MC | Complaciendo al Magnate © (18+) ¡María Del Mar! (NUEVA EDICIÓN)

Capitulo 49.

Capítulo 49: Caroline

El camino hacia el aeropuerto es breve pero lleno de expectación. César nos lleva hasta la pista, donde pronto nos dejará. Mis pensamientos están enredados con emociones encontradas.

—Cooper confesó saber sobre el caso que tuve hace unos meses en la cárcel donde se me incriminaba del robo. —le confesé a Henry con la preocupación pintada en mis gestos.

—Lo sé. —respondió con una mirada calmada, dejando claro que estaba al tanto de la situación.

—¿Y si decide usar eso en mi contra?

—Tranquila. Me he asegurado de eliminar cualquier evidencia incriminatoria. No hay pruebas que te puedan vincular. Logré hacer que todo desapareciera con mis contactos, es como si eso nunca hubiera sucedido. Aunque él lo sepa, no puede probarlo.

Llevo su mano a mi rostro, acariciándolo con ternura. Sus ojos destilaban determinación mientras apretaba la mandíbula con fuerza. Podía sentir la tensión en sus músculos.

—¿Cómo crees que pudo saberlo?

Henry niega con suavidad.

—No lo sé, tengo mis sospechas de quién podría estar filtrando información. Sé quiénes son las únicas dos personas que sabían sobre eso. Pero eso no debe preocuparte por ahora, yo me encargaré. Estoy seguro de que lo resolveré antes de que se convierta en un problema mayor. Por ahora, tu seguridad es mi prioridad. Estaré vigilante y tomaré las medidas necesarias para protegerte.

—Cooper es peligroso, siempre me ha odiado y a querido destruir mi carrera

—Voy a cuidarte. No permitiré que nadie te haga daño. Te protegeré a ti y a tu carrera, Caro... —susurró, acercando su frente a la mía con un gesto íntimo.

Sus labios rozaron los míos suavemente, sus palabras alimentaban mi alma.

Entrelacé mis dedos con los suyos, sintiendo una conexión profunda, — Gracias —susurré, expresando mi gratitud con un beso.

La camioneta se detiene una vez llegamos a la pista.

—¿Debo bajarme antes o después? —pregunto, buscando una forma de evitar cualquier posible escándalo.

—Esta vez te bajarás aquí conmigo. —responde Henry con una sonrisa, antes de besarme cariñosamente.

—¿Pero...? —intento argumentar, preocupada por su reputación y la mía. No quiero que la gente nos juzgue por nuestra relación mientras compito en las finales.

Henry toma mi barbilla y sella mis labios con otro beso. —Me da igual lo que digan o lo que piensen. Hoy todos sabrán que eres mía y que me perteneces solo a mí. —declara con determinación, mostrando que no le importan los juicios ajenos. El chofer abre la puerta del lado de Henry, me bajo después de él, y entrelazamos nuestros dedos.

Al acercarnos al lugar de embarque, vislumbro un lujoso jet privado con el apellido Ivanov, elegantemente negro y dorado, irradiando sofisticación y modernidad. Frente al avión, Rebecca y Cooper nos aguardan, pero su sorpresa y tensión al ver nuestra cercanía son evidentes. Sus miradas se desvían hacia nuestras manos entrelazadas, y siento un ligero rubor en mis mejillas.

—¡Buenos días! —saluda Henry con cordialidad.

—Buenos días, señor Ivanov, licenciada Collin. —responde Cooper educadamente hacia Henry, y cuando su mirada se cruza con la mía, arquea una ceja, devolviéndome una sonrisa desafiante.

Decido ignorar su mirada y les saludo, manteniendo un tono profesional.

Nos dirigimos hacia el jet, una impresionante aeronave de gran tamaño y elegancia interior. Las azafatas nos reciben con amabilidad. Rebecca y Cooper se ubican en la parte delantera mientras nos conducen a una sección más privada y exclusiva, solo para nosotros.