La risa de Wu He se detuvo. Todo era negro en la cabeza de Xiang Shen, escuchaba que algo lo llamaba con suavidad, luego que alguien lo cargaba. Quien fuera esa persona debía tener prisa, puesto que sus movimientos eran veloces y cuidadosos.
La oscuridad perduró por mucho tiempo, la energía de su interior empezaba a recomponerse gracias a otra que recibía desde el exterior. Alguien curaba la herida que se hizo, también acariciaba su cabello y lo sujetaba fuerte entre sus brazos y pecho. Las manos eran frías, suaves y tiernas con él, ningún movimiento era brusco o descuidado; cada caricia, ya fuera en las mejillas o en su cabello, le transmitían tranquilidad y seguridad. Con dificultad y dolor en el pecho, consiguió abrir los ojos. Vio niebla en los alrededores, esto lo hizo pensar que todavía seguía en la ilusión. Eso lo entristeció, pues, además de seguir a merced del enemigo, significaba que lo que sentía era una mentira. Cuando miró hacia arriba, se percató de que estaba sobre el regazo de otra persona.
—¿Estás bien? —preguntó ese hombre, exaltado—. ¿Puedes respirar?
—Deja de crear imágenes de él...
¿Por qué seguía viendo a Xin Yuan? La niebla ya no era tan espesa, no debería ser capaz de crear alucinaciones tan definidas. Debía ser un residuo de su mente, era lo que quería ver o lo que quería que pasara. Sabiendo eso, y estando seguro de que su muerte estaba a la vuelta de la esquina, sus ojos se llenaron de lágrimas.
—¿Qué ves? ¿Ves mi rostro? Estarás mejor en un rato, estoy tratando la herida. Cerraré el interior, lo exterior se puede curar después, ¿de acuerdo?
—Tú... Xin Yuan —dijo, aclarando su voz, la cual, de todos modos, salía ronca y débil—. Yo quería verte... Yo... No quería abandonarte, creí que era lo mejor. No me odies por eso.
Las lágrimas que intentó contener salieron. En serio quería decirle esto, deseaba que el Xin Yuan real apareciera, ¿era malo decir sus sentimientos antes de la muerte? Siempre pensó que las emociones debían decirse, que las palabras debían ser dichas antes de que fuera tarde. Desde que renació en este nuevo cuerpo, lo que hizo fue evadir sus sentimientos, reprimió su deseo de sincerarse con Xin Yuan.
—Así que lo sabías. Bueno, no importaba si lo hacías o no. ¿Estás decepcionado de mí? Por convertirme en... en esto.
—Mi discípulo es el mayor orgullo que tengo. Él es mi mejor amigo.
Aguantando un sollozo, Xin Yuan abrazó el cuerpo debilitado de su maestro. Lo acercó y presionó contra él con mucha delicadeza, con cuidado de no dañarlo o molestarlo.
—¿Por qué no me dijiste? No tienes idea, estaba dispuesto a hacer lo que fuera para que recordaras. Si ya lo hacías, ¿por qué? ¿Por qué tienes el artefacto de recuerdos?
Xiang Shen podía escuchar la voz quebrada del otro. Claro que estaría afligido, sucedieron miles de cosas en esos nueve años. Se llenó de lágrimas otra vez y aceptó el abrazo. ¿Cómo no hacerlo? Ese discípulo bromista, sarcástico y leal lo perseguía incluso en los espejismos y en su mente. Siempre era él quien lo salvaba.
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Grulla Negra《Hēi Hè》
FantasyDespués de una muerte trágica en un pasado dudoso, Xiāng Shén renace en un nuevo cuerpo. Ligado a su alma, viajó un artefacto de recuerdos que él mismo creó antes de morir. Movido por el deseo de recuperar el tiempo perdido y olvidado, comienza un...