CAP 15:
Henry Ivanov.Cuando Caroline se levanta de su silla para bailar, me deja sin palabras. Su vestido, que abraza sus curvas, deja a la vista sus hermosas piernas y realza su figura esbelta, me hipnotiza por completo. No puedo evitar admirar lo impresionante que es. Sus movimientos son elegantes y seductores, y su cabello alborotado le da un aire irresistible. Caroline es indudablemente deslumbrante. Es difícil apartar la mirada; su sonrisa es contagiosa, y su baile es hipnótico. Cada movimiento suyo despierta una atracción indomable.
Su danza es una combinación única de romanticismo y sensualidad, con un toque de elegancia. Parece tener total confianza en sí misma, lo que me hace sentir nervioso de una manera que ninguna otra mujer ha logrado antes.
Afortunadamente, me he deshecho del saco y la corbata en la camioneta, de lo contrario, me sentiría sofocado en este momento. Sin embargo, incluso así, es inevitable que la vea con otros ojos. Mi padre ha sido claro en su prohibición: cualquier relación debe ser seria, romántica y auténtica. Caroline parece ser el tipo de mujer con la que podría imaginarme construyendo una vida juntos: viajes, conocer a la familia, casarnos, formar una familia. Pero no estoy listo para eso en este momento, no cuando acabo de salir de un matrimonio roto. No estoy buscando romance ni amor. Lo que quiero es simplemente... follarla de todas las maneras en las que me la he follado en mi cabeza miles de veces.
¡Cálmate, Henry! Me repito en silencio. Mi padre tiene razón, Caroline merece mucho más que ser solo un objeto de sexual.
Caroline acapara toda mi atención mientras se mueve con seguridad y gracia. Es evidente que confía plenamente en sí misma y en su atractivo. Observo cómo su cuerpo responde al ritmo de la música, y no puedo evitar murmurar entre dientes: "Si baila así, debe ser una profesional en otros aspectos". Tengo curiosidad por descubrir cómo será Caroline Collin en la intimidad, explorar cada centímetro de su cuerpo, hacerla mía, escuchar sus gemidos y hacerlos míos.
Pero luego, mi mente divaga hacia Ian, ese afortunado hijo de... puta que está en una relación con ella en este momento. Me pregunto si él realmente valora lo que tiene, si es consciente de la preciosa mujer que tiene a su lado.
Estoy completamente cautivado por la forma en que Caroline se mueve, hipnotizado por cada gesto suyo. Aun puedo percibir su perfume a vainilla, un aroma que normalmente detesto, pero en ella, es diferente, es embriagador. Su cabello oscuro me tienta, y me imagino cómo será tenerla desnuda en mi cama, entregándose completamente, con ella encima, húmeda y rendida al placer.
De repente, ella se acerca a nuestra mesa con una sonrisa encantadora, tomando asiento con elegancia. En este momento, decido dejar de dar vueltas a lo que mi cuerpo desea, que está claro que es follar con ella.
—Necesitaba eso, juro que amo bailar. Deberías intentarlo. — me sugiere, pero sé que mis habilidades en ese ámbito son limitadas, y el baile no es mi principal interés en este momento.
Estoy demasiado ocupado mirando sus carnosos y rojizos labios mientras habla, toda entusiasmada y luciendo hermosa como el cielo. Oírla hablar y seguir pensando en cómo quiero follarla me tiene desquiciado. Estoy un poco entonado y eso me pone caliente como el infierno. En el fondo de mi mente, sé que lo que estoy deseando hacer en este momento está mal, pero eso no me detendrá.
—Por supuesto que no, apenas sé bailar y tampoco me llama la atención aprender —me acerco a ella y le hablo cerca de su oído, provocando que se tense ligeramente. Pero me controlo, no quiero asustarla ni hacerla sentir incómoda. Sus ojos grisáceos, perfectamente delineados, capturan mi atención, al igual que sus pestañas negras y sus labios carnosos y tentadores. Mis pensamientos se vuelven más intensos, y mi deseo crece cada segundo, como una llama avivada por su cercanía.
Quiero acariciar un mechón de su cabello oscuro que cae delicadamente sobre su perfecto rostro, así que lo hago con suavidad, llevándolo detrás de su oreja y rozando su piel pálida con mis dedos. La tensión entre nosotros es intensa, y no puedo contener un susurro ronco: —Quiero perderme en tus labios, chuparlos y morderlos con deseo.
Caroline me mira con una mezcla de sorpresa y anhelo, sus ojos recorren mis labios y luego se elevan para encontrarse con los míos.
—Henry... —susurra, su voz es un suspiro cargado de deseo, y me detengo para mirarla, sintiendo cómo su tono se entremezcla con un leve gemido que hace eco en mi interior. El suave rubor que tiñe sus mejillas es un indicio del efecto que mis palabras han tenido en ella.
A pesar de la intensa atracción que se siente entre nosotros, sé que debo detenerme. Caroline merece mucho más que un simple encuentro pasajero, y no puedo permitirme ser solo eso en su vida.
—Lo siento. —murmuro cerrando los ojos mientras su delicioso aroma a coco y vainilla me inunda, debo apartarme de ella.
—No te preocupes. —me dedica una sonrisa que desarma mis defensas, luego echa un vistazo a su reloj.— Ya deberíamos irnos, o llegaremos tarde.
—Tienes razón, iré al baño y luego te llevo. —Me levanto de la silla, tratando de poner distancia entre nosotros. Siento mi entrepierna latir con urgencia, incapaz de disimular lo erecta que está mi polla, me maldigo internamente por la situación. Pago la cuenta rápidamente y me dirijo al baño, sintiéndome incómodo e inquieto, con un dolor persistente en la entrepierna.
***
Henry Ivanov narrando es tan 🛐
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MC | Complaciendo al Magnate © (18+) ¡María Del Mar! (NUEVA EDICIÓN)
Romance[COMPLETADA] ¿Qué puede ser más peligroso que la satisfacción y el poder? ¿ El amor y la desilusión? ¿El negocio mezclado con el placer? Henry Ivanov, un atractivo magnate Alemán, describe a Caroline Collins como una mujer hermosa, segura de sí mism...