo por encima de sus cabezas—. ¡Corre!
—¡¿Cómo es que hay un dragón aquí?!
—¡Ese imbécil ha colocado cuanta mierda se le ocurrió aquí dentro! ¡Solo corre, este pasillo es angosto, le costará seguirnos!
Eso era cierto, el pasillo era muy estrecho, hasta a ellos se les complicaba ir de las manos por ese corredor.
Xiang Shen percibió el movimiento del dragón por detrás, no le importaba si se golpeaba o dañaba sus escamas, su objetivo era aniquilarlos. Se vio a lo lejos cómo algo blanco y rojo se cargaba, de ser una pequeña bola, a una enorme. ¡Otra llamarada! Si la soltaba en ese pasillo, los quemaría hasta los huesos.
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Grulla Negra《Hēi Hè》
FantasyDespués de una muerte trágica en un pasado dudoso, Xiāng Shén renace en un nuevo cuerpo. Ligado a su alma, viajó un artefacto de recuerdos que él mismo creó antes de morir. Movido por el deseo de recuperar el tiempo perdido y olvidado, comienza un...